El colectivo H2O Lerma contempla recolectar 30 toneladas de cascarón de huevo en lo que resta del 2021 para reducir contaminantes en el agua de Lerma, Estado de México. En una primera fase se trabaja con pozos y, en una segunda, se contempla limpiar el río Lerma.
El colectivo ha intervenido 7 pozos. El procedimiento consiste en zanjar sus alrededores con un metro de profundidad y depositar cascarón de huevo triturado, cal y óxido de magnesio. La mezcla absorbe metales, químicos y otros contaminantes, evitando que lleguen al agua.
“Se tiene que hacer en la temporada de lluvia, porque al llegar la lluvia y mezclarse con el calcio del cascarón, la caliza y el magnesio, (la mezcla) se disuelve y se forma una especie de cortina alrededor del pozo y entonces ya es un filtro”, dijo Elvia Arias, fundadora de H2O.

En tanto se protegen los pozos de las filtraciones de agua contaminada. El colectivo ha ganado notoriedad por su intención de limpiar el río Lerma. Arias explicó que analizan alcanzar esta meta a través de colocar la mezcla en plantas tratadoras de agua.
“Nuestra intención no es ocupar el cascarón para limpiar el río. Se ha interpretado un poco mal esa calificación. La gente piensa que vamos a arrojar el cascarón… lo que están haciendo las doctoras es crear el método, estudios de cantidades. La primera prueba que se hizo es poner el cascarón perfectamente molido en donde inicia la planta tratadora a recibir el agua. Se deja circular junto con el agua que va pasando y al final del proceso… se filtra y retiene (el cascarón) antes de mandar el agua al río”, expuso Arias.
Este plan conlleva retos, por ejemplo, una vez se retenga el cascarón con los metales pesados adheridos hay que identificar un sitio en el que se puedan desechar de forma segura.
Arias explicó que el colectivo está a favor de dejar de ensuciar el río, el cese de la contaminación ayudaría al río a limpiarse de forma natural con el correr del agua.
“El río se puede limpiar solo. De hecho, se puede notar en un tramo después de que el agua circula, hay lugares donde se logra recuperar por sí mismo. Nada más que entra en otra ciudad y comunidad, como tú sabes, todas las descargas de aguas urbanas son descargadas ahí. Y después otra vez la zona industrial vuelve a poner su granito de metales y se vuelve a contaminar”, dijo Arias.
En el 2014 el estudio de Greenpeace “Ríos tóxicos: Lerma y Atoyac. La historia de negligencia continúa” halló presencia de metales pesados como cadmio y cromo en ambos ríos.
“Constituye un factor de preocupación pues ambos metales tienen la calificación más alta en la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer…. Es sabido que los metales pesados representan un riesgo para la salud por su alta toxicidad y que la mayoría están clasificados como cancerígenos o probables cancerígenos para los seres humanos”, reza el trabajo.
Las secuelas de la contaminación ya son palpables en la localidad. Arias atribuye al agua la incidencia que existe de cáncer, insuficiencia renal, parkinson y alzheimer, entre otras enfermedades.
Una situación que hizo sospechar tanto al colectivo, como a las doctoras del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA) involucradas en este proyecto de limpieza del agua, en redirigir sus esfuerzos a los pozos de donde las personas consumen el agua.
Sin embargo, contar con el aval para zanjar los pozos no ha sido fácil. Para evaluar el progreso de la intervención se realiza una evaluación del agua antes de la zanja y otras después, un escrutinio del agua al que algunas autoridades se resisten, refirió Arias.
Los pozos intervenidos por el colectivo se hallan en: Lerma Centro, Villa Carmela en Lerma (pozo Tlaloc del sistema de agua de la Ciudad de México), Cedros 4000, El porvenir; en el municipio Capulhuac; IITCA pozo A027 (pertenece a la UAEM) en Toluca; y en Santiago Tianguistenco.

Expansión
Las campañas del colectivo han despertado la participación de la gente mediante la difusión de las colectas de cáscara de huevo en redes sociales y medios. El material se recolecta en puntos de acopio y luego se almacena en bodegas hasta que es utilizado.
“Yo creo que a ellos les pasó como a mí, todos estábamos con la idea de hacer algo. Afortunadamente, ahorita está despertando la conciencia por cuidar el planeta y me han manifestado que querían hacer algo pero no sabían qué. Al tener esta oportunidad con una alternativa tan fácil para poder participar todos, la verdad es que los siento muy esperanzadores, confiados, agradecidos”, dijo.
La iniciativa se ha replicado en otros puntos del país como Jalisco, Querétaro, Guanajuato, y de manera más incipiente en otras entidades. De esta manera la recolección ha acelerado su paso, de 5 toneladas recolectadas en el primer año del colectivo (2016), ahora es posible juntar dicha cantidad en una semana, a nivel nacional.
Pese al aumento en el ritmo de recolección de cáscara de huevo aún mantendrán los llamados de recaudación a la población de forma permanente, detalló Arias. Por cada kilo de huevo se obtienen 100 gramos de cascarón, y H2O Lerma utiliza una tonelada de cascarón por cada pozo.
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