Los Cabos cada año recibe más cruceros y de mayor capacidad. Estas embarcaciones suelen usar combustóleo alto en azufre para generar su energía y moverse, lo que ha ocasionado que la transportación marítima sea la principal fuente de dióxido de azufre en el puerto, un contaminante que requiere el cumplimiento de límites de emisión para proteger la salud y el bienestar humano.
Los dos puertos más grandes de Baja California Sur son: La Paz y Los Cabos. El primero dedicado, mayoritariamente, al transporte comercial, y el segundo en su totalidad al turismo, particularmente a cruceros, de acuerdo al informe sobre puertos de México de la Secretaría de Marina.
Mientras en La Paz y en Comondú, la principal fuente de emisiones de dióxido de azufre es la generación de energía, en el resto de los municipios de Baja California Sur (Mulegé, Los Cabos y Loreto), las emisiones de dióxido de azufre provienen de la transportación marítima, de acuerdo con el Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire del estado de Baja California Sur (Pro-Aire BCS, 2018), un instrumento gubernamental que establece las estrategias para reducir las emisiones atmosféricas.
Esto se debe a que La Paz fue denominado el corazón energético de Baja California Sur y genera el 70% de la electricidad que se requiere en la entidad, mientras que, por ejemplo, en Los Cabos la principal actividad económica corresponde al sector servicios y está entre los puertos más visitados del mundo, por eso la fuente de emisiones es diferente, señaló Jaqueline Valenzuela, directora ejecutiva del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (Cerca).
“Aunque la embarcación se encuentre parada en la costa sigue generando electricidad y esa generación de electricidad al igual que las centrales de generación de La Paz es muy contaminante. Todo este tiempo que están los barcos ahí parados podemos compararlo con los tiempos que se está generando la electricidad en La Paz, solamente que no se está suministrando a las casas, se está suministrando a la propia embarcación, cuyas instalaciones son intensivas en consumo energético. Esa embarcación por sí misma tendría un consumo de electricidad muy similar o incluso superior a cientos de miles de casas”, dijo Valenzuela.
Para 2024, Baja California Sur recibirá aproximadamente 246 arribos de cruceros de los cuales el 90% llegarán al Puerto de Los Cabos, de acuerdo con José Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros.
Desde 2023, Cerca instaló ocho monitores de material particulado en Los Cabos, dos de ellos muy cerca de la marina de Cabo San Lucas que revelarán más sobre la influencia de las embarcaciones en la concentración de la contaminación.
“De acuerdo a los datos del inventario de emisiones de Baja California Sur del año 2005 con una actualización en 2011, se señala que las principales emisiones en el municipio de Los Cabos son por fuentes móviles como el transporte marítimo, transporte terrestre y el transporte aéreo. Entonces para nosotros fue de principal interés monitorear dentro de la ruta de contaminación de estas tres fuentes importantes y así es como está distribuida nuestra red de monitoreo: dos monitores cerca de la Marina; pero también tenemos otros ubicados en zonas de mayor tránsito vehicular y en caminos no pavimentados; y por último, cerca de los aeropuertos, que es otra fuente móvil de gran importancia”, explicó.
Sin embargo, será este mes que presenten los resultados del monitoreo de 2023 y esperan dentro de cuatro años hacer un estudio formal sobre los impactos a la salud en población expuesta a la contaminación del aire en el municipio de Los Cabos.
A diferencia del transporte terrestre como la gasolina, el tipo de combustible de las embarcaciones contiene altos niveles de azufre, señaló Valenzuela. Las emisiones de dióxido de azufre provienen, principalmente, de las embarcaciones mayores que, al igual que las centrales de generación de electricidad, funcionan con combustóleo, lo queman para desplazarse y expulsan emisiones por las chimeneas.
De acuerdo con información del Institute of Americas, los cruceros atracan por un lapso de 10 horas en los puertos. En ese tiempo mantienen encendidos los motores auxiliares, la energía eléctrica, la calefacción de las piscinas y el aire acondicionado para quienes se encuentran a bordo.
En Baja California Sur no hay una medición oficial del dióxido de azufre ni de otros contaminantes criterio (aquellos que han sido normados para establecer sus límites de emisión) debido a que no hay casetas de monitoreo instaladas.
“Hay un plan del gobierno del estado para instalar una caseta de monitoreo, entonces a partir de la ubicación de esa caseta sabremos información oficial de los seis contaminantes criterio, uno de ellos es el dióxido de azufre”, dijo Valenzuela.
Para evitar que haya impactos a la salud, la organización Cerca recomienda que las embarcaciones instalen sistemas de control de emisiones y restringir el uso de combustibles altos en azufre en aguas nacionales.
“Lo que necesitamos es que se tomen serio las afectaciones para que dentro del funcionamiento que se tiene de estas embarcaciones se incluyera de manera estricta estos sistemas de control ambiental instalados en chimeneas y también sistemas de controles integrales para cuidar el tema de las descargas al mar; y por otro lado usar combustible que sea más limpio, es decir, que su concentración en azufre no sea tan alta, porque aquí en México, desafortunadamente, todavía se permite el uso de un combustible alto en azufre (en embarcaciones) que transitan incluso en aguas nacionales. Poner énfasis en la calidad del combustible que se está usando no solamente en términos económicos, sino también en términos ambientales y de salud de la población”, opinó Valenzuela.
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