Por Laura Cruz
- La construcción de edificios, centros comerciales y carreteras obstaculiza cada vez más la ruta que todos los años emprenden los cangrejos azules desde el manglar hacia el océano para reproducirse.
- El desarrollo urbano y la poca planificación ecológica se traduce en pérdida de hábitat para esta amenazada especie.
Los cangrejos son clave para mantener la salud de los manglares y expertos advierten que su desaparición podría hacer colapsar todo el ecosistema en la zona.
Cada año, miles de cangrejos azules emergen de los manglares de la Riviera Veracruzana y emprenden su travesía hacia la playa. Es un espectáculo que ocurre al caer la tarde, incluso en medio del concreto y el ruido urbano. Entre junio y septiembre, miles de cangrejos azules (Cardisoma guanhumi) son guiados por la luna llena hacia el océano donde las hembras, después de ser fertilizadas, liberan sus larvas que, más tarde, regresan a los manglares para crecer y completar su ciclo de vida. El problema es que hoy este viaje es una carrera llena de obstáculos. Los cangrejos deben cruzar avenidas iluminadas, carreteras de intenso tráfico y fraccionamientos amurallados [zonas urbanizadas divididas en lotes o viviendas con infraestructura propia como calles, servicios y áreas comunes].
La Riviera Veracruzana es una franja costera que ha experimentado en la última década el mayor auge inmobiliario del estado de Veracruz. Allí, la zona conurbada Veracruz–Boca del Río, ubicada entre los municipios de Medellín y Alvarado, poco a poco se ha transformado con desarrollos inmobiliarios de lujo.
El progreso se mide en torres frente al mar y plazas comerciales que prometen exclusividad y estatus social. Sin embargo, en el asfalto y las bardas perimetrales se libra una batalla silenciosa: la supervivencia del cangrejo azul, una especie emblemática de los ecosistemas costeros.
Frente a la costa veracruzana se observan altos edificios que afectan la ruta del cangrejo azul. Foto: Laura Cruz.
La expansión inmobiliaria, impulsada por el auge turístico, junto con un desarrollo urbano carente de planificación ecológica, fragmenta el hábitat del cangrejo azul y altera los ciclos naturales que han sostenido su existencia. En concreto, la urbanización ha invadido manglares, destruido madrigueras y obstruido rutas migratorias dejando al cangrejo azul sin espacio para cumplir su ciclo de vida.
Desde el año 2005 hasta la fecha, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha aprobado un total de 58 fraccionamientos y, de acuerdo con ambientalistas, eso ha hecho que esta especie enfrente hoy su mayor amenaza.
“Lo que para algunos representa progreso, para esta especie significa una cuenta regresiva”, advierte Carlos Alberto Butrón Valenzuela, biólogo marino de la asociación Justicia y Conciencia Ciudadana, una organización que ha logrado obtener amparos y presentar demandas en temas ambientales clave para la región.
El riesgo, además, es que el cangrejo azul cumple una función clave para los ecosistemas que podrían verse afectados ante la disminución de la especie.
“El cangrejo azul no sólo oxigena la tierra, también regula el equilibrio ecológico y sostiene procesos vitales para la biodiversidad. Su desaparición implicaría mucho más que una pérdida biológica, sería el inicio de un colapso ambiental en la región”, advierte César Meiners Mandujano, investigador del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana.
Pérdida del hábitat del cangrejo azul
En la Riviera Veracruzana cada vez son más los fraccionamientos que se construyen a escasos metros del manglar, un ecosistema protegido por la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. De esta manera, más bardas [estructura construida para delimitar, proteger o dividir espacios, comúnmente utilizada en terrenos, casas o instalaciones] se interponen en el paso del cangrejo azul, bloqueando su camino hacia el mar y poniendo en riesgo su ciclo de vida.
“Anteriormente los hábitats se modificaban en 40 o 50 años, permitiendo que las especies cambiaran poco a poco su forma de vida o sus trayectorias de migración. Sin embargo, con la nueva urbanización, un entorno se modifica en cuestión de meses y no da tiempo a que las especies se adapten, causando un caos tremendo”, advierte el biólogo Carlos Butrón.
Los obstáculos no solamente se dan en la travesía que cada año los cangrejos emprenden para su reproducción, sino que en el día a día también su sobrevivencia se ha convertido en un reto.
En este año 2025 se han autorizado 58 fraccionamientos en la zona. Foto: Laura Cruz.
“Ellos necesitan un espacio abierto para construir sus madrigueras y salir de noche a buscar alimento”, explica Meiners. “Además, con menos espacio hay menos madrigueras y comienzan las peleas entre ellos mismos por el territorio y la comida”, agrega el experto.
Uno de los hábitats más importantes para la especie es la Laguna de Mandinga, perteneciente al municipio de Alvarado, que forma parte de la Riviera Veracruzana. Este entorno ha sido profundamente alterado. Dunas naturales han sido niveladas para la construcción de fraccionamientos, se han introducido especies vegetales ajenas al ecosistema y, según Butrón, “los grandes fraccionamientos botan sus aguas residuales a la laguna que tienen al fondo, que es la laguna de Mandinga”. De acuerdo con el experto, “aunque son supuestamente aguas tratadas, dañan el medio ambiente, cambian el PH, el equilibrio ecológico de plantas y peces que viven y que depositan a sus crías en esas zonas”.
La Laguna de Mandinga es uno de los hábitats más importantes para el cangrejo azul. Foto: Laura Cruz.
Mongabay Latam intentó consultar al Ayuntamiento de Alvarado para confirmar la información proporcionada por Butrón pero hasta la publicación de esta nota no obtuvimos respuesta.
Lo que sí es un hecho, es que el Sistema Lagunar Costero de Mandinga (SLCM) experimentó importantes transformaciones en los últimos 17 años.
De acuerdo con una investigación científica publicada en 2021 por la Universidad Autónoma Metropolitana, la superficie del bosque de mangle disminuyó 107 hectáreas entre 2000 y 2017 lo que representa una tasa de pérdida anual del 1.02%. Según el estudio, el principal factor que contribuyó a esa pérdida es el crecimiento de los asentamientos humanos.
Científicos de todo el mundo llevan décadas advirtiendo sobre la importancia de conservar los manglares. Y es que se trata de ecosistemas clave para la lucha contra la crisis climática puesto que protegen a las costas de las tormentas, son grandes almacenadores de carbono y son el hábitat de numerosas especies, entre ellas el cangrejo azul.
Cada vez hay nuevas construccciones en la Riviera Veracruzana. Foto: Laura Cruz.
Por lo mismo, los manglares están protegidos bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, donde se clasifican como una especie forestal "Amenazada".
En el 2016, Sergio Armando González, presidente de la Asociación Earth Mission encabezó la primera campaña de rescate del cangrejo azul en la Riviera Veracruzana. La campaña consiste en ayudar a los cangrejos a cruzar de un lado a otro y crear conciencia en los habitantes de la zona para respetar el ciclo natural y reproductivo de la especie.
Una de las personas que este 2025 decidió participar del rescate fue Ana León, estudiante universitaria y creadora del blog Hablemos de Biología. Junto con otros voluntarios se apostó en la entrada de Mandinga durante varias noches —antes, durante y después de la luna llena de agosto— para ayudar a los cangrejos hembra en su travesía hasta el mar para desovar y devolver cuidadosamente a los machos al manglar.
“La verdad es que está imposible la bajada de Mandinga, que es donde más cangrejos salen. Lo primero con lo que se topan es la carretera. Si cruzan la carretera, se cruzan con una plaza comercial, y luego se cruzan con otro fraccionamiento. Es imposible que un cangrejo logre pasar todos estos obstáculos. Lo que hacemos es facilitarles el camino”, explica.
Las cifras de rescate de ejemplares han ido en decremento en los últimos tres años. En 2023 fueron 7000 y en 2024 apenas 2000. Este año fue el más crítico ya que se calcula que solo 500 cangrejos lograron ser asistidos en un periodo de tres meses.
Un reloj ecológico en cuenta regresiva
El cangrejo azul es un verdadero ingeniero ecológico que sostiene la vida en los manglares. Al remover el suelo durante sus excavaciones lo oxigena acelerando la descomposición de materia orgánica y favoreciendo a otras especies. Por eso, su desaparición podría desencadenar el colapso de todo un ecosistema, advierte Mainers, afectando la pesca, la protección costera y la biodiversidad.
“No es que el cangrejo azul desaparezca por completo, porque su distribución abarca desde Massachusetts hasta Brasil, incluyendo el Golfo de México. Pero en esa localidad específica, su presencia podría extinguirse”, sostiene.
En esta zona del país, el cangrejo azul está en riesgo. Foto: Laura Cruz.
Actualmente la pesca del cangrejo azul tiene una veda que coincide con su época de desove. El objetivo es lograr que sus poblaciones se recuperen. Margarito Enríquez, representante de la Federación de Pescadores de Boca del Río, recuerda que antes la captura de cangrejo azul era abundante. “En una sola noche podíamos recolectar entre 20 y 30 docenas de manos de cangrejo [patas delanteras que les sirven principalmente para alimentarse y defenderse]. Hoy la cifra ha caído en un 90%”, lamenta.
La disminución es tal que hace varios años la docena se vendía en hasta 80 pesos (4.36 dólares), pero actualmente su precio en el mercado supera los 200 pesos (10.89 dólares). Aunque muchos pescadores han redirigido sus esfuerzos hacia la captura de otras especies, reconocen que la pérdida de manglares y la disminución de la población de cangrejo azul han afectado profundamente su oficio.
“Anteriormente nosotros pescábamos el cangrejo azul con la mano. Nos íbamos a las orillas de los ríos, cerca de los manglares y ahí lo encontrábamos”, cuenta el pescador.
Autoridades y desarrolladores: entre el progreso y la conservación
Decenas de inmobiliarias se promocionan en internet y con grandes anuncios ofreciendo lujo y exclusividad, pero desde el año 2008 el municipio de Alvarado no cuenta con un programa de ordenamiento territorial actualizado, lo que limita la planificación adecuada del desarrollo urbano y ambiental en la región. De acuerdo con la Gaceta Ecológica de la Semarnat, 14 proyectos inmobiliarios, turísticos y comerciales fueron evaluados entre enero y septiembre de este año.
Los ejemplares de cangrejo azul tienen que cruzar carreteras para llegar al mar. Foto: Laura Cruz.
En la Riviera Veracruzana no existen pasos de fauna, ni acciones concretas para contrarrestar el daño, pero sí propuestas ciudadanas. Este año se logró poner en marcha una campaña en Actívate, una plataforma digital que fomenta la participación social para generar acciones concretas. Con la recolección de más de 7000 firmas, los habitantes de la riviera Veracruzana solicitaron a la Semarnat y a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca que otorguen protección legal inmediata a las zonas de desove del cangrejo azul, declarándose como refugios temporales, así como la prohibición de actividades de pesca y construcción durante su temporada reproductiva.
También solicitaron al Ayuntamiento de Alvarado y al Gobierno del Estado de Veracruz que exijan a los fraccionamientos y desarrollos inmobiliarios incluir corredores ecológicos o túneles para fauna silvestre, de tal manera que se protejan las rutas migratorias del cangrejo azul. A la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y a la Policía Municipal de Alvarado se les pidió aplicar sanciones contra la pesca ilegal, realizar operativos nocturnos y establecer multas a quienes capturen o comercialicen esta especie fuera de temporada. También se propuso al Instituto de Ecología y a la Secretaría de Medio Ambiente de Veracruz implementar un programa de repoblamiento del cangrejo azul.
Con excepción de la alcaldía de Alvarado, Mongabay Latam tampoco recibió respuesta del Gobierno del Estado de Veracruz para saber si se está avanzando en acciones concretas para proteger a la especie.
En Alvarado, Veracruz, hay personas que hacen esfuerzos por el rescate del cangrejo azul. Foto: Laura Cruz.
De acuerdo con el gobierno municipal de Alvarado, “la Riviera fue creciendo de manera desmedida en años anteriores [a la administración actual] y en estos momentos lo que nos resta es buscar las mejores oportunidades”. Según la alcaldesa Lizzete Álvarez Vera, “lo único que tenemos que hacer es respetar nuestros humedales, nuestros manglares, respetar la zona de hábitat del cangrejo azul, pero el que tiene un terreno en la Riviera Veracruzana y quiere desarrollarlo no tenemos por qué restringir el desarrollo de una ciudad. El desarrollo y el crecimiento de un municipio, de una ciudad o de una zona, no lo podemos restringir porque el cangrejo azul pasa por la vía o transita por la carretera”.
Como representante del Partido Verde Ecologista de México, la alcaldesa enfatizó su compromiso con un gobierno “verde”. Sin embargo, en la práctica, la urbe en la Riviera Veracruzana continúa creciendo con nuevos fraccionamientos, muchos de ellos aprobados mediante Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAs) cuya legitimidad ha sido cuestionada.
Para Butrón y Meiners, la decisión de proteger al cangrejo azul debería involucrar a los gobiernos municipales, al estatal y al federal puesto que si desaparece la especie el equilibrio de todo un ecosistema se vería amenazado.
* Este texto es parte de una alianza periodística entre Mongabay Latam y Causa Natura Media.

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