Transparencia y trazabilidad son fundamentales para la rendición de cuentas en productos del mar: Fritzner

El proyecto Beyond Seafood en Greenpeace USA ha realizado importantes reportes sobre la sustentabilidad pesquera a través de encuestas a supermercados en el vecino país.
single

La pesca enfrenta retos para garantizar la sostenibilidad de los océanos. La organización Greenpeace se ha dedicado a realizar estudios en los Estados Unidos sobre los compromisos de los supermercados en ese país para abonar a esta meta. 

En febrero del año pasado publicaron la segunda edición del reporte “El Alto Costo del Atún Barato” que encuestó a 16 supermercados en materia de sustentabilidad y derechos laborales. Un lustro atrás, en el 2018, la organización publicó el reporte “Acarreando los océanos 10” (Carting Away the Oceans 10), donde evaluó y clasificó a los mayores retailers de los Estados Unidos de acuerdo con su compromiso en pescados y mariscos sostenibles. 

La importancia de este seguimiento no es menor. En 2021, la industria pesquera de Estados Unidos generó un impacto económico de 193 mil millones de dólares en ventas, de acuerdo con datos oficiales del vecino país. 

En una entrevista escrita para ahondar sobre los desafíos que atraviesa el sector de retailers en los Estados Unidos Causa Natura Media entrevistó a Charli Fritzner, manager del proyecto Beyond Seafood en Greenpeace USA, quien dio su opinión sobre los retos en el sector pesquero en ese país y el globo. 

— ¿Qué impacto tiene en los océanos el suministro actual de pescado? 

Si bien el consumo de atún y otros productos del mar ha aumentado durante la última década, el problema de la sobrepesca no se trata sólo de satisfacer la demanda de los clientes. A menudo se captura más pescado del que se puede vender.

Las capturas incidentales y los artes fantasma, resultantes de prácticas de pesca destructivas y negligentes, contribuyen aún más al problema. Dañan no sólo a los peces sino también a otras especies de vida marina como tortugas, tiburones, rayas, delfines, ballenas jorobadas, aves marinas y otras especies clave cruciales para un ecosistema oceánico saludable. 

La pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (INDNR) y las prácticas ambientales nocivas comparten una fuerte conexión con el trabajo forzoso. Estas prácticas se refuerzan entre sí y mantienen los precios bajos al mismo tiempo que mantienen altos márgenes de ganancia para los proveedores y minoristas en la cadena de suministro de productos del mar.

— ¿Hasta qué punto considera que los minoristas son un factor decisivo para la sostenibilidad de los océanos?

Los minoristas desempeñan un papel importante en la cadena de suministro de productos del mar. Tienen el poder de decidir qué proveedores abastecer en sus estantes y pueden establecer estándares que repercutan en la cadena de suministro hasta las plantas de procesamiento y los buques. A medida que se benefician de estos bienes, tienen el deber de actuar responsablemente y garantizar que los productos que ofrecen a los consumidores estén libres de daños ambientales y de esclavitud moderna/trabajo forzoso.

— En el informe "El alto costo del atún barato, segunda edición" varias tarjetas de puntaje de minoristas destacan que algunos no completaron la encuesta de Greenpeace. ¿Qué tan accesibles han sido cuando se les hacen preguntas sobre este y otros informes relacionados con su papel en la sostenibilidad de los océanos?

Algunos minoristas son más transparentes que otros con Greenpeace en cuanto a sus políticas, prácticas y debates. Hy-Vee, por ejemplo, trabajó en asociación con Fishwise para revelar su lista de embarcaciones después de consultar con Greenpeace. 

Sigue siendo la única empresa que ha asumido este compromiso, incluso cuando el informe de clasificación de minoristas destaca la necesidad inmediata de mejora y transparencia en las cadenas mundiales de suministro de atún. Es necesario que más minoristas sigan el ejemplo de Hy-Vee.

— Desde el punto de vista del cliente, ¿diría que cuanta más transparencia, más productos pesqueros sostenibles habrá en los supermercados?

La transparencia y la trazabilidad son fundamentales para garantizar que todas las partes involucradas en la cadena de suministro de productos del mar rindan cuentas. Un etiquetado claro también es esencial, ya que permite a los clientes comprender el origen de sus productos del mar, cómo se obtuvieron y los métodos utilizados para capturarlos. Este conocimiento permite a los clientes tomar decisiones mejor informadas. 

Sin embargo, la carga de investigar la complicada cadena de suministro de productos del mar para verificar que los productos estén libres de trabajo forzoso y daños ambientales no debería recaer en los clientes. Los minoristas y los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a los clientes de productos contaminados y deben hacer más para cumplir con ese deber.

— En el informe Carting Away The Oceans, Greenpeace advirtió sobre los programas de trazabilidad a los que se adhieren los minoristas. ¿Qué factores se deben incluir para que la trazabilidad sea realmente confiable? 

Los minoristas deben garantizar que sus cadenas de suministro tengan una trazabilidad total y la mayor transparencia posible. Reconocemos que existen obstáculos y desafíos a la trazabilidad que son difíciles de abordar sin una regulación gubernamental. Por ahora, los minoristas tienen que decidir si se sienten cómodos con ese nivel de incertidumbre y riesgo, o si prefieren proveedores que puedan proporcionarlo.

Greenpeace USA hace un gran trabajo midiendo a los supermercados y sus preocupaciones ambientales y de derechos humanos, pero ¿qué institución es responsable en los Estados Unidos de hacer esto y cómo califica el desempeño de los funcionarios en este asunto?

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en particular la Oficina de Pesca de la NOAA, es "responsable de salvaguardar los recursos oceánicos de la nación y sus hábitats". Uno de sus programas, el Programa de Monitoreo de Importaciones de Productos del Mar (SIMP, por sus siglas en inglés), supervisa y audita la importación de especies específicas de productos del mar (incluido el atún) a los Estados Unidos. La decisión de NOAA Fisheries en noviembre de retirar una propuesta para ampliar el SIMP para abarcar más especies que las 13 actuales que cubre fue decepcionante. El senador Jeff Merkley y sus colegas, más de 100 chefs de todo Estados Unidos y varias ONG criticaron la decisión.

Aunque los barcos pesqueros operan lejos de las costas estadounidenses, garantizar que los consumidores estadounidenses no sean cómplices, sin saberlo, de abusos contra los derechos laborales al comprar alimentos es una preocupación nacional. El agotamiento de especies como el atún en nuestros océanos no sólo es una tragedia sino que también tiene un efecto dominó escalofriante en las cadenas alimentarias oceánicas a nivel mundial. 

Recientemente, el representante Jared Huffman y 21 colegas del Congreso también instaron al presidente Biden a tomar medidas decisivas contra la pesca ilegal y las violaciones de derechos humanos en el mar en la extensa cadena de suministro de productos del mar.

 

Comentarios (0)

Notas relacionadas

Pesca ilegal sin infractores: la impunidad comienza en el papel

Daniela Reyes·Diciembre 11, 2023
Causanatura Media

A través del periodismo de investigación reafirmamos nuestro compromiso con el derecho humano a la información