Una colecta de firmas pide un freno al turismo masivo de cruceros en Baja California Sur

Organizaciones piden que se cancele el convenio entre la paraestatal API BCS y la empresa Aquamayan Adventures, que le cede una parte del puerto de Pichilingue para la llegada de megacruceros en la bahía de La Paz.
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Una organización civil de Baja California Sur recolecta firmas para pedir al gobernador de la entidad que eche para atrás un convenio entre una empresa y la administración portuaria con el fin de evitar los impactos del turismo masivo en la ciudad de La Paz, al noroeste de México.

“Nos quieren convertir en Cabo San Lucas, donde sabemos la precariedad con la que viven las periferias. Al turismo masivo como en Los Cabos se le dan todos los privilegios, no les falta agua ni luz, por lo que la llegada de más empeoraría la situación de escasez de servicios para la población local”, señaló Eduardo Sánchez, responsable del Laboratorio de Ciudad en BCSicletos.

En agosto de 2021, la empresa Aquamayan Adventures y la empresa paraestatal Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (APIBCS) firmaron un convenio, donde esta última le cede una parte del puerto de Pichilingue para la recepción de cruceros turísticos en La Paz.

En dicho convenio vigente se acordó la recepción de mínimo 150 mil pasajeros al año, que representan cuatro veces más que los llegados en 2023 y un número de personas que equivalen al 60% de la población fija de la ciudad.

BCSicletos ve en el convenio la intención del gobierno estatal de promover un turismo masivo a pesar del impacto ambiental y social que genera, señaló Carlos Mancilla, director de la organización BCSicletos. La organización recauda firmas de la ciudadanía que serán presentadas al gobernador Víctor Castro Cosío, a finales de enero, para pedir la cancelación del convenio y que se declare la bahía de La Paz como libre de megacruceros.

“API es el ente firmante y al ser un ente público-privado representa los intereses del gobierno del estado, entonces si alguien puede resolver este conflicto es el gobernador. Él puede echar para atrás el convenio y es el único responsable de esto”, señaló Mancilla.

Interiores 900x600.jpgRecaudación de firmas ciudadanas que se unen a la petición de BCSicletos. Fuente: Daniela Reyes

Centro turístico para recibir cruceros

Además de la recepción de cruceristas, el convenio le permite a Aquamayan Adventures la ejecución de un proyecto que consistía en la construcción de un centro turístico para actividades recreativas, culturales, gastronómicas, deportivas, comerciales y de esparcimiento; contemplaba la ampliación del muelle de usos múltiples No. 2 y dragar la bahía para el atraque de cruceros tipo Oasis.

La propuesta técnica del proyecto fue ingresada en noviembre de 2021 al Proceso de Evaluación de Impacto Ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y recibió 338 observaciones de la ciudadanía durante una consulta pública, sin embargo, en marzo del 2022 el trámite obtuvo una resolución negativa debido al desistimiento de la empresa.

“Es un proyecto chiquito para hacer el muelle más bonito, poner tienditas y restaurantes, pero lo pintan como Yokohama (uno de los puertos más grandes de Japón) y que va a acabar con el tiburón ballena, pero es mala información con ciertos intereses. No voy a decir que no contamina porque son de combustión interna y echan humo, pero no son dañinos. Hay puertos en el mundo que tienen mil veces más tráfico que aquí y no pasa nada”, señaló Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros, al preguntársele sobre la negativa al proyecto de Aquamayan.

Interiores 900x600 (1).jpgCrucero arribando al puerto Pichilingue. Fuente: APIBCS

Para este artículo se buscó a la empresa Aquamayan Adventures, registrada en Cancún, Quintana Roo, así como a Mauricio Hamui Hilwani, su principal socio y representante legal, quien además es director general del muelle de cruceros de Mahahual y es socio de al menos 45 empresas dedicadas principalmente al turismo y la construcción en Cancún, Cozumel y Chetumal, sin embargo, no existen medios públicos para contactarlos.

Tendencia del turismo de cruceros

Durante el 2023 arribaron a Baja California Sur 269 cruceros y un total de 592 mil 036 pasajeros, de los cuales el 93% arribaron a Los Cabos. En el caso de La Paz se aprecia cómo, a excepción del 2021, ha habido una tendencia de aumento en el total de pasajeros y en el promedio de estos viajeros por crucero.

El Senado de la República aprobó en diciembre de 2024 un aumento al impuesto por vacacionar en México para los turistas internacionales que quedó en 42 dólares o aproximadamente 860 pesos, incluidos los cruceristas, quienes gozaban anteriormente de una exención de este pago.

“El año que entra es muy incierto con el impuesto que se quiere poner. Puede ser que se nos caigan muchos arribos. Yo calculaba que íbamos a tener un crecimiento de un 10 a un 15 por ciento, pero con el impuesto las compañías navieras lo están pensando porque es como tres veces más de lo que pagan ahorita. Nos va a hacer los puertos más caros del mundo. Este impuesto nos puede sacar del mercado y bajar tremendamente nuestros arribos”, señaló Musi Ganem.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público pospuso hasta el 1 de julio de 2025 la implementación de este impuesto, aunque originalmente estaba previsto para entrar en vigor el 1 de enero.

Posadifestación contra la contaminación de los cruceros

Una de las principales preocupaciones de BCSicletos, si continúa la tendencia en la llegada de cruceros, es la contaminación del aire que generarían. Mancilla señala que un megacrucero contamina lo mismo que 30 mil automóviles y afectaría la calidad del aire. Además, no hay infraestructura suficiente en una ciudad tan pequeña como La Paz para el turismo masivo, agregó.

“Evidentemente generan daños irreversibles al ecosistema, al ambiente, en cuestión de contaminación del agua, de daño a los animales, a las personas, de calidad de aire. También pensando en temas de movilidad nos preocupa muchísimo que piensen que se puede movilizar a 7 mil personas de Pichilingue para la ciudad cuando sólo tenemos una vialidad para ello. Entonces no hay condiciones reales para que ese modelo detone la ciudad de La Paz”, señaló Mancilla.

Para exponer estas preocupaciones, socializar la información e invitar a participar a la ciudadanía, BCSicletos convocó a una posadifestación el 13 de diciembre en el Malecón de La Paz que combinó las tradiciones de la época navideña con la manifestación contra este modelo de turismo.

A la posadifestación acudieron personas que viven en El Esterito y El Manglito, colonias fundadoras de la ciudad conformadas por pescadores, hubo una obra de teatro, se expusieron dibujos de infancias que resultaron de los talleres informativos que BCSicletos en escuelas públicas y se rompieron dos piñatas.

Interiores 900x600 (2).jpgObra de teatro en la posadifestación en el Malecón de La Paz. Fuente: Daniela Reyes

“Los megacruceros vienen acompañados de vicios no sólo ambientales, sino sociales y urbanos. Incentiva la competencia por los recursos, la privatización de los servicios turísticos, la trata de personas y el consumo y tráfico de drogas. Por donde lo puedas ver no hay un elemento para darle luz verde a un proyecto así de agresivo”, señaló Mancilla durante la posadifestación.

Cozumel, el contraejemplo

La Paz se ha hermanado en la lucha contra los impactos negativos de los megacruceros con otros destinos como Cozumel, Quintana Roo, el puerto de cruceros más importante de México, ya que recibe más de la mitad de los pasajeros de cruceros que recibe el país al año.

“Es una isla de menos de cien mil personas que recibe casi cincuenta veces su población en visitantes de cruceros. Imagínate la cantidad de gente que hay en una isla tan pequeña haciendo uso de los servicios urbanos, agua, drenaje, basura, etcétera. Esto es un problema social-económico y ambiental”, señaló Rodrigo Huesca, integrante del colectivo ciudadano Isla Cozumel, un colectivo que surgió en 2021.

Actualmente, el colectivo al que pertenece Huesca ganó un amparo para detener la construcción del cuarto muelle para recibir megacruceros en Cozumel.

En La Paz como en Cozumel, el argumento que contrarresta estos reclamos ciudadanos es que los cruceristas generan una derrama económica local muy grande; Musi Ganem la calcula en 90 dólares por persona en 8 horas.

Pero esos ingresos no se reflejan en las condiciones de vida de la población, de acuerdo con Huescas.

“Un porcentaje importantísimo de la población sigue viviendo en pobreza, la ciudad sigue estando en una situación deplorable y nos hemos ido haciendo sumamente dependientes de esta industria. Cómo puede ser que siendo un punto de cruceros tan importante que se jacta de dejar muchísimo dinero, la población viva tan mal”, lamentó Huescas.

Escrito por

Daniela Reyes

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