Invasión hormiga, continúan desarrollos de megaproyectos en Cabo Pulmo

Cabo Pulmo es un pueblo pesquero que dejó de pescar en la década de los 80, cuando la sobreexplotación amenazaba con llevar a la muerte a...
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Cabo Pulmo es un pueblo pesquero que dejó de pescar en la década de los 80, cuando la sobreexplotación amenazaba con llevar a la muerte a su área marina en la costa de Baja California Sur. La decisión fue el primer paso para convertirse en Área Natural Protegida (ANP) en 1995 y Patrimonio Natural de la Humanidad en 2005.

En la actualidad, a Cabo Pulmo se le conoce como “la joya de la corona de la conservación” y “el acuario del mundo”. En sus aguas habitan alrededor de 800 especies que componen el Mar de Cortés. Su recuperación ha permitido el regreso de fauna migratoria como el tiburón ballena, las ballenas jorobadas y las tortugas marinas.

Pero a pesar de los logros, Cabo Pulmo lleva más de 20 años con la amenaza acechándole la espalda.

“Ya se logró frenar tres megaproyectos. Lo que (las empresas) están haciendo ahora es solicitar autorizaciones supuestamente más pequeñas, pero que juntas vienen a formar lo mismo: la inmensidad de proyectos no acordes a la visión de seguir conservando el lugar”, señaló Judith Castro, presidenta del Comité de Participación Ciudadana de la Comunidad de Cabo Pulmo.

Judith es hija de una de las familias originarias. Su papá y sus hermanos fueron parte de los pescadores que, asesorados por la Universidad Autónoma de Baja California Sur, tomaron la decisión de dejar la pesca para salvar “su jardín”, como se refiere a los arrecifes de coral que están frente a la costa de Cabo Pulmo, los más grandes y antiguos del Golfo de California.

Al dejar la pesca se convirtieron en prestadores de servicios dentro del ANP. Al lado de organizaciones y habitantes, defienden la conservación de la zona.

La amenaza más reciente consiste en la llegada de proyectos empresariales en apariencia pequeños, pero en conjunto no distan de los megaproyectos. Una invasión hormiga, según documentó el periódico Excélsior.

De acuerdo con Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo A.C. se tiene conocimiento de 18 proyectos en desarrollo en un promedio a los 30 kilómetros de distancia del Parque Nacional de Cabo Pulmo.

Manifestación para solicitar que no se destruya el Parque Nacional Cabo Pulmo con la construcción del proyecto turístico Cabo Cortés (2011)
Manifestación para solicitar que no se destruya el Parque Nacional Cabo Pulmo con la construcción del proyecto turístico Cabo Cortés (2011). Fuente: GREENPEACE/CUARTOSCURO.COM

El monstruo de 30 mil habitaciones y Costa Palma

Inició en 2008. La inmobiliaria española Hansa Urbana anunció Cabo Cortés, un megaproyecto turístico que pretendía construir hoteles y viviendas que sumaban más de 30 mil habitaciones, tres campos de golf y un aeropuerto. La inversión se realizaría a unos metros del norte de Cabo Pulmo.

“En ese momento entendimos que había que formar un frente común para defender Cabo Pulmo. Incluir a la comunidad, a las organizaciones, a los científicos… Tener cubiertas todas las trincheras que pudiéramos necesitar para esa defensa”, recordó Judith Castro sobre el nacimiento de la Coalición Cabo Pulmo Vivo en 2009, en donde es representante del sector comunidad.

Fue hasta 2012 que el gobierno federal anunció la decisión de cancelar de manera definitiva el proyecto Cabo Cortés. Sin embargo, en 2014 y 2016, otras empresas continuaron con las propuestas de megaproyectos.

El proyecto Cabo Dorado en 2014 planteó la construcción de una ciudad ecoturística. La propuesta venía de la empresa China State Construction Engineering Corporation y se resumió en más de 22 mil cuartos distribuidos en nueve hoteles, 6 mil viviendas y 4 mil instalaciones para comercio, restaurantes y demás servicios.

Tras aquel segundo rechazo, en abril 2016 la empresa BCS Desarrollos Los Cabos, S.A. de C.V. ingresó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el proyecto Cabo Pelícanos, a sólo 10 kilómetros del Parque Nacional Cabo Pulmo. Aunque en agosto de ese mismo año se suspendió el proceso.

“Y siguen saliendo proyectos, no son tan grandes, pero tienen efectos acumulativos”, manifestó Tania De La Vega, directora ejecutiva de Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo A.C, otra de las organizaciones que participa en la coalición.

En entrevista con Causa Natura, Tania De La Vega y Reina Macklis -quien es Coordinadora de Vinculación Regional de la asociación civil- hablan sobre la invasión hormiga tomando como ejemplo a Costa Palma en La Ribera, Baja California Sur.

El sitio se encuentra a menos de una hora de Cabo Pulmo. Las principales búsquedas en internet ligan a Costa Palma con la cadena hotelera canadiense Four Seasons. Uno de sus establecimientos se encuentra allí, también hay campos de golf, viviendas y demás necesidades de un proyecto turístico.

“Costa Palma es el ejemplo de la invasión hormiga. Cada proyecto dentro de ese complejo se presenta de manera individual, cuando sabemos que la integración de todos representa un impacto mayor. Un impacto que va a repercutir en la línea de costa, incluyendo el Parque Nacional Cabo Pulmo”, explicó Reina Macklis. Ahora estos megaproyectos se construyen por partes.

Macklis y De La Vega hablan de los impactos para la zona en caso de no parar. Por ejemplo, el crecimiento acelerado ante una carente infraestructura que carece de agua, drenaje y energía eléctrica.

“No estamos diciendo que estamos en contra del desarrollo, no queremos que se quede intocable porque no es el punto. Queremos que se hagan las cosas bien. Si no hay agua, luz, seguridad, conservación, no puedes venir”, señaló la directora.

Ubicación de Cabo Pulmo y La Ribera (donde se ubica Costa Palma).
Ubicación de Cabo Pulmo y La Ribera (donde se ubica Costa Palma). Fuente: Coalición Cabo Pulmo Vivo

La búsqueda de la voluntad política

Reina Macklis recuerda un domingo, hace solo unos fines de semana. Narra cómo un grupo de personas frente a las instalaciones de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) permaneció en la costa mientras asaban pescado en una zona no permitida. No pasó nada.

“Hay una falta de voluntad política. Porque hay políticas públicas que podrían poner un candado más fuerte a la hora de autorizar este tipo de proyectos. Sin embargo, no hay las acciones necesarias”, dijo Judith Castro.

Para esta publicación se contactó a las autoridades de Conanp pero no se obtuvo respuesta.

Las ANP son reguladas por la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA). Como parte de las disposiciones generales enlista que su administración debe cumplir con la conservación, buen uso, aprovechamiento, inspección y vigilancia.

“(En las ANP) están prohibidas las actividades de hidrocarburos, está en la ley, es claro. Pero de megaproyectos turísticos es muy específico del decreto y su reglamento”, comentó Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.

Judith Castro, al igual que Reina Macklis y Tania De La Vega, coinciden en que hay una necesidad urgente de actualizar el Programa de Ordenamiento Ecológico.

La Semarnat lo define como “instrumento de la política ambiental que se concibe como un proceso de planeación cuyo objetivo es encontrar un patrón de ocupación del territorio que maximice el consenso y minimice el conflicto entre los diferentes sectores sociales y las autoridades en una región”.

En otras palabras, es que exista un proceso de estudio previo para evaluar la ocupación de un territorio. Principalmente si se trata de un ANP como Cabo Pulmo. El problema es que existen ordenamientos desactualizados desde hace más de 20 años, según Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo A.C.

“La otra situación es que los gobiernos (nivel ayuntamiento) son cada tres años. Y cada tres años se vuelve una historia diferente: viene un nuevo gobernante con un plan de trabajo distinto y no hay seguimiento de lo que se trabajó anteriormente”, declaró la Coordinadora de Vinculación Regional.

También cuenta como “no tienen ni siquiera un archivo de información” de acciones de incidencia como la Campaña de Orgullo en la que se trabaja desde 2006. Además de las fallas que se repiten en diversas zonas pesqueras de México como problemas de inspección y vigilancia, falta de presupuesto y educación ambiental.

Para la población de Cabo Pulmo apostar por la conservación del ecosistema es apostar por beneficios para sus integrantes. Se necesitan decisiones para lograrlo, más allá de los intereses propios, señala Castro, “pero parece que sólo lo hacemos los de pie, los que estamos aquí”.

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