Con septiembre iniciaron las sesiones de la LXV legislatura donde iniciativas del medio ambiente y el sector primario esperan por una oportunidad. Principalmente la pesca, uno de los sectores rezagados.

La necesidad es urgente en temas de sostenibilidad. Activistas y especialistas del sector ambiental coinciden que en México la pesca es una actividad que se realiza a ciegas. Especialmente la ilegal, la cual no se registra, no respeta vedas, no tiene permisos, sobrexplota y saquea al mar.

“Calculamos que en México entre el 30% y 50% de la pesca total proviene de la pesca ilegal”, dijo en entrevista Mariana Aziz, directora de campañas en transparencia personal de Oceana.

Aziz explica que esto “trae muchísimos problemas porque no sabemos en realidad cuánto se está extrayendo, en qué especies, de qué zonas, si se respeta la normatividad, los periodos de veda, las áreas marinas protegidas o las zonas de refugios pesqueros”.

Pero la llamada pesca furtiva no es el único pilar que genera problemas como la sobreexplotación de los mares. La falta de información completa y transparente; la carente trazabilidad que permita seguir el movimiento de un producto desde su captura hasta su consumo, y la falla en políticas públicas son obstáculos para la protección y sostenibilidad.

“El gobierno mexicano reconoce que hay especies pesqueras deterioradas, sin embargo, no implementa ni ejecuta acciones para su recuperación. La pérdida de especies tiene graves consecuencias ambientales, económicas y sociales”, señaló Oceana en un comunicado en febrero.

En un panorama internacional, las especies marinas biológicamente sostenibles disminuyeron alrededor de un 25% de 1974 a 2017. La sobreexplotación e insostenibilidad siguen su tendencia, de acuerdo con SOFIA 2020, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

“Tenemos un importante número de especies sobreexplotadas. Pero hay un problema y es que no podemos saber cómo se encuentran en totalidad porque no hay información completa. Somos un país con una legislación opaca donde la disponibilidad de datos y de información es bastante limitada”, agregó Aziz.

Tendencias mundiales sobre la situación de las poblaciones marinas del informe SOFIA 2020.
Fuente: FAO

Informar y medir para solucionar

Para resolver la sobreexplotación pesquera no solo basta con saber el qué. También se piensa en por qué, cómo y, principalmente, cuánto.

“Si no puedes medir un problema, no puedes resolverlo. Así no es posible proteger restaurar y recuperar las poblaciones y los ecosistemas de especies sobreexplotadas, deterioradas o en proceso de colapso”, informó la primera Auditoría Pesquera de Oceana.

En la Auditoría 2.0, publicada este 2021, se refuerza la necesidad de un manejo integral de la pesca para avanzar en soluciones. El primer paso para México podría darse en la Carta Nacional Pesquera.

Se trata del documento elaborado y actualizado por el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) que recopila información sobre dónde, cuándo y cuánto se permite pescar sin alterar el equilibrio ecológico. El objetivo es ser un instrumento que proporcione información veraz de datos como las especies explotadas, los estatus de población, las artes de pesca empleadas, entre otros.

El problema: la Carta Nacional Pesquera no está actualizada.

“No es algo que se haga año con año como lo manda la ley. Vimos que el 51% de las fichas pesqueras de la Carta Nacional tienen más de ocho años sin ser actualizadas […] Todo esto nos habla de un panorama pesquero bastante opaco. No podemos saber realmente qué está pasando allá afuera, cuáles son las especies sobreexplotadas, qué medidas están tomando para revertir estas tendencias y eso nos tiene trabajando en la oscuridad”, declaró Mariana Aziz.

Además sólo el 4% presentan fuentes de información verificables, mientras el 96% no tiene datos públicos disponibles para evaluación. Desde su creación en el año 2000 se ha actualizado cinco veces.

Si desconocemos de dónde viene la mitad de los peces que salen del agua, desconocemos si las problemáticas en el mar son más grandes de lo calculado, agrega Aziz.

“Los éxitos logrados en algunos países y regiones no han sido suficientes para revertir la tendencia mundial de las poblaciones sobreexplotadas. Estos progresos desiguales destacan la urgente necesidad de reproducir y readaptar las políticas y medidas que han resultado exitosas en vista de las realidades y necesidades de pesquerías específicas”, afirmó Qu Dongyou, director general de la FAO, en el informe SOFIA 2020.

Fuente: Auditoría 2.0 de Oceana

La apuesta por la trazabilidad

El gobierno mexicano sigue tomando decisiones para la gestión de la pesca sin información suficiente y actualizada, señaló Oceana. De acuerdo con las cifras, más de 300 mil familias de pescadores y trabajadores del mar están en riesgo al no existir planes de manejo sostenibles.

Pese a la falta de acción política, diversas organizaciones como Oceana proponen un plan de acción, donde una de las grandes apuestas es la trazabilidad, que garantiza el seguimiento del proceso de un producto desde su captura hasta su consumo. Permite la pesca legal, por ende, aquella que registra, respeta vedas y tiene permisos.

“También hay una falta de cumplimiento de las normas y para eso necesitamos poner en práctica herramientas que nos permitan incentivar el cumplimiento como la trazabilidad. Es una herramienta para cerrarle la puerta en el mercado a toda pesca ilegal”, explicó Mariana Aziz.

Como directora de campañas en transparencia, Aziz reafirma la necesidad de tener elementos en política pública que den orden, pero también las herramientas que vigilen el cumplimiento de esa ley. Un avance para poner freno al saqueo de los mares.