¿Qué nos dicen los Datos Abiertos sobre la pesquería del tiburón en México?

Las aguas templadas de los mares mexicanos han sido el refugio temporal o el hogar permanente de distintas especies que constituyen el co...
single

Las aguas templadas de los mares mexicanos han sido el refugio temporal o el hogar permanente de distintas especies que constituyen el complejo entramado ecosistémico marino. Los escualos o tiburones1 forman parte de este abanico megadiverso de seres vivos, y aunque en México habitan 111 especies de tiburones2, la Norma Oficial Mexicana NOM-029-PESC-2006 sobre la pesca responsable de tiburones y rayas especifica que el 35% (39 especies)3 tiene valor comercial por ser fuente rica de proteína (se aprovecha la carne, aletas, dientes e hígado, principalmente) e insumo para la elaboración de cosméticos y medicamentos4. Así también, en los litorales del Pacífico, golfo de México y mar Caribe, se estima que viven 85 especies de mantarrayas, de las cuales 37 tienen relevancia comercial5.

Las evaluaciones más recientes que actualizan la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) concluyen que, para el caso de los tiburones, rayas y quimeras, 151 especies de 422 evaluadas6, y de 500 conocidas7, se encuentran bajo algún nivel de riesgo de extinción. Adicionalmente, investigadores de distintas universidades publicaron en Nature un artículo científico que señala que las poblaciones de tiburones a nivel global han disminuido 70% desde la década de 1970 debido principalmente a la sobrepesca8.

En el 2019 el gobierno federal publicó el Programa de Acción para la Conservación de las Especies (PACE): Tiburones y Rayas, que presenta ejes, objetivos y líneas de acción para la conservación de estas especies en las Áreas Naturales Protegidas (ANP)9. Asimismo, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se comprometió a implementar medidas efectivas de conservación y manejo relacionadas con la generación de información y conocimiento que permitan evaluar el impacto del esfuerzo pesquero sobre las especies de tiburones y demás especies marinas10; a pesar de la existencia de estos documentos aún no hay información sobre los recursos humanos y el presupuesto que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) destinará para dar cumplimiento a estos compromisos.

La pesquería de tiburón representa una fuente de ingreso importante para numerosos pescadores y sus familias. Actualmente, hay 523 permisos para tiburón y raya de pesca ribereña y 186 permisos para pesca de altura. En total estos amparan a más de 995 embarcaciones y 578 unidades económicas11.

En 2019, la producción pesquera total de tiburón y raya tuvo un valor de $1,089 millones de pesos, según las bases de producción de la Conapesca12. Sin embargo, en los registros de aviso de arribo de las embarcaciones mayores y menores solamente se reportaron $112 millones de pesos, lo equivalente al 10.2% de la producción total para estas especies en 201913.

En cuanto a la producción reportada en los avisos de arribo, cabe destacar que de 2016 a 2020 el 52% (284 millones de pesos) de la producción de tiburón ha sido reportada por el 83.4% de las unidades económicas pesqueras que no cuentan con permisos vigentes (de este porcentaje, el 88% corresponde a la pesca ribereña y el 12% a la pesca de altura). Las 1,223 unidades económicas ribereñas sin permiso vigente han reportado un valor de la producción promedio de $50 millones de pesos en el período de estudio (2016-2020), lo que muestra la importancia de la actividad para muchos pequeños productores que podrían estar operando de forma irregular.

Por otro lado, el 16.6% restante (que engloba 274 unidades pesqueras) cuenta con permisos vigentes y produjo casi la mitad (48%) del valor de la producción, es decir, 261.5 millones de pesos durante el período de estudio. De este conjunto de productores que cuentan con permiso de captura, 175 unidades económicas ribereñas han aumentado el valor de su producción de manera significativa de $10.5 a $33.5 millones de pesos, de 2016 a 2020. En contraste, las 99 unidades económicas de altura que cuentan con permiso de captura han reducido su producción 38% durante el mismo período.

Aunque en nuestro país existe un marco normativo que busca regular la pesca y aprovechamiento del tiburón, además de los compromisos adquiridos en el ámbito internacional para lograr su conservación, la realidad es que no se genera información suficiente y actualizada para saber cuál es el estado de las especies que se capturan. La NOM-059-SEMARNAT-2010, sobre la protección de especies nativas, categorías y lista de especies en riesgo, clasifica al tiburón blanco, al tiburón ballena y al tiburón peregrino como especies14 amenazadas; es decir, del total de especies de tiburones que hay en nuestro país, solo tres están protegidas. Adicionalmente, Causa Natura pudo constatar, a través de solicitudes de información pública, que en los últimos años la Semarnat no ha otorgado autorizaciones para el aprovechamiento de otras especies de tiburones y rayas en las Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMAS). Por lo que la entidad encargada de la gestión de los permisos de aprovechamiento es la Sader, a través de la Conapesca.

Hasta la fecha no existe un Plan de Manejo Pesquero para el desarrollo de la pesca de tiburones y rayas (actualmente hay 21 Planes de Manejo Pesquero de acuerdo con el Inapesca15), y la última actualización de las fichas de tiburón de la Carta Nacional Pesquera fue en 2018 para el Golfo de México y el Caribe, y 2010 para el Pacífico y el Golfo de California16.

Comentarios finales

Para mejorar el manejo pesquero del tiburón y poder cumplir con los compromisos mencionados es urgente que se genere más información oportuna sobre el estado de la pesquería para identificar las especies que se están acercando a los límites sustentables de captura. Así también deben redoblarse los esfuerzos de ordenamiento para regularizar la pesca no reglamentada y combatir la pesca ilegal que afecta al tiburón.

Un primer paso para mejorar la información es cerrar el diferencial entre la producción reportada en los avisos de arribo y el dato de producción anual proporcionado por la Conapesca. De hecho, este diferencial puede ser un indicador de la captura proveniente de la pesca irregular; de ahí la relevancia de fortalecer la verificación en los puntos de desembarco.

Por otro lado, no se está llevando a cabo la identificación pormenorizada de las especies de elasmobranquios que se capturan; muchos reportes de avisos de arribo marcan “tiburón” como término genérico, lo que dificulta el seguimiento de los volúmenes capturados según la especie. Es urgente fortalecer la validación de los reportes para verificar si la captura corresponde a la(s) especie(s) que establece el permiso de pesca.

Finalmente, el mejoramiento de la información de los avisos de arribo permitirá hacer estimaciones de la razón captura/límites de pesca para valorar la recuperación de las distintas poblaciones de tiburones.

1 Utilizaremos el término general “tiburón” o “tiburones” para referirnos a las distintas especies de elasmobranquios, es decir tiburones y rayas.

2 Semarnat (2018). Programa de Acción para la Conservación de las Especies: Tiburones y Rayas, SEMARNAT/CONANP, México.

3 NOM-029-PESC-2006, p. 2.

4 La pandemia de Covid-19 pone de manifiesto la importancia de los ecosistemas en la salud y el bienestar de las personas. Su destrucción potencializa el brote de enfermedades por zoonosis y la pérdida de insumos necesarios para la producción de vacunas. El escualeno, obtenido del hígado de los tiburones, es utilizado en la producción de las vacunas porque fortalece el sistema inmune; sin embargo, emplear grandes cantidades de este aceite natural podría aumentar considerablemente la presión sobre las comunidades de tiburones si no se opta por una alternativa sintética en el futuro próximo. Vea: https://bit.ly/2L0qpPM

5 NOM-029-PESC-2006, p. 2.

6 UICN (2020-03). Global Shark Trends Project (GSTP): https://cutt.ly/qxSrJrE. Se consideraron las especies vulnerables (VU), en peligro (EN) y en peligro crítico (CR).

7 INAPESCA (2013). Catálogo de Aletas, Tronchos y Cabezas de Tiburones en el Pacífico Mexicano, primera edición: https://cutt.ly/CxANRTR

8 Varios autores (2021). Half a century of global decline in oceanic sharks and rays, Nature, 2020. Artículo completo: https://cutt.ly/jxDtW5l

9 El PACE (enlace: https://bit.ly/2LVWN6O) busca reforzar los compromisos del Plan de Acción Nacional para el Manejo y Conservación de Tiburones, Rayas y Especies Afines en México, publicado en 2004 (enlace: https://bit.ly/2YUnSKn).

10 Capítulo 24 del T-MEC, Artículo 24.19. Enlace: https://bit.ly/3rw48Jd

11 Para saber más sobre los permisos vigentes visita Pescando Datos: Permisos y Concesiones de Pesca Comercial. Disponible en: https://pescandodatos.org/permisos

12 Para obtener más información sobre la producción pesquera visita Pescando Datos: Sector Pesquero en número. Disponible en: https://pescandodatos.causanatura.org/sector-pesquero-en-numeros.html

13 Avisos de arribo para embarcaciones mayores y menores reportados por la CONAPESCA vía solicitud de información. Bases de datos disponibles en el almacén de datos de Causa Natura. Disponible en: https://www.causanatura.org/almacen-de-datos.php

14 Estas especies están protegidas por la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).

15 Boletín de Prensa del INAPESCA sobre los Planes de Manejo Pesquero: https://cutt.ly/qxKQTHP, y los Planes de Manejo Pesquero para las pesquerías de atún aleta azul y de róbalo garabato, pargo colorado y curvinas en marismas nacionales recién publicados en el DOF el 7 y 12 de abril de 2021, respectivamente.

16 Esteban García-Peña Valenzuela (2019). Auditoría Pesquera: Pescando a Ciegas. OCEANA México. Consultado en: https://bit.ly/3mHrz14

Comentarios (0)

Notas relacionadas

Causanatura Media

A través del periodismo de investigación reafirmamos nuestro compromiso con el derecho humano a la información