Proyecto universitario en Colombia busca la conservación de los páramos a través de bonos de carbono

En los últimos años, Colombia ha explorado el mercado de bonos de carbono como una alternativa para conservar los páramos, el ecosistema ...
single

En los últimos años, Colombia ha explorado el mercado de bonos de carbono como una alternativa para conservar los páramos, el ecosistema más importante de la región por su papel como regulador hídrico. Ahora un proyecto universitario está por iniciar la fase de pilotaje, con el objetivo de que en unos años, las comunidades que habitan en estos ecosistemas se beneficien de este tipo de sistema comercial.

Creado por la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), con apoyo de iniciativa privada, el proyecto está avanzando hacia la fase de implementación: se espera que el próximo año inicie el pilotaje de su metodología, con miras a una masificación del programa. 

“Empezamos a estudiar los suelos del páramo, con una visión del potencial de captura de carbono, en el entendido de que, como se encuentran en condiciones altas y frías, el carbono se puede acumular en el suelo por la temperatura, y porque la vegetación y el tiempo hacen la acumulación”, explicó en entrevista el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UPTC, Germán Cely. 

La iniciativa surgió hace 10 años, cuando especialistas de la UPTC decidieron investigar los servicios ambientales de los páramos, con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), uno de los entes corporativos de carácter público creados como autoridades ambientales a nivel regional en Colombia. 

Los hallazgos fueron alentadores: encontraron que anualmente, una porción de suelo equivalente a una hectárea del páramo captura de 200 a 300 toneladas de carbono. 

Según Cely, ese nivel es importante, pues la vegetación de otros ecosistemas capta alrededor de 15 toneladas anuales.

Esto despertó el interés del equipo de investigación, ya que constantemente se buscan estrategias para conservar y restaurar los páramos; dada su importancia socioambiental para Colombia: son protectores de la biodiversidad y los principales proveedores de agua. 

Alrededor del 70% de las actividades productivas de ese país dependen de la gestión del recurso hídrico de los páramos, de acuerdo con María Medina, coordinadora del Programa de Monitoreo de la Afectación en los Páramos de Colombia. 

Pese a tratarse de piedras angulares para la población y el medioambiente, los páramos han sido amenazados por diversas problemáticas relacionadas con actividades humanas, como la minería, la ampliación de la frontera agrícola y agropecuaria, la tenencia de la tierra y el desconocimiento del funcionamiento y servicios que proveen los páramos, enlistaron Medina y el subdirector de Planeación de la Corporación Autónoma Regional del Guavio (Corpoguavio), Diego Cárdenas.

También sufren el impacto del cambio climático que ha generado sequías extensas en la región.

“Se han perdido grandes áreas de conservación de los páramos. Eso puede relacionarse con que en Colombia no existía un régimen sancionatorio ambiental, sino hasta el 2009”, sostuvo Cárdenas. 

Páramos de Boyacá, Colombia. Fotografía de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (CORPOBOYACÁ)

Páramos de Boyacá, Colombia. Fotografía de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (CORPOBOYACÁ)

Ante este panorama, se han fortalecido las legislaciones y políticas públicas referentes a la protección, restauración y conservación de los páramos, como la prohibición de la minería en esas zonas, la compra de predios para evitar su degradación, entre otras. 

Una de las modalidades por las que más se ha apostado es la de esquemas de pago por servicios ambientales (PSA), creados para garantizar que las personas que viven en los páramos se queden en ese sitio, resguarden a dichos ecosistemas y en lugar de desarrollar alguna actividad que los desgaste, simplemente los cuiden. 

“Nuestros territorios con mayor riqueza ecológica, como los páramos o los ecosistemas andinos, se traslapan con las zonas de mayor pobreza económica. Entonces a esas personas, los Estados les cargan la responsabilidad de conservar o restaurar el patrimonio natural sin ninguna retribución, y las personas no conservan ni restauran con hambre. Entonces con el modelo PSA se busca que la conservación y restauración se conviertan en actividades económicas que generen ingresos a la familia”, detalló Medina. 

Sin embargo, los PSA generalmente son orientados a los servicios de regulación hídrica de los páramos y no siempre resultan viables para las familias que viven en esos ecosistemas. 

“La disposición a pagar es muy baja. Entonces no hay motivación para los agricultores de dejar ese espacio libre, porque hay que liberar y conservar. Los equilibrios económicos no son los mejores con el tema de los PSA y las comunidades se desmotivan, pues no reciben la compensación que esperan”, afirmó Cely. 

Fue con esa idea en mente que, una vez que los estudios de la UPTC detectaron el alto potencial de captura de carbono en los suelos de los páramos, se comenzó a desarrollar un proyecto de conservación, para que las comunidades establecidas en los páramos suspendan las actividades que ahí realizan y se dediquen a la captura de carbono, de modo que puedan venderlo como bonos a empresas que quieran compensar su huella de carbono.

“Cada vez que cambia el uso del suelo en los páramos, ese carbono que estaba almacenado se libera. Entonces la propuesta es ir con las personas propietarias, ofrecerles dejar las actividades que ahí, a cambio de recibir por lo menos lo que ya recibe para su vida cotidiana”, abundó Cely. 

Tras un decenio de realizar análisis, el equipo conformado por integrantes del cuerpo académico de la UPTC, ahora en colaboración con la empresa Terra Integrity, ya comenzó a desarrollar una metodología de trabajo. 

Estiman validarla con una entidad internacional antes de que concluya este año, con el objetivo de que en el 2024 arranque un piloto en el Páramo de Guerrero, se implemente durante tres años y tras hacer los ajustes necesarios y comprobar la eficacia de la metodología, se convierta en un programa masivo de acceso de los páramos a mercados de carbono. 

Una vez concluyan la fase de pilotaje, se acercarán a las comunidades para presentarles el proyecto. 

“Las poblaciones están necesitando este tipo de economía asociada a su actividad de ser poseedores de tierra en el páramo, sin que eso afecte su independencia económica. Yo creo que la alternativa que se les dé no debe vulnerar su economía, ni su vida en el páramo, el tema del conocimiento ancestral tiene que estar ahí, no se puede generar desplazamiento de ninguna manera. Y hay una oportunidad con los bonos de carbono”, precisó el decano. 

Por ahora, el pronóstico es optimista, pues de acuerdo con Cely, hay compradores, voluntad y ecosistema: los tres ingredientes necesarios para sobrevivir en el mercado de bonos de carbono.

Escrito por

Lilia Balam

Comentarios (0)

Causanatura Media

A través del periodismo de investigación reafirmamos nuestro compromiso con el derecho humano a la información