Ante la situación a la que se está enfrentando el mundo, una pandemia que no ha podido controlarse y que sigue causando estragos, es momento de ponerse a reflexionar sobre todo nuestra relación con el medio ambiente, ya que está crisis ha puesto en evidencia la relación toxica que hemos llevado con los recursos naturales. Nos encontramos en años claves y decisivo en los que se puede revertir el daño que el ser humano le ha hecho a los ecosistemas.
En este sentido se hace énfasis en los océanos y el panorama de la pesca, ya que según la CEPAL más del 27% de la población vive en zonas costeras. La mayoría de los países tienen más territorio marino que terrestre, especialmente en el Caribe, y los océanos albergan una extraordinaria biodiversidad1. Asimismo, en el mundo alrededor de 660 y 880 millones de personas se ven favorecidas por la actividad de la pesca, de acuerdo con cifras de la FAO.
Es eminente que existe una crisis dentro de los océanos ya que se presenta la acidificación de estos; la pesca ilegal; la poca o nula protección a las áreas marinas protegidas; diversas formas de contaminación que afectan a la fauna marina, así como el deterioro de los arrecifes de coral que sustentan 25 por ciento de toda la vida marina y proporcionan alimentos e ingresos a más de 500 millones de personas.2
México es un país que se enfrenta todos los problemas ante mencionados. Si seguimos así sin cambiar las cosas el panorama esperado para el 2021 y el futuro post-covid no es alentador. Si bien ya existe un compromiso por parte de nuestro país para generar un área oceánica que sea 100% sostenible no hay una visión clara y concreta de cómo se avanzará en este tema en los siguientes años.
Al mismo tiempo México tiene planteado el proyecto Sembrando vida en el mar, el cual beneficiará a 160 mil pescadores de comunidades ribereñas con alto grado de marginación y vulnerabilidad al cambio climático. Sin embargo, no hay reglas ni acciones claras, así como que tipo de monitoreo y seguimiento se le dará al programa y bajo que términos se llevará acabo.
Otro de los problemas a los que se enfrenta México, es la pesca ilegal. Por una parte, de acuerdo con datos de la CONAPESCA3, hay una reducción tanto en inspectores como en recursos para el combate de la pesca ilegal. Asimismo, existe la situación de la extinción de la vaquita marina; saqueo de totoaba y la defaunación de Áreas Naturales Protegidas. Por lo que es necesario una política de trazabilidad, saber quienes operan en el mar y que productos son los que se están extrayendo, así como generar vínculos y puentes que permitan trabajar de la mano con las pesquerías y con los pescadores.
En este sentido y ante el panorama poco alentador, es evidente que México se enfrenta a retos bastantes fuertes en materia de océanos. Es por esto que es necesario contar con políticas públicas estructuradas, programas bien diseñados con reglas de operación claras, así como diagnósticos solidos de la situación donde se planteen las problemáticas y se analicen las causas y consecuencias, así como incluir a los actores afectados.
Notas:
1 CEPAL presenta primer panorama regional de los océanos, mares y los recursos marinos en América Latina y el Caribe. Disponible en: https://www.cepal.org/es/noticias/cepal-presenta-primer-panorama-regional-oceanos-mares-recursos-marinos-america-latina
2 Lanzan campaña mundial para fomentar la protección de los océanos
3 Consultar Pescando Datos. Disponible en: https://pescandodatos.org/combate-a-la-pesca-ilegal
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