Conmecoop urge atender la violencia en la pesca como un asunto de seguridad nacional

Grupos criminales controlan desde la captura hasta la comercialización de especies con un alto valor en el mercado como abulón, langosta, almeja y pulpo.
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Fuente: Daniela Reyes

En los últimos 10 años, grupos delictivos han afectado el sector pesquero y desatado una ola de violencia contra los actores de la cadena de producción que va desde cobros por salir a pescar hasta asesinatos.

Ante este escenario, la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop), que agrupa a 47 federaciones y 600 sociedades cooperativas, propone que la pesca ilegal sea considerada un problema de seguridad nacional.

“Uno de los puntos primordiales para nosotros es que la pesca ilegal y el tema de la comercialización ilegal sean considerados asuntos de seguridad nacional y que sea tratado en el Consejo Nacional de Seguridad. Nosotros, como cámara, es lo que podemos proponer”, señaló José Luis Carrillo, presidente de la Conmecoop.

Los grupos criminales merman las labores pesqueras

Además de los costos de operación y la burocracia para obtener permisos, los pescadores ahora tienen que enfrentarse a grupos delictivos que, en algunos lugares, tienen el control completo de las pesquerías, desde su captura hasta su comercialización, de acuerdo con Carrillo.

“Se suma a la pesca ilegal otro ingrediente que es el control de los grupos delictivos hacia los pescadores ilegales y hacia los pescadores ordenados, pero también se ha involucrado en el tema de la comercialización. Esto se ha intensificado notablemente en los últimos diez años”, dijo.

Añadió que los incidentes más comunes son el cobro por salir a pescar, la obligación de venderles la producción y de permitirles pescar sin permisos en la zona donde trabajan los pescadores y la comercialización del producto pesquero. Inclusive en los últimos dos años se han registrado asesinatos y amenazas hacia líderes pesqueros en México.

La situación de violencia tiene un impacto directo en los pescadores, quienes cada vez ven más complicado el desempeño de su trabajo y los está llevando a reconsiderar si continuar en él, señaló Alfonso Rosiñol, vicepresidente de pesquerías en la Cámara Nacional de las Industrias Pesqueras y Acuícolas (Canainpesca) y presidente de la misma Cámara en la delegación Baja California.

“Hay gente en la industria evaluando seriamente si continuar aquí o de plano ver si pueden girar a otro tipo de trabajo donde se puedan desempeñar. El riesgo principal es que dejen de pescar porque ya no les conviene o no quieren correr el riesgo, y eso podría traer otros problemas porque podrían entrar personas nuevas a pescar que no respeten las vedas, las cuotas y las tallas mínimas de captura”, señaló Rosiñol.

Actualmente, ni Canainpesca ni Conmecoop tienen un registro de los incidentes de violencia dirigidos hacia integrantes del sector pesquero, ya que las personas que son víctimas tienen miedo de hablar para informarle a las organizaciones y para interponer una denuncia. Lo único que han podido identificar es algunas pesquerías y regiones donde se han presentado agresiones más extremas como asesinatos.

“Hemos identificado que los lugares que se dan con mayor frecuencia y con mayor contundencia son los lugares donde los recursos pesqueros tienen un alto valor en el mercado internacional. El abulón, la langosta, la almeja chiluda y el pulpo, por ejemplo, tienen un alto valor y por eso es un incentivo para ellos”, señaló Carrillo.

El papel de las confederaciones y cámaras empresariales

Cuando se presenta un incidente de violencia hacia alguien del sector pesquero, las confederaciones y cámaras se reconocen rebasadas para hacer algo al respecto debido al alto riesgo de seguridad que implica para el pescador y para su familia, señaló Carrillo, por lo que recomiendan acudir a las autoridades, interponer una denuncia y solicitar protección.

A pesar de eso, el estar en una organización como Conmecoop o Canainpesca, ayuda para estar unidos y fuertes como sector cuando se requiera hacer algún reclamo a la autoridad.

“Al estar unidos en grupos con actores de todo México… hace que puedas abogar mejor por el sector. Creo que cualquier pescador que no esté afiliado a algún organismo puede ver en este aspecto un motivo más para unirse, para poder mencionar lo que está pasando y para que se haga más fuerte la voz de estas organizaciones. No debemos dejar de exigir que el gobierno haga uno de sus trabajos principales que es mantener la paz y la seguridad de la ciudadanía”, señaló Rosiñol.

Lo que está viviendo actualmente el sector pesquero, puede extenderse a otros sectores económicos y al resto de la sociedad, por eso para Rosiñol es importante que todas las personas se unan para exigir una vida y trabajo en paz. 

“Me preocupa mucho porque la violencia va evolucionando. Vivir la violencia como sector pesquero es preocupante pero es aún mayor saber que esto se puede extender al resto de la sociedad, estemos o no en este momento en la industria pesquera, y ahí es donde creo que todos debemos de exigir el poder vivir en paz y poder desempeñar nuestras actividades”, señaló Rosiñol.

Escrito por

Daniela Reyes

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