Pobladores y ejidatarios en Jaumave, Tamaulipas, piden a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la revisión y renovación de concesiones otorgadas en la zona de Charco Azul del río Guayalejo, un asunto pendiente que ha llevado al surgimiento también un grupo de autodefensas.
La falta de gestión de las autoridades ha traído como consecuencia el incremento de sequías que imposibilitan la siembra y la subsistencia en las comunidades como José María Morelos, San Lorencito, Gustavo Cázares, Padrón y Juárez, el Ingenio y Matías García.
A principios de año pobladores del municipio de Jaumave y seis ejidos organizaron un grupo de autodefensas para proteger el canal de los productores de limón en ejidos cercanos, a quienes señalan de colocar bombas para extraer el agua del cauce ilegalmente.
Así que armados con machetes se coordinaron para vigilar la zona.
Esta acción llamó la atención de medios y autoridades estatales, sin embargo, los ejidatarios de las seis comunidades que conforman el grupo de autodefensa señalan que desde el 2011 se han entregado concesiones sin calcular la disponibilidad del agua. Por lo que exigen que haya una revisión.
“Como afectados son seis ejidos y 52 pequeños propietarios, aproximadamente 2 mil 500 personas. Por lo que sería muy deseable que Conagua solucionara estos problemas añejos”, expresó Pedro César Luna Reyes, presidente de la Asociación de Usuarios del Canal Común Guayalejo, durante la última manifestación de ejidatarios a finales de agosto.
Dentro de los concesionados que acaparaban el agua, Luna Reyes señaló a la familia Valdez, propietaria de la Exportadora de Frutas y Legumbres Tres Ases S.A. de C.V.
Durante dicha manifestación, Luna Reyes también declaró que la escasez de agua genera desacuerdos entre los mismos ejidatarios de Juamave y de Padrón y Juárez.
“El volumen de agua que trae el río es muy poco, trae 200 litros por segundo. Nosotros tenemos una concesión de 780 litros por segundo, Padron y Juárez de 92 litros por segundo, pero ellos se llevan más agua de la que corresponde, por lo que nos perjudica, pero sabemos que no es un problema directo (con el ejido)”, agregó el presidente.
Ejidatarios de San Lorencito, una de las comunidades afectadas. Foto: Cortesía "Luchemos por el Agua"/Cuartoscuro.com
A la espera del aguaLa reciente temporada de lluvias ha servido para compensar la falta de agua. Por lo que los grupos de autodefensa y pobladores de las comunidades afectadas han detenido parcialmente sus manifestaciones y rondines, de acuerdo con Saúl Acosta, ingeniero originario del municipio de Jaumave.
“Desde que tenemos uso de razón, Jaumave tiene muchas sequías y varias comunidades toman agua del río, es la recarga natural de la sierra… Pero no se ha revisado”, señaló.
En diciembre Acosta y dos compañeros más organizaron un diálogo entre la Conagua y los ejidatarios, esta acción así como las movilizaciones, derivó en inspecciones por parte del organismo.
La respuesta fue que había que revisar las concesiones de todos los ejidatarios en la zona.
Hasta el momento, Conagua no ha respondido respecto a la revisión y renovación de las concesiones, pero ejidatarios de Matías García indicaron que ya se realizó una entrega de documentos a mediados de septiembre.
Periodismo CN contactó a la Comisión para corroborar esta información, pero a la fecha de publicación de este artículo aún no hay respuesta.
Mientras tanto, en ejidos como Matías García o los Nogales sobreviven a la sequía comprando agua y pidiendo pipas. La falta de ingresos ha incrementado por la imposibilidad de plantar plátano o aguacate, lo que anteriormente era un trabajo para campesinos y ejidatarios.
De acuerdo con Acosta, el cambio de gobernador de Tamaulipas tras las elecciones del 5 de junio también es un factor que ha detenido la posibilidad de un acuerdo a nivel estatal.
“Lo malo es que (por la situación de sequía) mucha gente se está acostumbrando a no tener agua… Han tenido que sembrar de manera temporal, cuando antes sus tierras eran de riego y cosechaban un par de veces por año”, describió.
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