Las inundaciones en el puente de Cuemanco, a mediados de octubre, dejaron ver las consecuencias de construir en el humedal, señalaron vecinos que conforman la Coordinación de Pueblos, Barrios y Colonias de Xochimilco en la Ciudad de México.
Esto derivado de las inundaciones por las lluvias reportadas entre el 8 y 11 de octubre en carriles del puente “Cielito Lindo”, en el distribuidor vial de Cuemanco, inaugurado en septiembre del año pasado.
Aunque el gobierno de la Ciudad de México consiguió controlar los encharcamientos colocando costales y drenando el agua, para vecinos de la Coordinación de Xochimilco estas inundaciones son consecuencia de la construcción del puente y perjudicar al humedal.
“Desde su construcción ha habido más inundaciones en la zona, incluso los vecinos cercanos se inundaron en las mismas fechas, pero hasta cierto punto era evidente porque se quitó parte del humedal que sí permitía la filtración del agua y se cambió por grava y cemento”, indicó Armando Velázquez, integrante de la Coordinación de Xochimilco.
A pesar de esto, el nuevo Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT) propuesto por el gobierno capitalino, que es una guía de qué y cómo construir en la ciudad hasta 2035, propone la categoría de suelo rural en zonas que actualmente están categorizadas como de conservación. Principalmente, aquellas que han sido impactadas por asentamientos irregulares.
Anteriormente, el suelo sólo se dividía en conservación y urbano, pero por mandato de la Constitución Política de la Ciudad de México, esta vez la clasificación de zonificación incluirá también la de suelo rural.
“El problema es que con el suelo rural se pueden hacer actividades de desarrollo económico y productivo en más sitios, incluso en los que en este momento no tienen asentamientos humanos. Por lo que la preocupación es que lleguen a esas zonas de conservación, que son importantes porque se infiltra el agua”, explicó Velázquez.

En amarillo las nuevas zonas catalogadas como suelo rural, anteriormente clasificadas como de conservación. Fuente: PGOT.
De acuerdo con el PGOT, el suelo rural permite sólo actividad agrícola, pecuaria, piscícola y agroindustrial, además de la llegada de poblados rurales de baja densidad poblacional, así como equipamientos con comercio y servicios que den soporte.
Aunado a los cambios en la zonificación de la ciudad, vecinos también temen que haya irregularidades que permitan la entrada de desarrollos inmobiliarios al sur de la ciudad con el objetivo de construir zonas residenciales o de entretenimiento.
Principalmente en el Bosque de Agua, como se le conoce a la región boscosa que va desde el Tepozteco, la Sierra del Chichinautzin y las Lagunas de Zempoala; hasta el Ajusco y el Desierto de los Leones.
En 2014, recuerda Alejandro Velázquez, la movilización de vecinos organizados ya consiguió la suspensión del Fraccionamiento Tepepan Country Club, un proyecto de desarrollo residencial y club hípico, en Santa Cruz Xochitepec, Xochimilco.
Por su parte, en la zona de Cuemanco la Coordinadora de Xochimilco ha propuesto la demolición del puente, desde una perspectiva ambiental, y mejorar el transporte público en la zona.
“Realmente aquí lo debería preocuparnos a todos es el tema hídrico. Principalmente lo que ocurriría si las zonas boscosas se abren al suelo rural y trae repercusiones en el acuífero de la Zona Metropolitana”, agregó Velázquez.
Mientras tanto, se estará convocando a una movilización el 10 de noviembre para oponerse a las propuestas de ordenamiento territorial que tiene que ver con todo aquello que favorece al sector inmobiliario.
A su vez, la Coordinación preparan un documento que entregarán al Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la capital con puntos que consideran deben replantearse en la propuesta del Programa General de Ordenamiento Territorial, mismo que continúa en revisión.
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