La pesca furtiva es uno de los factores que impactan la producción del mero en Yucatán, la cual no termina de alcanzar los niveles de pesca de antaño, previo a la imposición de la veda a partir del 1 de febrero.
José Luis Carrillo, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop), refirió que la pesca ilegal tiene consecuencias en la producción del mero “son volúmenes mucho más bajos que el año pasado”, dijo, ya que en diciembre se luchaba por llegar a las 4,000 toneladas, cuando en la temporada pasada alcanzó 5,500 (al cierre de 2020).
“Creo que el mero viene a la baja desde hace algunos años a la fecha, calculo que desde hace unos 7 años con números ya alarmantes”, expuso Carrillo, teniendo la pesca furtiva especial impacto en los volúmenes en los últimos tres años.
Para combatir la pesca ilegal, la Conmecoop trabaja en un modelo de comité de inspección y vigilancia comunitaria, el cual permite a los pescadores colaborar de manera formal junto con autoridades estatales y federales.
Además, en otra forma de atajar la pesca no regulada, existe una exigencia de los pescadores para que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) empiece a trabajar en un programa de ordenamiento pesquero que vele por los permisos y concesiones.
A nivel federal, la organización pesquera sigue con atención una reforma en el Congreso cuyo efecto traspasaría la responsabilidad de la inspección y vigilancia de la Conapesca a la Secretaría de Marina (Semar).
Al menos hasta mayo del año pasado, Yucatán contaba con tan sólo tres embarcaciones y seis inspectores de vigilancia pesquera de parte de la Conapesca para combatir la pesca ilegal en la entidad, de acuerdo con datos de la plataforma Pescando Datos de Causa Natura. Con dichos recursos la autoridad hizo 50 recorridos acuáticos en 2020 y 22 en los primeros cinco meses del año pasado.
Sobreexplotación y cambio climático
Otro factor en el colapso de la pesquería del mero también se explica por la sobreexplotación, añadió Carrillo. Ya que se continúa pescando, aunque los niveles de población apuntan a ser más bajos año con año.
“El mero se ha vuelto más caro y eso ha hecho que el mercado sea ambicioso. De hecho, el mercado de mero es internacional, casi no se consume en México. El 90% de la producción se va a Estados Unidos…y ha hecho que el mero se eleve a precios muy buenos para los productores, pero también permite que se siga explotando a pesar de los bajos niveles de captura”, expuso.
Los pescadores han iniciado el año lidiando con un norte que los obligó a cesar operaciones en puertos como el de Yucalpetén en Yucatán.
Carrillo comentó que si bien el sector tiene contemplados dichos eventos climáticos, ha crecido en los últimos años el número de huracanes producto del cambio climático, lo que también afecta la producción del mero.
“Sí hay una situación extra con el calentamiento global, las aguas han intensificado la temperatura y eso también está afectando el ritmo reproductivo de todas las especies y el mero no es la excepción”, expuso.
Acuerdo con autoridades
Este mes la Capitanía Regional de Puertos dependiente de la Semar exigió a los armadores cumplir con sus respectivos cuadernos de estabilidad y certificado de arqueo para ser despachados del puerto. Estos documentos se exigen para confirmar la estructura y navegabilidad de los navíos, informó el diario Por Esto.
Al respecto, Carrillo expuso que las exigencias están pensadas para embarcaciones de flota mayor con dimensiones superiores a las embarcaciones de mero. Sostuvo que mientras que estas últimas rondan en los 55 pies y aún arrastran prácticas artesanales, las exigencias de la Capitanía son adecuadas para embarcaciones del camarón, por encima de los 75 pies.
“Nosotros creemos que deberíamos de estar sujetos a una reglamentación totalmente diferente por las cuestiones que se tienen y las características de la actividad pesquera. Ahora están pidiendo el arqueo, que son planos de embarcaciones y el cuadernillo de seguridad que creemos nosotros que son documentos que no deberían de exigirse a la pesca (del mero), sino que debería de ser para embarcaciones mucho mayores”, dijo Carrillo.
El presidente de la Conmecoop enfatizó que se llegó a un acuerdo con la Capitanía de Puerto para que los documentos sean elaborados por las autoridades y los pescadores costeen los documentos.
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