Megaproyecto turístico Baja Bay Club busca instalarse a un costado de Cabo Pulmo

Cabo Pulmo, en Baja California Sur, es un área importante de conservación para arrecifes y parte de su éxito ha sido que se encuentra aislada. Por lo que la proximidad de Baja Bay Club, un megaproyecto turístico e inmobiliario en proceso, es considerado una amenaza por parte de ambientalistas.
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La proximidad de Baja Bay Club, un megaproyecto turístico e inmobiliario, al Parque Nacional Cabo Pulmo, en el noroeste de México, representa un riesgo para el único sistema de arrecife coralino del Golfo de California y las numerosas especies que alberga, de acuerdo con el biólogo Gabriel Olvera, coordinador del Programa Municipal de Protección a la Tortuga Marina del Ayuntamiento de Los Cabos.

“Cabo Pulmo es un área importantísima de conservación y gran parte de su éxito ha sido el aislamiento en el que se encuentra y que no hay tanta infraestructura que impacte al ambiente. Poner proyectos tan grandes y cercanos al área protegida, va a poner más actividad en el sistema que, de por sí, es un ecosistema frágil. Plantean villas, hoteles, campo de golf, y todo eso va a requerir infraestructura en la vialidad que va a hacer más fácil el acceso del turismo hacia la zona y va a incrementar la cantidad de personas que lleguen”, explicó Olvera.

El proyecto de Baja Bay Club consiste en 442 villas, 275 habitaciones de hotel, una casa club, un club de playa, patios de servicios y embarcaciones y un campo de golf, en una extensión de 610 hectáreas, donde anteriormente se intentó instalar el proyecto Cabo Cortés, cancelado en el 2012 por incumplir los requerimientos ambientales.

De aprobarse Baja Bay Club, sumarían 16 proyectos autorizados en las comunidades costeras de Cabo del Este en los últimos 14 años, algo visto como un problema por la Coalición Cabo Pulmo Vivo, un grupo multisectorial que vela por la naturaleza y cultura del lugar. 

“Hay otros siete proyectos que se encuentran en evaluación que se pretenden instalar en las comunidades costeras de Cabo del Este, que abonan al crecimiento poblacional y a problemas sociales como inseguridad, deterioro de la calidad de vida y pérdida de identidad”, señalaron en un comunicado del 10 de junio.

Giuseppe Pasquetti, biólogo y asesor ambiental de Baja Bay Club, defiende que el proyecto no se ubica en el Parque Nacional y que cumple con todos los instrumentos legales vigentes.

“El proyecto no está en el área protegida de Cabo Pulmo. Está en un espacio regulado. Hay un ordenamiento ecológico que reconoce la existencia de Cabo Pulmo y el proyecto está cumpliendo con los instrumentos legales y el contexto legal planteado. Es plenamente legal y es factible llevar a cabo proyectos de desarrollo inmobiliario en esa zona”, señaló Pasquetti.

El Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) es un instrumento que ordena el territorio y las actividades fuera del centro urbano. En el caso de Cabo del Este, el POEL permite un turismo de baja densidad de hasta 10 habitaciones por hectárea. Sin embargo, para Olvera es un instrumento creado en 1994 que necesita ser actualizado para responder a los retos que enfrenta esta región.

“El POEL que está vigente es un instrumento desfasado, rebasado, con condiciones ambientales diferentes a las actuales. Ha habido un gran esfuerzo por actualizar este programa y ahorita hay uno muy serio en el que se está trabajando para llegar a una propuesta de consulta pública. Es importante que la ciudadanía se informe sobre el actual proceso del POEL y participe en las consultas públicas”, explicó Olvera.

Uso de suelo

El proyecto promovido por el Fideicomiso Cabo Dorado y cuyo principal administrador es Grupo Desarrolla representado por Diego Sánchez Navarro, se encuentra en Proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (PEIA) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ya que se halla en un ecosistema costero y requiere el cambio de uso de suelo para la remoción de vegetación en 577 hectáreas.

Sin embargo, en octubre de 2024, Baja Bay publicó un video promocional donde muestran un predio desmontado que sugiere ser parte de trabajos para instalar el proyecto sin contar aún con las autorización ambiental para preparar el suelo.

“No es en dónde planean instalarse, ya se están instalando. Se puede ver en el video. Están destruyendo algunas dunas y están rellenando para levantar para desplantar un poco más alto para tener una mejor vista al mar, cuando la duna es importante porque sirve como una barrera ante los huracanes”, señaló Francisco Alcocer, vocal ejecutivo de la asociación Los Cabos Coastkeeper.

Interiores 900x600.jpgImágenes extraídas del video promocional de Baja Bay en Youtube. Fuente: Baja Bay Club

Pasquetti señaló que el desmonte corresponde al proyecto Bahía El Rincón que no tiene asociación con el de Baja Bay.

“Corresponde a otro proyecto que se llama Hotel Bahía El Rincón que cuenta con sus propias autorizaciones y no está asociado. El proyecto Baja Bay requiere necesariamente tener las autorizaciones previas en materia de impacto ambiental y en materia forestal, por lo tanto no ha iniciado obras o actividades. Seguramente, habrán cosas a nivel comercial que luego la publicidad a veces no es la mejor, pero en el expediente y en la MIA de Baja Bay está bien limitado espacialmente”, señaló Pasquetti.

Interiores 900x600.jpgPlan maestro de Baja Bay Club y polígono color rojo del proyecto Hotel Bahía El Rincón. Fuente: Foto original Baja Bay Club. Delimitación de área de Bahía El Rincón por Daniela Reyes.

Interiores 900x600 (1).jpgEl polígono de Baja Bay entregado en la MIA es el color verde y el de Bahía El Rincón es el polígono color rojo. Fuente: Elaboración propia.

Aunque la MIA de Baja Bay Club no incluye esta superficie dentro de su proyecto, el Plan Maestro disponible en su sitio web presenta el uso de toda la costa incluyendo el área del proyecto del hotel Bahía El Rincón donde ubica la construcción de 38 casas residenciales frente al mar, destinadas para los fundadores y situadas en el corazón de Baja Bay como indica el sitio web.

“Es preocupante que se continúen presentando proyectos de manera fragmentada y que la autoridad ambiental lo siga permitiendo. Urge poner freno a esta modalidad ya que no permite evaluar de manera integral los impactos ambientales de complejos como Baja Bay Club, cuya operación trae consigo diversas problemáticas ecológicas, sociales y económicas para sus habitantes”,  señaló la Coalición Cabo Pulmo Vivo.

Impacto en zonas de anidación de especies

Interiores CNM.jpgFotografías extraídas del video promocional de Baja Bay en Youtube. Fuente: Baja Bay Club

En los videos promocionales también se aprecian vehículos todo terreno recorriendo la playa marítima y la Zofemat en una zona que es considerada de anidación de tortuga golfina, prieta y laúd, y de gallito marino.

El proyecto cuenta con un programa de manejo de duna costera, una autorización de aprovechamiento no extractivo de tortugas marinas y gallito marino, y un programa de manejo para ambas especies, autorizadas por Semarnat.

“Hay un programa de manejo de duna costera orientado hacia la protección de la funcionalidad ecológica de la duna y de la playa como sistema para poder hacer un aprovechamiento sustentable del espacio entre el límite constructivo y la playa. Hay también una restricción de circulación y una zonificación acordada que considera los espacios de las tortugas y la temporalidad, de cuáles son los espacios en los que puede haber circulación o no”, señaló Pasquetti.

Olvera señaló que no estaba enterado de dichas autorizaciones ni del plan de manejo de Baja Bay, y por lo tanto no tuvieron acceso a esto, debido a que es un proceso que el proyecto llevó a cabo directamente con la Semarnat.

“En este punto nosotros no sabíamos de esa autorización, entonces no tuvimos acceso a ningún documento y no es una obligación tampoco del desarrollo a pedir opinión de nosotros, esa es atribución de la autoridad, evaluarlo y autorizarlo, pero no ha habido acercamiento con ellos. Desconocemos quiénes son los responsables, quiénes lo operan, no hay información”, señaló Olvera.

Presión sobre un uso eficiente del agua

Interiores 900x600 (1).jpgCampos de golf en el desierto. Fuente: Baja Bay Club

Baja Bay ha hecho público en su MIA que posee tres concesiones que amparan un volumen anual de 4 millones 865 mil metros cúbicos de aguas nacionales para autoabastecerse y que no instalará una desaladora. Sin embargo, ha sido criticado por la construcción de campos de golf en una región con una gran presión sobre el recurso hídrico.

“En Los Cabos tenemos una carencia muy seria de agua en todo el municipio, y estos desarrollos demandan una gran cantidad de agua, no solo para la construcción sino en la operación. Es increíble que se siga promoviendo el modelo de campo de golf en la zona. Si bien el turismo lo quiere, pero no es sustentable. No es lo ideal en esta zona donde carecemos de agua, aunque pueden decir, vamos a regar con agua tratada, pero esa agua tratada puede tener también otros usos”, señaló Olvera.

El proyecto asumirá la responsabilidad por el manejo de sus aguas residuales a través de una planta de tratamiento y asegura que el último uso que se le dará será para el riego de los campos de golf.

“No solamente estamos atendiendo la NOM-001, también estamos atendiendo la NOM-003 para el reuso del agua en las instalaciones. La cadena de flujo del agua en el proyecto antes de poder llegar a ser regada sea en áreas jardinadas, o sea en pastos tiene que tener una serie de usos adicionales como pasar a través de un segundo uso en las instalaciones como áreas sanitarias o áreas de servicios. El uso es circular hasta poder llevarlo al mayor aprovechamiento posible”, señaló Pasquetti.

Aún así, Alcocer señala que existen otros impactos indirectos que deberían ser analizados a mayor profundidad como la vivienda de quienes van a emplearse para operar el proyecto debido a que no existe la suficiente fuerza laboral en los centros poblacionales cercanos al área, así como el impacto de las vialidades internas, de los bancos de materiales y el manejo de los residuos que generará.

El proyecto pasó por un proceso de consulta ciudadana convocado por la Semarnat, en el que se recibieron opiniones técnicas sobre la viabilidad ambiental del proyecto. Éstas serán analizadas para el dictamen final, que tanto la parte ciudadana, la institucional y la promovente esperan sea el mejor para la protección al medio ambiente.

Escrito por

Daniela Reyes

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