Arrecifes de coral, una carrera contra el calentamiento global en el Caribe

El calentamiento global acecha los arrecifes del Caribe mexicano. Un fenómeno conocido como blanqueamiento se extiende conforme la temper...
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El calentamiento global acecha los arrecifes del Caribe mexicano. Un fenómeno conocido como blanqueamiento se extiende conforme la temperatura global del planeta aumenta, dejando a estos ecosistemas cada vez más vulnerables. 

El océano absorbe más del 90% del calor que atrapan los gases de efecto invernadero (GEI) en la Tierra. Para Lorenzo Álvarez Filip, investigador de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología en Puerto Morelos, la solución contra los efectos nocivos del cambio climático en el mar radica en atajar el problema de raíz. 

“El problema de fondo es detener las emisiones, revertir las emisiones. No para hoy en día, sino para que en 30 ó 40 años las tendencias empiecen a cambiar. No podemos distraernos pensando que hay soluciones alternativas u otros caminos”, apuntaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

El blanqueamiento ocurre por el aumento de la temperatura del mar que estresa a los corales, expulsando pequeñas algas (zooxantelas simbióticas) que viven en sus tejidos y que realizan fotosíntesis, una asociación que provee de nutrientes al coral.  

“Cuando empieza a haber un factor de estrés como que el agua se empieza a poner muy caliente se salen de los corales y dejan por decirlo de alguna manera el coral desnudo. Entonces lo que vemos es el tejido transparente del coral y de fondo el esqueleto blanco del coral”, explicó Álvarez, sobre la situación en la que quedan estos animales caracterizados por formar colonias.

“En este momento (blanqueamiento) no quiere decir que los corales estén muertos. Sin embargo, si el estrés térmico y el agua sigue caliente por más tiempo es muy probable que los corales empiecen a morir y entonces un evento de blanqueamiento se convierte en una mortalidad masiva de corales”, agregó. 

Los arrecifes son animales de los cuales dependen hasta el 25% de las especies marinas. Se estima que para el 2050 el 99% de los arrecifes de coral desaparecerán si no se reducen las emisiones de GEI, de acuerdo con una estimación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). 

Y entre el 70% y 90% de los arrecifes de coral podría desaparecer aun si se limita un aumento de la temperatura en 1.5 °C, según el organismo que evalúa información científica del cambio climático desde su creación en 1988 por diversas agencias de Naciones Unidas. 

Si bien los fenómenos de blanqueamiento han ocurrido históricamente, éste se ha hecho cada vez más presente en los mares del sureste de México. Algo que ha podido constatar la organización Healthy Reefs For Healthy People a través de una serie de monitoreos iniciados desde 2015. 

“Ese fenómeno es temporal, porque está asociado con la temperatura. Vamos a ver picos de blanqueamiento asociados con el verano y muchas veces con picos más altos a finales de verano”, apuntó Melina Soto, coordinadora en México de la organización. 

Scott Reef en Australia. Foto: Instituto Australiano de Ciencias Marinas.

Los investigadores Rosa Rodríguez-Martínez, Francisco Ruíz-Rentería, Brigitta I. van Tussenbroek y María-Guadalupe Barba-Santos de la UNAM registraron en un estudio eventos de blanqueamientos cada vez que la temperatura del mar sobrepasó los 30 °C en el periodo de 1995 a 2005. Lo hizo todos los años con excepción de 1997. 

Dos grandes eventos de blanqueamientos masivos ocurrieron en 2005 y 2010 al registrarse aumentos anómalos en las temperaturas del mar, de acuerdo con un reporte de Greenpeace “Estado de conservación de los arrecifes de coral de la Península de Yucatán”, publicado en 2017.  

A través de una exploración hecha en diciembre del 2016 los investigadores constataron que el blanqueamiento ha llegado a los ecosistemas de arrecifes del Banco de Campeche. Especialmente en Cayo Arenas y Triángulos en Yucatán. 

Destacaron afectaciones a los géneros de coral Orbicella, Montastraea, Siderastrea y Pseudodiploria, especies masivas que abonan en la construcción de arrecifes. Y advirtieron del peligro que representa el cambio climático aún cuando no hay urbes en la cercanía.

“La lejanía de Cayo Arenas y Triángulos con asentamientos humanos no protege a sus arrecifes de los efectos del cambio climático… Triángulos fue la localidad con el porcentaje más alto de colonias blanqueadas (38.6%), seguido de Cayo Arenas (21%)”, destaca el reporte.

Los blanqueamientos son preocupantes ya que sus afectaciones son varias además del riesgo último de muerte de los corales. 

“No todos los corales se ven blanqueados se van a morir. Muchas veces el cinco o diez por ciento lo harán y los demás están estresados. Entonces se van a resentir en su fisiología. Ya no van a crecer de manera normal, van a estar más sensibles a enfermedades y ya no se van a reproducir”, explicó la experta. 

Además de atender la huella de carbono de las sociedades, la atención de las soluciones pasan por reducir los factores de estrés de los arrecifes de coral a nivel local provocados por las personas, que hacen más susceptibles a los corales frente al blanqueamiento.

“Muchas veces eso pasa por mejorar la calidad del agua. Desde tratamientos de agua residual, como la prohibición de ciertos productos en el agua, y también el intentar contrarrestar la pérdida de estos corales que se mueren gracias a proyectos de restauración, para intentar salvar y ganar tiempo. Porque si no se hace nada, si no se mejora esta situación de cambio climático pues nos va a ganar, pero mientras tanto hay que mantener esa información genética y estos organismos lo más sanos posibles esperando que tengan un futuro más brillante que el presente que les toca ahorita”, refirió.  

Cambio climático: múltiples amenazas 

La acidificación del océano es otro de los factores derivados del cambio climático que atentan contra los corales. Esta se ocasiona por la absorción de Dióxido de Carbono (CO2) del mar. 

“Se sabe que los océanos se están acidificando. Y esto es básicamente porque al haber más dióxido de carbono, o sea más gases de efecto invernadero en la atmósfera, la atmósfera se empieza a hacer más ácida. Y la interfase agua y aire empieza a cambiar las moléculas de carbono y a hacerse más ácido el mar. Y eso ya está pasando”, dijo Álvarez.  

Foto: Elizabeth Ruíz/ Cuartoscuro

Este fenómeno no sólo impacta directamente a los corales. “Hay muchos organismos que tienen esqueletos de carbonato de calcio, es un compuesto muy parecido al sarro que sale de las regaderas. Qué haces tú para quitar el sarro, le echas ácido”, ejemplificó Álvarez.

Los expertos coinciden en que esta amenaza a largo plazo todavía no es tan tangible como el blanqueamiento. Al tiempo que si bien los organismos tienen una capacidad de adaptación, la velocidad con la que avanza el cambio climático podría dejarlos fuera de la competencia por la supervivencia. 

Huracanes

Un informe del IPCC revelado en agosto del año pasado concluyó que los ciclones de intensidad más fuerte, que van de categoría tres a cinco, han aumentado en las últimas cuatro décadas por el calentamiento del océano. 

El cambio climático tiene implicaciones directas en elementos de los que se nutren los huracanes como el calor del océano, la humedad y el viento. Éstos se forman, entre otras cosas, en torno al calor almacenado en la parte superior del océano, el cual alimenta las tormentas "de forma similar a como el combustible impulsa un motor", explica la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglás en inglés). Por el contrario, el agua fría debilita dichas tormentas.

Foto: Elizabeth Ruíz/ Cuartoscuro 

Estos fenómenos no son ajenos al Caribe mexicano. Los arrecifes viven expuestos a huracanes y hasta cierto punto forma parte de su ciclo de vida, al romperse por las olas son capaces de diseminarse y colonizar nuevos lugares, explicó Soto. Sin embargo, la frecuencia e intensidad son factores que merman su capacidad de regenerarse. 

“Desafortunadamente con el cambio climático las proyecciones y las estadísticas y lo que estamos viendo en los últimos años es que cada vez hay más (huracanes). Rompemos récords de velocidad de vientos, de altitudes, eso les afecta porque cuando llegan los huracanes provocan oleajes, lo cual rompe las estructuras de los corales. El tema de tenerlos tan fuertes y tan seguidos es que ya no deja a las poblaciones afectadas el poder recuperarse. Antes se lograban expandir pero ahorita ya no les da el tiempo, porque ya les pega el otro huracán”, apuntó Soto. 

La especialista detalló que existe un seguro paramétrico en Quintana Roo a través del cual daños provocados a los arrecifes por huracanes son reembolsados con miras a acciones de restauración. 

Este seguro funciona con base en los nudos de velocidad de un huracán. A mayor velocidad, mayor es el daño. De 100 a menos de 130 se considera moderado, de 130 a 160 es un daño severo y por encima de 160 se considera un pago máximo por daño catastrófico. De esta cuenta, en 2020 el paso de Delta fue reembolsado con 17 millones de pesos. 

Papel institucional

A nivel nacional hoy no existe un Programa Nacional de Arrecifes, sino varios organismos institucionales que de forma conjunta abordan el tema como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que tiene a los arrecifes como un ecosistema objetivo a cuidar, explicó Álvarez. Hacia el 2017 había 25 Áreas Naturales Protegidas marinas que incluían arrecifes de coral. 

No obstante, la institución sufrió un recorte real de 2.4% en la asignación de su presupuesto 2022 con relación al 2021.  

Asimismo, Álvarez recordó que otras dependencias como el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) han sido desmanteladas por el gobierno federal. 

A finales de julio se publicó un reglamento interno de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el que se otorgan a la dirección general de Políticas para la Acción Climática facultades para diseñar la política nacional y elaborar una estrategia, antes atribuciones del INECC. 

“Uno de los institutos que están desapareciendo hace poco. Entonces estos institutos o estas instituciones, si bien no velaban sólo los arrecifes, sí eran encargadas de vincular o integrar de manera general esta amenaza que es común, no sólo por los arrecifes sino para nosotros, todos los seres vivos”, alertó.


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