Pescando vida, un programa de Tabasco en el que los pescadores no son la prioridad

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Foto: Ricardo Miranda.

Tabasco impulsa un programa de producción acuícola con jaulas flotantes en cuerpos de agua dulce. Si bien, cientos de beneficiarios se han sumado, líderes pesqueros señalan que el programa no apoya de lleno a dicho sector. 

“Más que nada es un programa social, no es un programa pesquero. Sin embargo, sí se está pagando con lana del sector pesquero. Se anuncia como un programa, pero lo que menos hay es pescadores. Son gente que apoyó en campaña, amigos del servidor de la Nación, o que nunca ha estado realmente en contacto con eso de la pesca, pero que tenía un cuerpo de agua cerca y cumplió las condiciones”, acusó Joaquín Madrigal, presidente de la cooperativa de pescadores El Faro, en Centla. 

Pescando Vida cuenta con 548 millones de pesos este año de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafop). Hacia mayo había ejecutado 176 millones de pesos, según una solicitud de información hecha por Causa Natura Media.  

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Los beneficiarios reciben jaulas que ponen en ríos y viveros. Foto: Ricardo Miranda. 

El programa estipula la entrega de cuatro jaulas con alevines de tilapia nilotica a 2 mil 500 beneficiarios de los municipios de Centla, Jonuta, Emiliano Zapata y Nacajuca. Se pretende que cada jaula produzca media tonelada de carne de pescado a un precio de 30 mil pesos cada una en el mercado. 

Lo anterior sumaría 120 mil pesos en 12 meses para cada productor, de lo que tienen que guardar lo suficiente para reinvertir en este tipo de producción. Para ser beneficiario, el programa exige meramente llenar una solicitud de apoyo, una identificación oficial, constancia de CURP y un comprobante de domicilio. 

En entrevista con Causa Natura Media el subsecretario de Pesca de Tabasco, Guillermo Priego, explicó que este programa de la Sedafop amplió la base de beneficiarios a más allá de la pesca, conforme la visión del gobernador Javier May. 

Se trata de un modelo que replica los programas sociales de la Federación iniciados por el otrora mandatario Andrés Manuel López Obrador como Sembrando Vida, en el giro de árboles frutales. 

“Llegamos aquí a esta oficina en la encomienda de nuestro gobernador y el primer día pues tenía yo pues obviamente repleto aquí todos los líderes y presidentes de todas las cooperativas y todo pues [metiendo] la presión de nosotros vamos a ser los beneficiarios. Y nuestro gobernador nos instruyó nada más y nada menos, lo mismo que hemos hecho en todos los proyectos que me ha tocado acompañarle, que es ir directo a territorio. Todo líder que nos ofrecía apoyo, claro, los escuchamos porque son personas que están inmersas y que han hecho un gran labor por el sector. Pero le decíamos: ‘sí, pero vamos a tu comunidad’”, subrayó.

En estas comunidades aledañas a ríos se hicieron asambleas que derivaron en la conformación de los listados de beneficiarios, los cuales se hicieron de forma gradual, detalló el funcionario. La intención es aprovechar el potencial de agua dulce del estado. 

“Al ser un estado con tanta agua dulce, tiene un potencial de producción muy relevante. ¿Qué ha sucedido? Se han hecho programas donde se hace el fomento a la extracción, a la pesca, que no es malo, pero Tabasco ya llegó el momento en el que esa extracción, pues si tú compartes con la mayoría de los pescadores, coinciden en que ya ha sido lo suficiente para mermar sustancialmente la producción. Viene ahora nuestro gobernador y nos plantea, pues hagamos algo para todas estas personas que están en este sector. La solución un poco dicen ‘lo que viene de manera fácil’ es decir: vamos a fomentar la acuacultura”, dijo Priego. 

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Priego detalló los avances del programa Pescando Vida. Foto: Ricardo Miranda. 

El estado entrega las jaulas, los alevines y los insumos para engorda. Además, de un apoyo mensual de 5 mil pesos, es decir, 60 mil pesos en un año para que los beneficiarios puedan continuar produciendo mientras aún no ven las ganancias de la venta de tilapias. 

Pese a que acepta que el programa tiene fortalezas, Madrigal teme que la producción estatal de los 10 mil nuevos productores, a lo largo de cuatro años, afecte a los pescadores de toda la vida. 

“Hay una competencia desleal. Nosotros como pescadores tenemos que cumplir, por ejemplo, anualmente con el pago de certificados de matrícula, de renovación de permiso, de una serie de trámites que el gobierno nos exige: pagar hacienda, trabajadores; y a ellos no. A ellos se les está dando todo de manera gratuita”, apuntó Joaquín Madrigal.

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Madrigal, es presidente de la Cooperativa El Faro. Foto: Ricardo Miranda. 

Madrigal agregó que los beneficiarios no cuentan con un Registro Nacional de Pesca y Acuacultura. Esto conllevaría desafíos para comercializar el pescado posteriormente, apuntó. 

De acuerdo con el artículo 122 de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables la inscripción es obligatoria para cualquier productor acuícola, salvo para pesca recreativa o doméstica. 

“Uno no puede estar sembrando peces nada más porque sí, sino que tiene que estar coordinado con la Conapesca porque cuando uno tiene la producción, porque vas a inundar de mojarra el estado y no vas a poder comercializarla. Tendría que salir a otros estados, precisamente, o hacer convenios”, dijo Madrigal. 

Cuestionado sobre esta posibilidad, Priego sostuvo que en su experiencia como productor la demanda de lo que se espera del estado es comúnmente más alta que su capacidad de producción. Así Pescando Vida reduciría esta brecha.

“Hay una demanda muy grande y está siendo abastecida por mercado por productores muy lejanos… Entonces, tenemos muy buenos precios y le favorece a los productores locales. Sí es cierto y es una realidad que la oferta y la demanda existe.  O sea, y estamos en un lugar donde el mercado está libre, aumenta la producción, el precio no se va quedar igual. Eso es una realidad. ¿Pero qué es lo que buscamos con esta producción? Tener constancia”, apuntó, ya que se han perdido oportunidades de mercado debido a la falta de abastecimiento que pueden proveer los productores tabasqueños. 

En los alrededores de la colonia Revolución de la ciudad de Frontera, capital de Centla, la señora Eduviges Hernández siembra sus tilapias en un vivero frente a su casa. Ella divide sus labores como ama de casa y productora de mil 500 tilapias. 

“Pues ahí van comiendo bien, pues nos dieron el día 3 de junio. Nos entregaron el material el 3 de junio. Aquí nos pasaron censando. Pues para mí  es una bendición de Dios, porque no habíamos tenido esto nunca”, refirió. 

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Eduviges es una de los mil 800 beneficiarios hasta junio de este año. Foto: Ricardo Miranda. 

En cuanto a la federación de cooperativas de Centla, Madrigal apunta que ninguno de los pescadores es beneficiario de Pescando Vida. 

“A nadie se le consideró, el patrimonio del pescador generalmente es su lancha, motor, casa y no hay más. No tiene un terreno con una poza o un dragado. Es muy poca la gente que tiene esas condiciones. Aquí en Centla quizá sea de los que más beneficiarios tenga, por ejemplo por los kilómetros de río. A esa gente fue a la que se le dio la oportunidad, aunque no estuvieran dentro del sector pesquero”, apuntó Madrigal. 

 

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