En las costas de San Felipe y Celestún, pescadores trabajan en un proyecto de trazabilidad que ya rinde frutos. Recientemente, recibieron la visita de compradores de Walmart México, así como de cadenas de Estados Unidos y Europa interesadas en sus productos.
Los días 18 y 19 de agosto, a la península llegaron representantes de minoristas como HEB México, Iberostar, Norwegian Cruise Lines, TrueGrade Foods, Monarch Trading y BlueYou, quienes sostuvieron los primeros encuentros con las cooperativas para acordar compras.
Los compradores probaron platillos basados en mariscos yucatecos. Fuente: Mark Kaplan.
Román Antonio Can Perera, integrante de la Cooperativa Pescadores Unidos de San Felipe y de la Federación de la Industria Pesquera de la zona oriente de Yucatán, reconoce que este proceso representa un cambio y beneficio para la región.
“Nosotros hemos ingresado al mundo de la trazabilidad y vemos esto bien porque apenas vinieron una veintena de compradores nacionales e internacionales que notaron que nos estamos tomando en serio esto y que aquí no se les dará gato por liebre”, relató.
La trazabilidad es conocer todo el camino de las especies hasta llegar a un consumidor final. Aunque es un tema que se aborda a nivel global, para los pescadores yucatecos su implementación implica un giro radical en la forma de vender su producto y después de varias discusiones en asambleas, acordaron implementar un sistema de códigos QR que, al ser escaneados, revelen la historia completa de cada pescado o marisco.
Los pescadores de Celestún y San Felipe se organizan para cumplir con el esquema de trazabilidad. Fuente: EDF México.
La información incluirá el punto exacto de captura, la persona responsable de la pesca, la embarcación utilizada, la bodega donde se almacenó y el transporte hasta llegar al supermercado o restaurante en el que será consumido.
“Queremos que también nuestro producto se rastree mediante ese código y cualquiera sepa la ruta de viaje de nuestro pescado o marisco, saber cómo llegó desde Yucatán a España, por ejemplo”, añadió Can Perera.
Hasta ahora, especies como el pulpo maya ya llegan a destinos internacionales como España y Marruecos, pero sin un registro documentado de todo su trayecto. Para los pescadores, formalizar este proceso es importante para ganar confianza y obtener mejores precios.
La trazabilidad de la mano de la sustentabilidad
Claudia Febles Gutiérrez, coordinadora del proyecto Comunidades Resilientes en Environmental Defense Fund (EDF) México, explicó que en agosto se organizaron encuentros en San Felipe y Celestún con representantes de compañías interesadas en comprar pescados y mariscos yucatecos.
“Hubo mucho interés y mientras tanto, nosotros con los pescadores vemos que sus pesquerías sean sustentables porque esto va de la mano con la trazabilidad y así pueden abrir la puerta a nuevos mercados”, enfatizó.
Actualmente, los casi 200 pescadores de las cooperativas Kinkay de Celestún y la Cooperativa Pescadores Unidos de San Felipe realizan el registro de los productos de forma manual, pero el objetivo es dar el salto a un sistema digital que permita transparentar la información en tiempo real.
Los pescadores llevan dos años con talleres informativos, recién en este 2025 iniciaron capacitaciones formales y aun con los retos que significa migrar a un mundo digital para algunos de ellos, se han comprometido para lograrlo.
Los mariscos de Yucatán llegan a países de Europa como España. Fuente: Mark Kaplan.
El puente hacia los compradores
Uno de los principales aliados en este proceso es Mark Kaplan, director de sostenibilidad en Wholechain, una plataforma de trazabilidad basada en blockchain que trabaja con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la definición de estándares internacionales.
Kaplan fue quien llevó a los compradores directamente a las cooperativas de San Felipe y Celestún, con el propósito de que los productores a pequeña escala accedan a condiciones más justas en el mercado.
“Si los productores pesqueros pueden demostrar que ya tienen trazabilidad con esto ya cumplen un requisito en el mercado internacional”, subrayó.
Los chef usaron productos locales para realizar platillos especiales. Fuente: Mark Kaplan.
Como parte de la estrategia de vinculación, se organizaron cenas de degustación a cargo de los chefs Chef Olivia Hernández y Jay Huang de Lucky Robot y Nomade en Austin; y del Chef Vidal Elías de Mérida (Micaela Mar y Leña) para que se conociera la calidad de los productos marinos yucatecos.
Para estos eventos los menús fueron diseñados con códigos QR que permitieron a los asistentes conocer en sus celulares la historia detrás de cada platillo.
“A los compradores se les dio un menú con QR, los escanearon y conocieron a través de sus teléfonos móviles la historia de la cadena de suministro. Con esto seguro los pescadores logran pagos más altos por su producto al tiempo que no hay tantos intermediarios que muchas veces son abusivos con ellos”, explicó Kaplan.
En diciembre, los compradores regresarán a Yucatán con propuestas formales de adquisición y esperan encontrar un esquema de trazabilidad más consolidado.
Kaplan explicó que las cooperativas involucradas en el proyecto, se convertirán en las primeras del país en contar con la certificación GDST (Global Dialogue on Seafood Traceability), lo que colocaría a sus comunidades pesqueras en un nivel competitivo a escala mundial.
La certificación GDST la otorga la fundación que lleva el mismo nombre y se dedica a compartir conocimientos sobre trazabilidad en la cadena pesquera.
Actualmente las cooperativas de Celestún y San Felipe ya tienen documentado el proceso de captura, sin embargo, ahora concentran sus esfuerzos para transitar al modo digital.
“Esto traerá beneficios muy grandes para la economía azul de la entidad y será así un ejemplo para el resto de México y el mundo”, aseguró Kaplan.
* Este artículo fue escrito por Itzel Chan, quien cubre comunidades costeras gracias al apoyo del programa Report for the World.
Comentarios (0)