Cooperativas apuestan por refugios pesqueros pese a embates de la pandemia

Los pescadores de la Isla Natividad llamaron la atención tras la aplicación de medidas drásticas para combatir la pandemia de covid-19,...
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Los pescadores de la Isla Natividad llamaron la atención tras la aplicación de medidas drásticas para combatir la pandemia de covid-19, como restringir el acceso de visitas a la isla. Reglas que si bien el presidente de la cooperativa pesquera de la localidad ha calificado de “rudas”, no han minado los esfuerzos de coordinación con científicos para robustecer la red de zonas de refugio pesquero y ni la realización del monitoreo anual.

“Nos estamos poniendo de acuerdo. Precisamente, ayer tuvimos llamada con personal de COBI (siglas de la asociación civil Comunidad y Biodiversidad). Es muy posible que, el próximo mes, en junio, se arranque con estos monitoreos”, dijo a Causa Natura, Esteban Sandez, presidente de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Buzos y Pescadores de la Baja California.

Se trata de entre 10 y 15 días al año dedicados a levantar datos relevantes sobre el funcionamiento de estos refugios. La conciencia del covid-19 está presente en la cooperativa que endureció las reglas de visitas a la localidad de 500 habitantes. De esta cuenta se pretende que este año, como ya se hizo en 2020, sean los pescadores quienes realicen el monitoreo con el apoyo de COBI.

Los monitoreos en el 2020 demostraron el aprendizaje que han tenido las personas de la localidad para la tarea. Amas de casa y pescadores realizaron dichos buceos.

“Lo hicieron ya solitos… Se aventó la oenegé y les dió la confianza al pescador, y el pescador y sus compañeras sacaron la chamba adelante”, agregó con orgullo el presidente.

Hasta 2020 había 36 refugios en México que conforman 14 redes de refugios pesqueros, un descenso en comparación con los datos al término del 2019 cuando eran 43 refugios y 15 redes, de acuerdo con el Análisis de Presupuesto para las Redes de Zonas de Refugios Pesqueros en México (2012-2020), realizado por Causa Natura.

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En 2018 se emitió el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación por el que se establece como red de zonas de refugio pesquero a los bloques de la Plana y Punta Prieta en las aguas de la isla.

El acuerdo es la parte más visible de un trabajo detrás. La cooperativa implementó un proyecto piloto en el 2006. Estuvieron convencidos de los beneficios de las reservas antes y lo siguen estando, explicó el presidente.

“Los estudios nos han indicado que, efectivamente, hay una dispersión de larvas a las demás zonas aledañas por mantener cerrada el área. Esa es una parte ganadora, la otra es que los recursos que hay dentro de la reserva con el paso de los años no tienen el mismo valor que en el 2006. En ese sentido creo que hemos ganado bastante”, detalló Sandez.

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El acuerdo prohíbe de forma permanente la pesca de otras especies que no sean langosta y así aumentar la biomasa en el área de abulón azul, abulón amarillo, erizo rojo, erizo morado, pepino de mar, caracoles, cabrilla sargacera, verdillo, jurel, blanco y mero.

Pese a tener la posibilidad, los pescadores han evitado la pesca de langosta en las reservas, echando mano de esta pesquería sólo una vez en los últimos 13 años con un mínimo de trampas, dijo Sandez.

Aunque el establecimiento de los refugios fue hecho de forma simultánea, Punta Prieta presenta mejores resultados que La Plana en especies como el abulón, pese a que la zona de La Plana contó en el pasado con periodos en los que los locales vedaron por años la pesca y era conocida por su abundancia, refirió Sandez.

El reporte de COBI “Reservas Marinas Totalmente Protegidas en México 2005-2016” expuso que tras 10 años de monitoreo en La Plana registró cambios en abundancias de algunas especies, éstas se vieron perjudicadas por eventos de hipoxia (falta de oxígeno). Estos eventos ocurren en parte por el calentamiento de la tierra, los vientos que generan corrientes son más fuertes y llevan masas de aguas más profundas sin oxígeno a la superficie.

“La filosofía del Pescador actual de La Isla Natividad es que si la ciencia no va de la mano al pescador, no se puede llegar a encontrar objetivos sólidos”, dijo Sandez, de esta cuenta la cooperativa colabora con COBI y otras instituciones académicas como la Universidad de Standford.

El sueño de un refugio

Tras haber realizado un intercambio con pescadores de la Cooperativa Progreso de Producción Pesquera La Bocana, en Baja California, el buzo Rey Oliver Gutiérrez decidió impulsar una reserva a su volver a Puerto Lobos.

La crisis generada por la caída de la producción pesquera en Puerto Lobos, Sonora, fue el principal hecho que Gutiérrez usó para convencer a sus colegas, y así generar un consenso que le permitiera revertir la caída de la población de pulpo, almeja chocolata, caracol chino y callo escarlopa.

“Empecé con los compañeros, visitando casa por casa. Y empecé a decirles que visualizaran los años atrás, qué tanto producto sacábamos y lo que estamos sacando en este tiempo”, dijo Gutiérrez, miembro de la cooperativa Conservadores de Alimento del Mar, a Causa Natura.

Finalmente, en mayo de 2019 la comunidad de Puerto Lobos se puso de acuerdo para frenar la pesca de buceo en un área conocida como El Enegado, por una piedra del mismo nombre.

La mayoría de las veces cinco personas participaban en vigilar que el área de reserva se respetara. Se subían a los cerros para visualizar lo que sucedía en el mar desde ahí, y en más de una ocasión visitaron a pescadores que habían roto su palabra para prevenir que la pesca en dichos lugares volviera a suceder, relató a Causa Natura.

Si bien, la aspiración de Gutiérrez y otros buzos era el posible establecimiento legal de un refugio, la pandemia puso en aprietos la decisión de dejar en pie las restricciones de pesca, ya que la necesidad orilló a algunos pescadores a no respetar la prohibición, ocasionando riñas dentro del gremio, relató el buzo.

“En total la gente sí miró un resultado… yo no pensaba decir sí, en decir saben qué, ya se puede trabajar, sino que darle un manejo. Pero ya empezamos a mirar la situación de la pandemia, el trabajo se empezó a recortar, muchas cosas, entonces lo abrimos por lo mismo”, expuso el buzo sobre la apertura en mayo del 2020.

Tras la renovación

Los acuerdos por los que se establece una red de zonas de refugio pesqueros cuentan con un periodo de 5 años y en Punta Allen, Quintana Roo, ya iniciaron los preparativos para renovar este acuerdo en la Bahía de la Ascensión, cuyo vencimiento será en septiembre.

La Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Pescadores de Vigía Chico decidió ir por otros cinco años de pesca temporal en los refugios después de conocer informes brindados por el grupo de buzos monitores, conformado por socios y familiares de miembros de la cooperativa.

“Tuvimos varias reuniones en las que se dialogó, precisamente, por qué era importante, cómo a nosotros nos había beneficiado. Darle perspectiva de todo lo que habíamos aprendido en el proceso y ya se tomó la decisión, nuevamente, de que se tenía que renovar. Los socios de la cooperativa estuvieron de acuerdo con esto y tuvimos el asesoramiento de COBI, ayudando con los datos que se han obtenido”, dijo Ricardo Pérez, miembro del grupo de buzos monitores de la localidad.

Existen dos zonas de refugio en la bahía, Niche Habin y Punta San Juan. La cooperativa que cuenta con una concesión para la pesca de langosta puede realizar de forma temporal la pesca de dicha especie, al tiempo que el acuerdo también busca aumentar los volúmenes de otras especies de forma indirecta.

Cuando se le pregunta a Pérez cómo se determinaron esas áreas, comentó que en un principio no había conocimiento sobre estos lugares.

“Pero con el conocimiento de las personas de que en zonas cercanas había una buena captura de las especies que hay ahí pues se fueron haciendo monitoreos en la zona hasta dar con los puntos precisos en los cuales se encontraban las zonas de agregación de especies, como el mero o los pargos”, agregó Pérez.

Los beneficios del refugio pesquero no son sólo para la comunidad sino para otras, e incluso para el Sistema de Arrecife Mesoamericano, el arrecife transfronterizo más grande del mundo.

Las cooperativas pesqueras han generado redes de intercambio de conocimiento. Pérez comentó que participa a través de aplicaciones como WhatsApp con otras cooperativas donde comparte cómo han dado soluciones a diferentes problemáticas, al tiempo que también han tenido oportunidad de participar en redes a nivel internacional sobre el manejo sustentable de la langosta.

“Ha habido intercambio con muchos países como Panamá, Belice, islas como República Dominicana, Cuba, en el caso de uso comunitarios gracias a la colaboración de COBI que asesora muchas unidades hemos creado conectar con otras no solamente aquí, sino en el Pacífico”, dijo Pérez.

Recientemente, Pérez y miembros de la cooperativa de Vigía Chico viajaron a Chetumal para avanzar en la documentación formal que se entregará a las autoridades, la decisión de la comunidad pesquera está tomada, sentenció el buzo.

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