Contaminación, cifras negras y movilizaciones rodean a los incendios en basureros de La Paz

Los restos del megaincendio en el relleno sanitario de La Paz, Baja California Sur, han quedado sepultados bajo montones de tierra junto ...
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Los restos del megaincendio en el relleno sanitario de La Paz, Baja California Sur, han quedado sepultados bajo montones de tierra junto con bolsas, cartones, botellas, llantas y residuos que llegan de la ciudad. El vertedero que hasta hace tres meses era cerros de basura a la intemperie, hoy parece más un desierto con algunos restos que brotan entre la tierra.

Esta es una de las principales medidas que han tomado las autoridades municipales: enterrar hasta el 90% de los residuos que hay en el basurero a cielo abierto para evitar más incendios.

Una acción que, si bien ha hecho frente a los desastres, aún despierta sentimientos contradictorios entre ambientalistas y vecinos de La Paz, quienes se preguntan si la solución sólo quedará en sepultar la basura.

Relleno Sanitario de La Paz. Foto: Patricia Ramírez.

El incendio reciente más grave en el basurero de La Paz ocurrió la noche del 13 de febrero. Para poder controlarlo se necesitaron 50 personas, 9 pipas y 5 dompes de arena. El impacto derivó en una contingencia ambiental y una pluma de humo mayor a los 22 kilómetros que afectó a 30 colonias, de acuerdo con los reportes tras el siniestro.

La cobertura y los esfuerzos se enfocaron en el megaincendio que ocurría en la ciudad de La Paz. Pero a una hora del lugar, en las comunidades de Todos Santos y El Pescadero también pertenecientes al municipio, se percibía humo proveniente del basurero ubicado entre ambos poblados.

“En el relleno sanitario de La Paz sí hay incendios, pero se dan aún con mayor frecuencia en Todos Santos y El Pescadero. En medio de estas dos comunidades hay un vertedero que no cuenta con las condiciones necesarias”, describe en entrevista Mayra Gutiérrez, directora de Ponguinguiola A.C., una organización dedicada al manejo de residuos en Baja California Sur.

Los incendios en el basurero de Todos Santos han sido tan frecuentes que, de acuerdo con vecinos de la región, desde 2020 ocurren hasta un par de veces por semana.

Sin embargo, datos entregados vía transparencia por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) indican que, de enero de 2018 a marzo de 2022, sólo se tiene registro de 12 incendios en rellenos sanitarios de Baja California Sur, de los cuales 7 se reportaron en La Paz y los otros 5 en Loreto.

En un panorama nacional se tienen contabilizados 180 incendios en rellenos sanitarios durante el mismo periodo. Baja California Sur es el estado que ocupa el quinto lugar de incidencia durante estos años. El primero es Michoacán con 27; seguido por Guanajuato con 19; Veracruz con 18, y Estado de México con 13.

Pero los hechos indican que las cifras oficiales se quedan cortas. Al respecto, el Cenapred explica en su respuesta que, en México, sólo 82 de los 767 sitios de disposición de residuos sólidos que existen tienen las características necesarias de infraestructura y operación.

Siguiendo las mismas cifras, el 44.49% de los residuos que se generan en el país se confinan en basureros reconocidos oficialmente. Lo anterior implica que no se sabe el destino de más del 50% de la basura generada ni los efectos que tiene su manejo.

“Ese es uno de nuestros problemas (en Todos Santos), que no hay datos porque no es considerado un basurero, es un tiradero sin ninguna precaución, sin ninguna estrategia… Las autoridades están tan ensimismadas en la capital que no voltean a ver a las zonas rurales a pesar de que se tiene un crecimiento que debe ser manejado como una urbe”, señaló Juan Salvador Aceves, habitante de Todos Santos y coordinador de proyectos en Cero Basura, una alianza ciudadana que se formó a raíz de los desastres en el vertedero.

Del total de incendios que documentó Cenapred, 13 ocurrieron en 2018; 48 en 2019; 43 en 2020; 58 en 2021, y 18 en el periodo de enero a marzo de 2022.

Sin embargo, para dimensionar la complejidad de las estadísticas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente también reportó vía transparencia las denuncias que recibió por incendios de 2018 a 2022.

Destacan casos como Aguascalientes con 4 denuncias, pero donde el Cenapred no cuenta con registro de incendios; o Zacatecas con 15, que contrasta con los dos incendios referidos por la segunda institución.



La basura quemada

Desde tres kilómetros antes de llegar al vertedero de Todos Santos, la basura se aglomera en los costados del camino.

Durante años, el sendero de bolsas con residuos y el olor a desperdicio fueron el complemento del paisaje árido. Una imagen que es recurrente para quienes no habitan en las ciudades principales.

“Baja California Sur tiene comunidades muy aisladas y por lo tanto no hay rellenos sanitarios en forma, lo que tienen son tiraderos a cielo abierto. Y efectivamente se pone mucha más atención a Cabo San Lucas, La Paz y Loreto porque es donde tenemos poblaciones más grandes y turísticas”, señala Mayra Gutiérrez.

La Norma Oficial Mexicana 083 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (NOM-083-SEMARNAT-2003) desglosa una serie de requerimientos con los que deben contar los rellenos sanitarios bajo un enfoque de protección ambiental.

Se enlistan barreras geológicas naturales; un sistema de captación y extracción del lixiviado (como se llama a los líquidos que se originan en los residuos que no tienen un tratamiento adecuado); drenajes pluviales; áreas de emergencia para la recepción de residuos sólidos. Además de obras complementarias como caminos de acceso, cerca perimetral, casetas de vigilancia y hasta servicio médico.

Pero es la falta de este tipo de infraestructura y servicios lo que ocasiona que no exista una disposición y tratamiento, y que uno de los resultados sean los incendios producto de la amplia exposición de basura. O bien, que sea el mismo personal de los basureros quienes quemen los residuos para disminuir la cantidad.

Esto último regularmente se realiza bajo el respaldo de la misma NOM-083-SEMARNAT-2003, la cual establece que “una vez que los volúmenes y la edad de los residuos propicien la generación de biogás y de no disponerse de sistemas para su aprovechamiento conveniente, se procederá a su quema ya sea a través de pozos individuales o mediante el establecimiento de una red con quemadores centrales”.

Sin embargo, es usual no contar con estos pozos o redes de quemadores que podrían ayudar a un control efectivo y con menores riesgos que un incendio accidental.

En agosto de 2020, un grupo de ciudadanos de Loreto voló un dron sobre el basurero de su municipio para evidenciar que la quema de basura se daba de forma planeada, como una salida ante la falta de manejo y la acumulación de residuos. Al igual que en Todos Santos, las quemas podrían repetirse hasta dos veces por semana.

“Puedo decir sin miedo a equivocarme que la mala administración y la falta de inversión ocasiona esto… Es sumamente molesto el tener que respirar el plástico quemado, no hay estudios en la región de las afectaciones relacionadas con las enfermedades respiratorias, pero yo deduzco que no es sano”, agregó Juan Salvador Aceves durante la entrevista.

Registro de incendio en basurero de Todos Santos Pescadero desde el camino de acceso. Foto: Juan Salvador Aceves/Alianza Cero Basura.

La historia de los incendios en los rellenos sanitarios de Baja California Sur aún no termina de contarse. Tanto Mayra Gutiérrez como Juan Salvador Aceves que trabajan comunitariamente reconocen que las autoridades municipales están más dispuestas a tomar medidas y entablar un diálogo.

“Yo quiero pensar que era pura miopía gubernamental y la falta de interés por lo que no se habían tomado medidas… Pero no quiero cantar albricias porque todos los que vivimos en este país sabemos que no podemos quitar el dedo del renglón siendo ciudadanos. Tenemos la pésima experiencia de que se dan estas luces de acción de las autoridades y de repente claudican”, advierte Aceves.

Hasta el momento, el basurero de La Paz ha sepultado la basura para evitar más incendios por la exposición. Además, se han instalado cortafuegos en distintos puntos del relleno para disminuir el impacto en caso de incendio.

Respecto al vertedero de Todos Santos y El Pescadero, hace un mes entró una máquina para realizar acomodos en el relleno sanitario y comenzó a controlarse el acceso.

“Sin quitar responsabilidad a las autoridades, empezamos a desarrollar una estrategia que radica en reducir el número de basura que llegue al basurero, no tanto resolver el basurero, sino ir desde el origen”, indicó Aceves como coordinador de proyectos de la Alianza Cero Basura.

La estrategia es redonda, según lo explica. Se habla de generar un centro de composta para los residuos orgánicos que, de acuerdo con un censo realizado por Cero Basura, son mayoritarios en la comunidad. También habla de economía circular donde las familias puedan obtener una ganancia por el procesamiento de la basura.

Desde la ciudad de La Paz, Mayra Gutiérrez comparte la estrategia de la educación ambiental y la economía circular que impulsa Ponguinguiola A.C.

“Podemos empezar a hacer emprendimientos locales que puedan capturar estos residuos. Los compostables pueden aprovecharse y los reutilizables tener una forma de no llegar directo al relleno sanitario. Buscamos crear una economía funcional que pueda resolver al menos el 80% de la basura”, explicó.

Aunque en Baja California Sur el tema de la basura va más allá de los incendios en rellenos sanitarios, estas primeras acciones representan pasos para hacer frente a otros problemas como la contaminación de los mares y los residuos que dejan las inmobiliarias y la actividad agrícola.


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