En medio de un frenesí de trabajadores que acarrean pescados y mariscos se adentra la mañana en el segundo mercado de pescados y mariscos más grande del mundo. La Nueva Viga en la Ciudad de México huele a pescado y más de uno asegura que basta una visita para quedar impregnado de este olor para el resto del día. Mil toneladas, como sucede a diario, están por venderse, pero las dudas sobre la procedencia de los productos saltan a la vista.
Desde muy temprano los comerciantes de La Nueva Viga se preparan para la venta. Foto: Patricia Campos
Sobre una capa de hielo venden dorado. Estos largos ejemplares han sido traídos de Oaxaca, asegura un vendedor. Es 8 de marzo y el dorado es abundante entre los locales. Este ejemplar que se pesca regularmente en la pesca deportiva se vende aquí bajo el argumento de que ha sido pescado de forma incidental, es decir sin ser la especie objetivo ha resultado en una captura no intencionada.
“Hay una falta de regulación de la autoridad porque pues van a ver, aquí y en el pasillo de allá, muchísimo dorado. Esto claramente nos dice que no se está manejando como pesca incidental, sino que se está comercializando como si fuera una pesquería comercial”, comenta Mariana Aziz, directora de campañas en transparencia de Oceana.
Grandes cantidades de El Dorado se venden en estas fechas en el mercado. Foto: Patricia Campos.
Sin embargo, debido a que no se trata de una especie apta para comerciar, tampoco hay medidas de manejo ni de conservación para El Dorado. “Cómo regulas cuánto se está sacando, dónde, cómo”, cuestiona Aziz, preguntas que podrían quedar resueltas a través de avisos de arribo, documento donde se asientan los datos de las capturas comerciales.
En otro local venden tiburón. Las tallas según sostienen los representantes de Oceana siguen siendo las de juveniles. Una situación que impide la reproducción de la especie. No obstante, a los ojos de los vendedores locales se trata de tiburón.
“El problema es que el cazón es un tiburón de talla pequeña, o sea, incluso en la edad adulta es pequeño y muchas veces estos juveniles, no bebés, los venden como si fueran cazón cuando en realidad pues no es esta especie, sino que es solo una especie bebé de un tiburón que debería ser mucho más grande y pues no se le permite llegar a una edad adulta y a reproducirse”, comenta Aziz.
Tiburones de talla chica son vendidos en La Nueva Viga. Foto: Patricia Campos.
Por su parte, las autoridades sostienen que las ventas de pescados y mariscos cumplen con los requisitos de ley.
Rogelio Hernández Villegas, director del Instituto Nacional de Fomento del Consumo de Productos Pesqueros, justificó que el dorado que se vende en la Nueva Viga, en ocasiones, es resultado de la pesca incidental que ocurre en la pesca de atún.
“Y el tiburón, pues viene en una misma pesca de la red de arrastre y se lo traen lo sacan en el momento en que ya está afuera y anteriormente tenían la mala costumbre mala de devolverlo al mar. Ya estaba muerto, estás contaminando”, dijo Hernández, quien también está a cargo de las relaciones públicas del mercado.
Estos productos de pesca incidental también se registran y son más baratos que la pesca regular, llegando a hasta un 60% más económico del precio normal, sostuvo.
Rogelio Hernández defendió la procedencia legal de los productos que se venden en el mercado. Foto: Patricia Campos.
El producto se inspecciona a la llegada por parte de las autoridades, apunta el administrador del mercado Roberto Gutiérrez Ambríz, presidente del Consejo de Administración de la Sociedad Nacional de introductores y distribuidores de pescados y mariscos.
Los pescados y mariscos deben contar con un destinatario, al tiempo que deben mostrar su legal procedencia a los inspectores de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) para poder ser vendidos en la central, apuntó Gutiérrez.
Vendedores muestran producto a consumidores. Foto: Patricia Campos.
Norma de trazabilidad
Una norma de trazabilidad ha sido exigida por organizaciones civiles. Con ella sería posible saber información básica de dónde, cuándo y cómo fue pescado un producto.
“Nosotros hemos promovido junto con el sector pesquero con otras organizaciones una norma de trazabilidad justamente para tener la certeza de lo que estamos consumiendo. Ahorita como podemos ver en la Nueva Viga, pues se vende mucho producto y si no está el pescado entero, la verdad es que no podemos saber con certeza, pues qué producto es el que nos están vendiendo”, comentó Aziz.
La práctica de sustituir un producto por otro en la venta de mariscos fue documentada en el reporte “Gato X Liebre” de bacalao de la organización. A través de la recolección de 57 muestras, tomadas en diciembre del 2018 y enero 2019, en supermercados, pescaderías y restaurantes de la Ciudad de México se encontró que el 31% presentó sustitución de especies.
Oceana apuntó que han detectado la sustitución de merluza por bacalao. Foto: Patricia Campos
La trazabilidad contribuye a reducir el mercado negro de pescados y mariscos al garantizar el origen legal; al tiempo que apoya a las comunidades pesqueras que cumplen con todas las normas de manejo y conservación.
Sin embargo, el proyecto de norma de trazabilidad pesquera lleva 2 años detenido en las oficinas de Conapesca, refirió Aziz.
En La Nueva Viga comercializa el 65% de la producción nacional de pescados y mariscos. Un muestreo realizado por Oceana destaca que los productos con mayor disponibilidad a lo largo del año son salmón y tilapia.
En el caso de este último, según datos de la Secretaría de Economía de 2021, la importación de la tilapia ascendió a 257 millones de dólares, 99% proveniente de China; mientras que la de salmón a 113 millones, 95% proveniente de Chile. Una prueba de que el “mercado es dominado” por productos importados, se asegura en un comunicado.
Vendedores descargan la mercadería que venderán ene l día. Foto: Patricia Campos.
“No es que sea un problema que sea importado, sino que sea importado trae varios retos. El primero es que la ganancia no se la llevan en las comunidades de pescadores. Estamos teniendo una gran cantidad de pesca importada de acuacultura, en donde la ganancia se la llevan los pocos importadores, la segunda es que hicimos un estudio en 2020 que venía lleno de agua, entonces te venden el producto importado. Trae una cantidad enorme de agua en vez de carne, en vez de producto, y le genera una competencia desleal, a los productores mexicanos que tenemos aquí”, dijo Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana México.
[Mira este videonota sobre La Nueva Viga]
Cuaresma
La cuaresma empezó el 22 de febrero. No obstante, Liesbeth, vendedora de huachinango, refiere que esta cuaresma “no ha sido lo mismo a otras”.
Sus días se debaten entre lidiar con la escasez de huachinango, lo cual ha encarecido los precios, al tiempo de que trata de comprar “no mucho pescado” para que no se le quede.
Por su parte, Carlos, un vendedor de camarón, no pierde la esperanza de que conforme se acerca la Semana Santa la situación cambie y suba la venta de camarón, el cual compra en 130 pesos y en ocasiones solo logra sacarle “tres o cuatro pesos”, asegura.
Carlos aún espera que conforme se acerca la Semana Santa las ventas mejoren. Foto: Patricia Campos.
“Esperamos que este año haya más demanda de pescado, y que salgan a retomar su Semana Santa, que salgan y que no tengan miedo, está llegando buena mercancía”, dijo, ya que tras estas fechas religiosas la demanda de pescado se cae.
Otro comerciante, Roberto Miranda, refiere que desde la pandemia no se ha terminado de recuperar las ventas. Al grado que en estas fechas no han despegado las ventas.
De esta cuenta espera que la cuaresma acabe, porque sus ventas y precios van mejor en tiempo normal. Por ejemplo, El dorado que vende está a 90 pesos el kilo, algo que considera “baratísimo”, un efecto que atribuye a la alta disponibilidad, cuando en otra época de baja oferta su precio asciende a alrededor de 150.
Autoridades del mercado hablan de un repunte de ventas con relación a cuaresmas de la pandemia. Foto: Patricia Campos.
El administrador de la Nueva Viga, Roberto Gutiérrez, refiere que sí hay un repunte con relación a la pandemia, mas no ofreció cifra alguna al ser preguntado.
Pese a la inflación que atraviesa el país (de 7.62% en 2022), la oferta y demanda determinan los precios, sostuvo.
“En la pesca el mayor costo que tenemos es la gasolina, entonces sí nos golpea. Pero hemos tratado de mantener los precios”.
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