Desafíos persisten en Bahía de Akumal pese a ampliación de refugio pesquero

Los avances en el refugio pesquero de Akumal no son blancos o negros. Navegan en una escala de grises. A seis años de su establecimiento,...
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Los avances en el refugio pesquero de Akumal no son blancos o negros. Navegan en una escala de grises. A seis años de su establecimiento, investigadores, pescadores y personal turístico reconocen el progreso en beneficio de especies como las tortugas, los corales y los pastos marinos. Pero las prácticas turísticas y pesqueras ilegales, la omisión de autoridades, la falta de educación ambiental y el inadecuado tratamiento de aguas residuales son las amenazas persistentes.

El 5 de octubre se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo para la ampliación de tres años de la Zona de Refugio Pesquero Parcial Temporal con el nombre Bahía de Akumal, en el municipio de Tulum, Quintana Roo.

“La ampliación será para la mejora del funcionamiento del refugio. Lo que pasa es que al mismo tiempo han aumentado los impactos negativos: el sargazo, el incremento de la temperatura, la pesca ilegal, las emisiones de contaminantes vía drenaje”, señaló Iván Penié, Coordinador de Investigación del Centro Ecológico Akumal (CEA).

El CEA es una asociación civil sin fines de lucro que, de la mano de autoridades, cooperativas pesqueras y turísticas, trabaja en el monitoreo, la educación ambiental y la capacitación desde antes del establecimiento del refugio. Iván Penié ha realizado investigaciones en la zona desde 1993.

Además de buscar la protección de especies, durante seis años se ha trabajado por un turismo no extractivo, la principal actividad económica del lugar, seguida por la pesca deportivo-recreativa.

“Ha sido complicado, pero gradualmente la gente se va adaptando. Anteriormente llegábamos a tener hasta 5 mil personas dentro de la bahía y ahora sólo somos 36 permisionarios con espacio para 12 turistas. Esto ha mejorado mucho en la calidad del avistamiento de la tortuga y su salud. Lo único malo es que todavía existen grupos que no son autorizados y siguen haciendo actividades aunque la autoridad se presente”, comentó David Díaz, representante de la cooperativa turística Las Maravillas de Akumal.

La cooperativa que representa David realiza recorridos para nado con tortugas dentro del circuito permitido por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). A su vez, trabajan en monitoreos de las especies en conjunto con el CEA.

Esta nueva vigencia de tres años para el refugio de Akumal buscará poder concluir el desarrollo de estudios técnicos que permita definir una modificación en la zona, señala el DOF. Pero para quienes trabajan en defensa del lugar, esta es una oportunidad aún más grande para hacerle frente a las amenazas y los temas pendientes.


Ubicación y deslinde del Área de Refugio para la Protección de Especies Marinas en Bahía de Akumal. Fuente: DOF

La gran apuesta por el turismo no extractivo

Centenares de turistas entrando y saliendo de los hoteles; un universo de cooperativas y agencias de turismo en la costa; más de 5 mil personas esperando el avistamiento de las tortugas. Hasta 2017, así era la imagen de la Bahía de Akumal en un sólo día.

“Por su valor ecológico, el proceso de planificación del turismo de bajo impacto es crucial para desarrollar el potencial de esta actividad como una estrategia de conservación en el Área de Refugio”, reza en el Programa de Protección del Área de Refugio publicado en 2016.

En dicho documento se establecieron medidas de conservación. Pero el énfasis está en el desarrollo de un turismo no extractivo.

“El proceso ha sido gradual. Un poco complicado”, recordó David Díaz. Durante la entrevista con Causa Natura cuenta cómo comenzó la primera regulación en la que se citó a todos los prestadores de servicios para un plan de manejo con la instalación del refugio.

El resultado fue la emisión de autorizaciones para que sólo 12 personas por permisionario pudieran ingresar a la Bahía de Akumal al día.

La reducción en la presencia de 5 mil turistas diarios a menos de 500 contribuyó a la salud de las tortugas verde, caguama y carey que se encuentran en las aguas de Quintana Roo. Por ejemplo, en el Informe de Proyecto de Operación Wallace y UNAM: Monitoreo de Pastos Marinos y Tortugas en la Bahía de Akumal 2018 se documentó cómo el impacto negativo de los turistas en el comportamiento evasivo de las tortugas disminuyó. Principalmente por el cese de interacciones como el tocamiento de las especies.

“Sólo que las actividades turísticas ilegales o sin autorización continúan. Entran a las áreas que no deben y la autoridad hace nada. Ninguna autoridad”, comentó David Díaz.


Fuente: Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP)

Los problemas de la omisión

La omisión ante la ilegalidad se presenta como un muro para los avances. Durante la plática para el Primer Festival del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) 2021 transmitida en marzo, el coordinador de Ecosistemas Costeros del CEA, Baruch Figueroa, desglosó los problemas de conservación en especies arrecifales.

“Con respecto a los peces arrecifales, en los últimos 10 años se ha visto un fuerte descenso en la abundancia y en la biomasa de principales especies comerciales como los pardos y los meros, los cuales desde hace más de una década se han mantenido por niveles de biomasa muy bajos”, expuso Figueroa.

La principal causa es la sobreexplotación pesquera, que en su mayor parte se atribuye a la pesca furtiva.

Durante la plática también se habló del Informe de Avances de los Países del Arrecife Mesoamericano 2020 de la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRI), donde México obtuvo una calificación de 2.8 (clasificada como regular) pero la zona de Quitana Roo se encuentra por debajo de ésta con 2.5.

“La Conanp está muy limitada, la Pofepa es prácticamente ausente y los inspectores de Conapesca son como tres en todo el estado. Y la policía y la seguridad pública no conoce el marco legal, no saben qué hacer, por ejemplo, ante un caso de pesca ilegal. La autoridad está prácticamente ausente”, señaló Iván Penié.

Para Penié es necesario reforzar la vigilancia y el marco legal en el refugio de Akumal. Además de coordinar el sistema de seguridad municipal. Pero si se habla de soluciones mayores él sugiere la educación ambiental y un cambio en el modelo de desarrollo de la región.

“Es una enfermedad que tiene un montón de síntomas, pero el principal es el modelo del desarrollo. En el momento que uno piensa si aumentas el número hoteles porque así detonas el desarrollo económico, en ese momento es cuando no incluyes al ecosistema”, señaló.

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