Pescadores, organizaciones civiles y empresas comercializadoras en Yucatán están en la búsqueda de la certificación internacional del Marine Stewardship Council (MSC), un distintivo que avala la sostenibilidad de las pesquerías. Con esta acreditación, el pulpo maya accederá a nuevos mercados internacionales y, al mismo tiempo, garantizará mejores ingresos para las comunidades pesqueras de la región.
En entrevista con Randyr Castillo, presidente de la Alianza por el Pulpo en Yucatán, A.C. y director de la empresa Congelados Jokara, así como con el doctor Miguel Ángel Gamboa, asesor científico del proyecto, explicaron que es la primera vez que esta pesquería entra en un proceso de certificación en el estado.
Actualmente, se encuentra bajo evaluación con los estándares de Fishery Progress, un sistema que mide si la actividad cumple con criterios de sostenibilidad.
Castillo resaltó que uno de los principales atractivos de la certificación es el acceso al mercado europeo porque esto les da valor agregado y de este modo es posible otorgar un mejor precio al producto.
“Los compradores en los países europeos nos suelen preguntar si lo que les ofrecemos cumple con la talla correcta, si se pesca de manera artesanal y si en un futuro no se afectará a la pesquería”, explicó.
La pesquería de pulpo es una de las más importantes de México. Fuente: Claudia Novelo.
Durante la auditoría, organizaciones civiles como Comunidad y Biodiversidad (COBI) capacitan a los pescadores para fortalecer sus prácticas. Entre las recomendaciones se encuentran evitar la participación de menores de edad en las actividades, incluir a mujeres en igualdad de condiciones que los hombres, pagar salarios equitativos, respetar las vedas y cumplir con las tallas mínimas de captura.
El Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura establece que el pulpo debe capturarse con una talla mínima de 11 centímetros y un peso mayor a 450 gramos. Castillo subrayó que cumplir con estas medidas y contar con la certificación le dará un valor agregado a la pesquería de pulpo para su venta en el extranjero.
De acuerdo con estudios de COBI, la pesquería de pulpo en Yucatán es la más importante de México y una de las más grandes del mundo ya que genera más de 15 mil empleos directos y posiciona al país como el primer productor de pulpo en América y como el tercero a nivel global. Solo en 2021 alcanzó un valor de 250 millones de dólares.
Como parte del proceso de certificación también se trabaja en la actualización del plan de manejo pesquero del pulpo que ha estado vigente desde 2014.
“Todavía no se ha terminado de oficializar, pero ya está en un proceso más adelantado que no se tenía”, explicó Gamboa.
Los pescadores yucatecos se involucran en el proceso de certificación. Fuente: Claudia Novelo.
Se ha socializado el proyecto con pescadores y con instituciones como el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables y la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura. También cuentan con la colaboración de centros de investigación especializados en estudios biológico-pesqueros del pulpo para estimar el estatus poblacional de la especie.
“Todo esto es para una mejora pesquera, todo a favor de que la especie tenga un buen manejo, conservación y preservación”, indicó Gamboa.
Actualmente, en Yucatán son pocas las plantas procesadoras certificadas para enviar producto a Europa, pero se espera que este proceso contribuya a que las existentes adopten mejores prácticas.
Con la certificación se garantiza que la pesca de pulpo es sustentable en la entidad. Fuente: Claudia Novelo.
La Alianza por el Pulpo en Yucatán agrupa a 17 cooperativas y empresas comercializadoras ubicadas principalmente en Progreso, El Cuyo, Celestún y Dzilam de Bravo.
“De estas ya hay quienes envían a países como España, Grecia, Italia, Rusia, Estados Unidos y otros, pero con la certificación del pulpo maya, el precio podría aumentar”, describió Castillo.
Cada año, desde Yucatán se exportan alrededor de 14 mil toneladas de pulpo, y se prevé que esta cifra tenga un mejor precio de venta.
Para pescadores como Carlos Andrés Gómez, de Celestún, la certificación significa un sello de calidad y la oportunidad de asegurar su futuro económico.
“Es muy importante que el pulpo cuente con una certificación. En este proceso nos dan asesorías, dan mucha información sobre cómo manejar la pesquería del pulpo. También hemos aprendido cómo debemos hacer la limpieza de la embarcación, de la nevera y de todo el proceso porque así cumplimos con requisitos específicos. Confiamos que esto traerá mejores ingresos para nosotros”, aseguró.
*Este artículo fue escrito por Itzel Chan, quien cubre comunidades costeras gracias al apoyo del programa Report for the World.
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