Construcción de puente vehicular arriesga a la laguna Nichupté

La construcción del que busca ser el segundo puente más largo de Latinoamérica está poniendo en riesgo al corazón de Cancún, la laguna Ni...
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La construcción del que busca ser el segundo puente más largo de Latinoamérica está poniendo en riesgo al corazón de Cancún, la laguna Nichupté. Durante cinco meses se han realizado las obras en la calle sin concluir el proceso de evaluación ambiental, un requisito indispensable.

El proyecto consiste en un puente vehicular que atravesará la laguna Nichupté para conectar el centro de Cancún, Quintana Roo, con la zona hotelera. Será de 8.8 kilómetros de largo y se posicionaría como el segundo más largo de América Latina.

La intención es mejorar los problemas de movilidad y congestionamiento vial que se incrementan con el turismo, explican las autoridades.

Las obras están siendo financiadas por el gobierno federal, que se coordina con los gobiernos a nivel estatal y municipal. La firma Ingenieros Civiles Asociados (ICA) es la contratada para desarrollar el puente. 

Se estima que se invertirán 6 mil 416 millones de pesos, de acuerdo con la Cuenta Pública, documento donde quedan registrados los gastos del gobierno de México. 

Vista de la laguna Nichupté en Cancún, Quintana Roo. Foto: Elizabeth Ruíz/Cuartoscuro.com

“Esta obra no es una solución adecuada para la problemática vial que tenemos. Se supone que para eso lo están haciendo (el puente vehicular), pero en realidad lo que tendrían que estar haciendo (las autoridades) es eficientar el transporte público”, señaló Araceli Dominguez, presidenta del Grupo Gema del Mayab A.C.

En la zona hotelera de Cancún ya no cabe otro auto, afirmó.

Desde 1983, el Grupo Gema del Mayab se ha dedicado a la defensa ambiental mediante la vía legal y la divulgación. Al igual que otros grupos de organización local han participado en la defensa del santuario de la tortuga marina Xcacel-Xcacelito y los manglares de Tajamar, ambos en Cancún.

“La laguna Nichupté está en condiciones de deterioro. Está muy contaminada porque buena parte de las plantas de tratamiento no tienen eficiencia para su trabajo, pero tampoco tienen capacidad para manejar tanto volumen que ha incrementado por la zona hotelera”, explicó Domínguez.

Sin embargo, las obras iniciaron en julio pasado cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo en una visita a Quintana Roo. 

Esto mientras la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que es un requisito para que puedan empezar las obras, se encontraba en pausa bajo el estatus de “ampliación de plazo” de junio a diciembre por un requerimiento que hizo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al promovente.

La MIA es un estudio técnico-científico a cargo del promovente del proyecto para demostrar los efectos que puede ocasionar su obra o actividad sobre el medio ambiente. Ésta se presenta ante la Semarnat para que la evalúe y determine si autoriza el proyecto.

Actualmente, el estatus de la MIA sigue en el envío pendiente para concluir la revisión. Ésta se encuentra disponible por parte de la Semarnat y está catalogada como un proyecto de nivel de “impacto neto positivo”.

A la par, se proponen medidas de mitigación como la reforestación de 2.36 hectáreas que serán afectadas temporalmente; la rehabilitación de una superficie de 306.6 hectáreas de humedales; y la donación de 305.85 hectáreas de terrenos del estado de Quintana Roo a la Semarnat.

La apuesta es el crecimiento hotelero y comercial en Cancún, que está posicionado como el destino turístico con playa más visitado de México. 

Sección terrestre y laguna del puente vehicular Nichupté presentado en la MIA. Fuente: Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional.

Vista de la laguna Nichupté en Cancún, Quintana Roo. Foto: Elizabeth Ruíz/Cuartoscuro.com

Sobre los impactos ambientales que puede traer la expansión en el sistema lagunar de 3 mil 500 hectáreas, que tiene una afluencia con el Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté, mismos que se encuentran en riesgo.

Los manglares son un tipo de humedal que ayudan a procesos vitales como ser zona de amortiguamiento para inundaciones y tormentas, al tiempo que son hogar de múltiples especies.

Además de invertir en transporte sobre el vehículo particular, para el Grupo Gema del Mayab es necesario recuperar la laguna, pues temen que el crecimiento hotelero considerado con la llegada del puente afecte más al ecosistema.

“Lo que nosotros propusimos en la consulta pública que se hizo, y en algunas de las consultas que tuvimos directamente con la presentación del gobierno del estado, es que antes que hacer crecer (desarrollo hotelero), lo que se necesitaba es sanear la laguna Nichupté”, comentó Domínguez.

Pero sobre las acciones contra la contaminación, aún no hay estudios ni medidas concretas.

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