El conflicto de las 16 cooperativas pesqueras de Sinaloa terminó. Por más de dos décadas, pescadores ribereños de la zona de El Caimanero, municipio del Rosario, permanecieron en disputa por el uso de artes de pesca prohibidas y el acceso a algunas zonas del lugar. La solución se convirtió en un acuerdo firmado el 28 de septiembre en el Congreso de Sinaloa. Ahora, el tema pendiente tiene otro nombre: dragados.
Iván Teodoro García, presidente de la cooperativa General Álvaro Obregón, y Primitivo Deras Gómez, presidente de la Federación Camaroneros de Agua Verde, ambos pescadores de toda la vida y representantes de dos de las partes involucradas en el acuerdo, esperan que éste frene las problemáticas. Pero mientras lo firmado se revisa ante un notario y se entrega una copia a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), la resolución del conflicto evidencia los problemas en común.
De acuerdo con los pescadores, hay una falta de dragados para mejorar la actividad pesquera en la región. Se trata de procesos de limpieza en los que se remueven rocas y sedimentos en cuerpos de agua como canales, lagunas y ríos.
“Siempre hemos comentado la falta de apoyo de las autoridades para los dragados. El gobierno federal nos quitó los apoyos (subsidios) que teníamos… pero lo que sí le pedimos bastante es que no olvide el dragado de la laguna del Caimanero”, declaró Primitivo Deras Gómez.
La petición del dragado ocasiona interrogantes en el sector ambiental. “Depende de la zona pero, por lo regular, los dragados suspenden sedimentos que pueden ser transportados por las corrientes y éstos depositados sobre otros organismos marinos”, explicó Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
En entrevista, Olivera sugiere que se realice una investigación considerando las características particulares de la laguna costera Huizache-Caimanero, una zona que en los últimos años ha pasado de una actividad pesquera ejemplar en todo el Pacífico a ser un lugar de deterioro.
Trabajos de dragado en 2014 para los ríos Humaya y Tamazula, de Sinaloa. El motivo fueron las intensas lluvias para prevenir futuras inundaciones. Foto: Rashide Frías/Cuartoscuro
Un agujero en el agua: los dragados y el acuerdo
La laguna Huizache-Caimanero fue una de las zonas más productivas de camarón en el Pacífico. En el 2005, el área fue designada como un humedal de importancia internacional de Ramsar.
A pesar de que sigue siendo la zona de principal actividad económica, la modificación de la hidrodinámica de las lagunas generó sedimentación, muerte de especies, erosión y pérdida de manglar, de acuerdo con la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (SDSN) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México.
Los cambios en el uso de suelo y las obras para comunicar una boca de playa trajeron la entrada de sedimento en la zona, es decir, azolvamiento. A su vez esto impide una adecuada navegación y el desarrollo de especies.
La producción que en una sola noche permitía la recolección de 32 toneladas de camarón, actualmente es un volumen que no se ve en toda la laguna durante la época de pesca.
A estas afectaciones se le agregaron las malas prácticas resultado del conflicto de las cooperativas, principalmente por el uso de artes prohibidas como corrales y chacuacos, al igual que el uso de purina (alimento de atracción para camarón) que incrementa la mortalidad de lo capturado.
“Son muchos los factores para mejorar. Pero sí hago énfasis en que los dragados internos en la laguna pueden ser beneficiosos para todos: entraría más producto a las marismas, abría mareas vivas y bajarían los niveles de salinidad”, insistió Iván Teodoro García, presidente de la cooperativa General Álvaro Obregón.
“Nos ayudarían porque la marisma se encuentra azolvada y hacen falta los canales para retener el agua. Porque si el nivel es poco, se calienta y muere el producto”, complementó Primitivo Deras.
Sin embargo, desde el sector ambiental los dragados no siempre representan una solución. En diversas ocasiones pueden traer problemas al medio ambiente, como es el caso de la mina submarina Don Diego, en el Golfo de Ulloa en Baja California Sur, donde la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration quiso extraer fósforo del fondo marino mediante un dragado.
“Pero no es así de fácil. No es dragar aquí y dragar por allá. Se necesita hacer investigación para saber la dinámica de las corrientes, dónde se podría y bajo qué circunstancias. Ellos (los pescadores) requerirán someter una Manifestación de de Impacto Ambiental (MIA)”, propuso Alejandro Olivera.
La MIA es un estudio técnico-científico que permite conocer los efectos que puede ocasionar una obra o actividad en el ecosistema, la cual se presenta ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Por su parte, la SDSN de la ONU también considera que para restaurar el sistema lagunar Huizache-Caimanero se tendrá que trabajar en una investigación que incluya mejores prácticas pesqueras, gestión, conservación y adaptación. Incluso, en el sitio se desglosan los costos que tendría un proyecto de mejora.
Apoyos y costos del plan de restauración progresiva de la laguna Huizache Caimanero propuesto por la SDSN.
En la espera: los costos y lo pendiente
Mientras existen las peticiones en común en las cooperativas del sur de Sinaloa, las soluciones a sus diferencias toma un nuevo rumbo.
“Se acuerda no tirar purina; no tapos en lo ancho de la marisma; y la concesión de las cooperativas se trabajará en común para todas las cooperativas de la Laguna del Caimanero. Igualmente se acuerda no incrementar el esfuerzo pesquero que marcan las concesiones”, señala el acuerdo firmado en el Congreso de Sinaloa.
En caso del uso de artes de pesca ilegal, las cooperativas establecieron sanciones de 20 mil pesos. Además, trabajarán en conjunto para los rondines de inspección y vigilancia, cuyos costos corren por parte de los pescadores.
Por su parte, la Cooperativa General Álvaro Obregón cubre necesidades para mejora de la actividad en la zona como mano de obra, operación de sitios de pesca y oficinas en general. Un estimado de entre los 600 mil y 700 mil pesos al año, de los cuales se obtienen con préstamos desde marzo hasta la llegada de la veda.
“Quiero que estén conscientes del gasto que hacemos nosotros para realmente cubrirles todo, no sólo a la cooperativa, a todo el pueblo. Todo lo que teníamos de beneficio, con el acuerdo, nos dejaron a raya, pero lo que no queremos es que haya un conflicto”, señaló el pescador Iván García.
Las cooperativas pertenecientes a la Federación Camaroneros de Agua Verde que coordina Primitivo Deras reconocen el esfuerzo económico de sus compañeros de pesca. Y esperan que para la próxima temporada de pesca, las necesidades en la laguna Huizache-Caimanero del Rosario, Sinaloa, dejen de estar al margen de la acción estatal y federal.
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