“Hay una diferencia muy marcada” entre este sexenio y los previos: exdirector de inspección y vigilancia pesquera

La llegada de la presente administración del gobierno federal dio un giro en las políticas pesqueras. Para Rigoberto García Soto, abogado...
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La llegada de la presente administración del gobierno federal dio un giro en las políticas pesqueras. Para Rigoberto García Soto, abogado y exdirector de inspección y vigilancia de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), las labores de combate a la pesca ilegal no han tomado el mejor camino y hoy, a cuatro años de la entrada de la presente administración, las problemáticas han tomado nuevas dimensiones. 

La pesca ilegal tiene diversas causas. De acuerdo con un panel de 30 especialistas encuestados por el Instituto Belisario Domínguez, la primera es la falta de inspección y vigilancia (18.94%).

Seguido por la corrupción (15.9%), la presencia del crimen organizado (10.6%) y un marco jurídico inadecuado, poco conocido y con débil implementación (9.85%). 

En entrevista para Causa Natura, García Soto, quien fuese, entre otros cargos dentro de la Conapesca, director de inspección y vigilancia en el gobierno de Felipe Calderón y Peña Nieto, opina sobre los procesos institucionales en el combate a la pesca furtiva en México. 


— En términos del funcionamiento de inspección y vigilancia y desde la experiencia que usted tiene, ¿cuál sería un cambio entre este sexenio y el anterior? 

Hay una diferencia muy marcada en lo que está sucediendo hoy día en materia de aplicación de la ley en el sector de la pesca y la acuacultura en el país con relación al trabajo que se hizo en los sexenios previos. Y esto se refleja en distintos aspectos: uno de ellos y de gran importancia tiene que ver con la asignación presupuestal. 

Actualmente, se están asignando entre 100 y 120 millones de pesos al año por parte de la autoridad pesquera. En los sexenios previos se llegó a tener una disposición presupuestal de entre 270 y hasta 320 millones de pesos para aplicar en acciones de inspección y vigilancia pesquera, para el sueldo de los oficiales federales de pesca, para los gastos de campo que se asignan a los oficiales federales de pesca, el gasto en adquisición de vehículos, de embarcaciones, el monitoreo satelital de las embarcaciones pesqueras, los convenios de colaboración con la Secretaría de Marina Armada de México, así como los programas que se aplicaron antes para hacer inspección y vigilancia, en colaboración del sector pesquero y acuícola, al que se le asignaban alrededor de entre 70 y 110, hasta 130 millones de pesos en algún año, para instalar campamentos terrestres, bases marítimas, que operaban precisamente los períodos de veda de los principales recursos del país. 

Entonces estamos viendo una diferencia muy marcada de tres a uno en materia de asignaciones presupuestales a un tema que es sumamente importante como es la inspección y la vigilancia ,que termina en la aplicación de la ley en la materia. 

— ¿Es imposible mantener en el terreno las acciones que se tenían antes cuando hay un recorte presupuestal? 

Por supuesto y un recorte presupuestal muy fuerte. El simple hecho de considerar que en los dos sexenios previos se asignaban entre 270 y hasta 320 millones de pesos para la vigilancia pesquera y este año, por ejemplo, un año típico para para este sexenio, se están asignando entre 100 y 120 millones de pesos para esa asignatura pendiente, que es la vigilancia que es la inspección, pues hace toda la diferencia. Y esto se ve reflejado por supuesto en los resultados que ofrecen inspección y vigilancia pesquera hoy día. 

Es decir, no existe una base comparativa que nos permita afirmar que hoy se hacen mejor las cosas que antes, por el contrario. Alejándonos ya de la parte presupuestal, porque podría decirse 'bueno, hoy por la austeridad asignamos menos recursos, pero somos más eficientes en el gasto'. Tampoco es cierto porque a la hora de cotejar los resultados y no me refiero a estos números alegres que dan las autoridades en las mañaneras o en cualquier ejercicio que se le llama de información en donde presumen recorridos y personal movilizado y cosas de esas, esos no son resultados.

— ¿Cuáles serían resultados fiables?

Resultados concretos de la vigilancia pesquera son actas levantadas, son sanciones impuestas, son sanciones firmes y ejecutadas en donde se cobran las multas, en donde se revocan los permisos, en donde se suspenden las concesiones, en donde se decomisan en firme los vehículos, las embarcaciones, las redes los productos de la pesca ilegal y eso no está sucediendo. Es decir si nosotros volteamos a hacer una revisión de los informes que dan las autoridades, estos se limitan a decir `hicimos tantos recorridos en el Alto Golfo de California, movilizamos equis número de de inspectores, aseguramos tantos kilómetros de redes’, pero todos esos datos están ausentes de lo más importante. 

¿Dónde están las sanciones impuestas?, ¿cuáles son esas sanciones?, ¿en qué cantidad se han impuesto en qué entidades del país?, ¿a quienes cómo se han ejecutado esas multas?, ¿cuáles son los permisos que se han revocado?, ¿cuáles son las concesiones que se han suspendido? Eso no existe. 

Entonces más allá de ese tres a uno en la asignación presupuestal (entre un sexenio y otro). Pues en materia de resultados, quizás mucho peor la diferencia.

— Hemos escuchado de iniciativas para militarizar la pesca ilegal. ¿Son sólo palabras o realmente hay una mayor involucramiento de de los armados en en tareas de inspección y vigilancia? 

En la materia estrictamente de pesca acuacultura la presencia de las Fuerzas Armadas es mayor en el discurso que en el terreno. Uno puede ver las redes sociales de los funcionarios, puedes leer o escuchar sus discursos y se habla de una coordinación plena con las Fuerzas Armadas. Particularmente, con la Secretaría de Marina, cuya presencia para la vigilancia en los mares en las funciones de guardia costera y aplicación del Estado Derecho, pues en la letra de la ley es importantísima. Sin embargo, en los hechos, eso no aterriza, eso no está sucediendo.

En materia pesca es más la presencia de las Fuerzas Armadas en el discurso que la coordinación real que se aterriza en el terreno.. Y esto se refleja en el hecho de que por ejemplo, el día de mañana 23 de marzo arranca la veda de camarón del Pacífico y al día de hoy no se ha anunciado el operativo de vigilancia pesquera que se va a implementar. 

No se ha anunciado cuál va a ser el presupuesto que le va a meter la autoridad gubernamental a esto, no se ha anunciado cuántas unidades de superficie, cuántos marinos van a estar presentes en esto, no se ha anunciado siquiera si va a existir o no, por cuarto año consecutivo que no se hace, la colaboración del sector pesquero para la instalación de las bases marítimas en los principales puntos de conflicto, donde se da la pesca ilegal del camarón al inicio de la temporada de veda. 

— Se publicó originalmente en una nota de Excélsior, como en el cambio de estafeta de proveedor para el sistema de monitoreo satelital, habrá una brecha de embarcaciones que no estarán monitoreadas por un tiempo. ¿Cuál es la importancia de este sistema y cómo afecta que estemos de alguna forma sin esa posibilidad de contar con él a cabalidad? 

El sistema de localización y monitoreo satelital de embarcaciones pesqueras en México tiene la mayor importancia para el sector de la pesca en el país. Es, sin ninguna duda, la herramienta tecnológica más avanzada de la que dispone la autoridad pesquera en México para, primero que nada, prevenir la comisión de infracciones administrativas por parte de las embarcaciones pues están sujetas a localización y monitoreo, particularmente, las embarcaciones mayores, barcos de 10.5 metros de eslora en adelante, lo que comprende a toda nuestra flota de mediana altura y de altura llámense camaroneros, tiburoneros, los palangreros de escamas, la flota arrastrera de escama, la flota atunera, en fin, la flota sardinera, abarca completamente toda nuestra flota. 

Uno de los principales objetivos del Sismep es contribuir a persuadir a esa flota y por supuesto alertar, de manera temprana, de la existencia de indicios que pueden indicar una actividad de pesca ilegal, una actividad de pesca no permitida, una actividad de pesca prohibida. Tan importante es que nuestro país cuenta obligatoriamente con el Sismep desde el año 2004 y es un sistema, que bueno, empezó de cero. Se fue construyendo con el trabajo de muchas personas de este país y de la propia industria, se fue construyendo y hasta la fecha se ha sostenido con presupuesto público. 

El Sismep es un servicio que le cuesta al Estado mexicano anualmente una cantidad que se ubica entre los 36 y los 48 millones de pesos aproximadamente, año con año, desde hace 19 años más o menos y es un sistema, que llegó a cubrir alrededor de 2 mil 56 embarcaciones más o menos, que están monitoreadas. Es decir toda la flota de mediana altura y de altura pesquera mexicana. 

Ahora qué es lo que está sucediendo hoy, como bien señalas se está dando una sustitución del proveedor, la autoridad inició un proceso licitatorio, lo concluyó. Adjudicó el servicio a un proveedor distinto del que había venido dándole servicio al gobierno mexicano en los últimos 19 años a un costo mayor de lo que nos costaba antes, pero de manera muy preocupante con una cobertura menor de la que tenía el sistema antes. 

— ¿Qué implicaciones tiene esto? 

¿Qué significa esto?, que antes teníamos un sistema que estaba contratado para monitorear hasta 2 mil 100 barcos, de los cuales se monitorean efectivamente al mes de enero de este año 2 mil 56 barcos y a día de hoy el contrato, que ha celebrado el gobierno mexicano, únicamente va a cubrir a mil 800 barcos. Entonces traemos ahí 250-256 barcos que el contrato no piensa cubrir y las razones las ignoramos. 

Por una parte y por la otra, pues de traer ese monitoreo de 2 mil y pico de embarcaciones, pues resulta que el nuevo sistema que debe estar arrancando este para fines de marzo, pues únicamente va a arrancar con 300 barcos.Y ahí se genera un espacio a la impunidad este se genera, un espacio de preocupación. 

— ¿Cuáles eran los principales desafíos que había en el sexenio anterior y qué fue de ellos? 

Sí, uno de ellos tenía que ver por supuesto con la corrupción. Es un área y es una materia la inspección y vigilancia, no sólo en la pesca, en la acuacultura, en cualquier otra actividad en el país. 

La corrupción es un tema presente. Es un tema arraigado, es un tema que necesitaba mejorarse. Era uno de los fuertes retos que se enfrentaba el sector en ese aspecto, pero no era el único. Entendiendo que a grandes rasgos la actividad de pesca de las flotas de mediana altura y de altura se encontraban en ese momento, hoy no, medianamente cubierta, porque había un sistema de localización y monitoreo que le ponía los ojos a los 2 mil 50 barcos operando de la flota de las 24 horas del día de los 365 días del año, con un poleo por hora. 

Eso permite tener muy bien checada a la flota, lo que no le exentaba de cometer infracciones y que se pudiesen descubrir o no, por otros medios. Pero el reto estaba entonces como suele suceder en México y en los demás países de América Latina y del mundo en general, particularmente, en países en vías de desarrollo como el nuestro: en la flota menor.

Las actividades de las lanchas, la actividad de las pangas, ese es un gran reto, por qué, porque nunca hemos tenido un censo, una estadística precisa sobre el número de embarcaciones menores en el país. Hay quienes afirman que andan entre las 100 mil y 120 mil. Hay quienes llegan a apuntar que incluso ya son poco más de 120 mil embarcaciones(...). 

Pero era una gran reto en la época y lo sigue siendo hoy con mayor razón todavía porque tenemos en el país poco más de 2 mil 500 sitios de arribo. Es decir lugares de donde pueden entrar y salir a cualquier hora del día de la noche estas embarcaciones menores y no hay humanamente y materialmente la capacidad de personal, la capacidad de recursos financieros, la capacidad de recursos materiales para estar presentes con monitoreo con vigilancia con inspección pesquera en esos 2 mil 500 sitios de arribo. Entonces qué es lo que sucede ahí. 

Pues ahí es donde se da la pesca ilegal o el grueso de la pesca ilegal en el país, ahí es donde se da la gente saliendo a pescar sin permiso, donde se dan las embarcaciones que carecen de registro en matrícula, ahí es donde se da el tema de los pescadores saliendo a pescar en las vedas o con artes de pesca prohibidas o no permitidas, ahí es donde se da el excedente en los volúmenes determinados de captura, o ahí mismo es donde se da el que lleguen con peces de talla inferior o en volumen mayor al permitido por la Secretaría en las Normas Oficiales Mexicanas. 

— Si se tiene identificado ese hueco, ¿qué acciones se pueden emprender?

Te decía, pues traemos más de 2 mil 500 sitios de arribo, no hay forma de estar ahí presentes haciendo la vigilancia. Entonces ese era (el reto) en aquella época y hoy es más todavía un reto enorme, en donde radica la clave de poder hacer algo en contra de la pesca ilegal en el país y no significa en ese sentido el que tengamos que tener por lo menos 2 mil 500 inspectores con vehículos, pero sí significaba un aumento de presupuesto, si significaba tener una mayor infraestructura, sí significaba también el poder actuar con una mayor inteligencia para entender las redes de de acopio distribución y posterior comercialización de los productos que ingresaban o que se pescaban este en los mares mexicanos, que ingresaban a territorio a través a tierra a través de esos 2 mil 500 sitios de arribo para poder darle seguimiento y en los puntos neurálgicos donde esa producción se concentrará en manos de los intermediarios poder llegar con el acto de autoridad para verificar la procedencia legal de ese producto. Ese era el reto en la época, para eso se estaba trabajando, eso hoy se ha perdido totalmente.

Escrito por

Juan García

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