Para los pueblos que conforman el lago de Texcoco, la declaratoria de Área Natural Protegida (ANP) es sólo el primer paso para recuperar un humedal que tiene afectaciones ambientales desde la época de la colonia.
Esto incluye años recientes con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), desde su anuncio en 2014 hasta la cancelación en 2019.
El proyecto de declarar ANP al lago de Texcoco se encuentra en la primera mitad del proceso. En diciembre, la Secretaría de Marina y Recursos Naturales (Semarnat) publicó el Estudio Previo Justificativo donde se proponen 14 mil 38 hectáreas para protección en los municipios de Texcoco, Atenco, Chimalhuacán, Ecatepec y Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
También, en el trabajo se elige la categoría de Área de Protección de Recursos Naturales por la importancia de conservar el agua ante la crisis de desecación en los nueve ríos que confluyen en el lago, ocurrida por efectos de la minería, deforestación, obras de drenaje y construcción de megaproyectos, según lo expuesto en el Estudio.
A principios de enero, se realizó la consulta pública donde la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) recopiló opiniones, comentarios y propuestas que serán contempladas antes de elaborar el decreto oficial.
“La lucha contra la desecación del lago comienza una etapa de construir un modelo de vida diferente respecto al agua. No terminará con la declaratoria, viene un plan de manejo y eso es un trabajo. Los daños en algunos casos son irreversibles, pero en otros sí se pueden compensar a través de programas de reforestación y agricultura”, señaló César Del Valle, miembro de Manos a la Cuenca.
Manos a la Cuenca es un proyecto que surge del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco y la Coordinadora de Pueblos #YoPrefieroElLago, donde participan pobladores de otros municipios afectados como Texcoco y Atenco.
En comunidad, impulsan asambleas, investigaciones, monitoreo y documentación, de los cuales surge la propuesta al Programa de Manejo de las Áreas Naturales Protegidas de México, también conocido como “plan de manejo”.
Estos programas contienen los lineamientos respaldados por la Conanp para establecer cuáles serás las estrategias de conservación, al igual que de uso, para las ANP una vez decretadas.
La propuesta de Manos a la Cuenca busca prohibir la actividad humana en la parte más afectada, conocida como la zona núcleo, y ubicar áreas con características ambientales óptimas para una agricultura sustentable.
“Nosotros le llamamos zonas agrícolas de alto valor ambiental que funcionarían con una barrera perimetral a lo que sería la zona núcleo. Que se trabajen bajo un mecanismo que permita a los campesinos tener ingresos y fortalezas agrícolas para que puedan seguir subsistiendo”, explicó Del Valle.
La agricultura en el lago de Texcoco, agregó, se ha convertido en un actividad sin recursos, por lo que sus habitantes deciden migrar a otros lugares para trabajar y vender las hectáreas a propietarios de proyectos que podrían facilitar la urbanización y actividades extractivas como la minería. De esta cuenta impulsar la agricultura representa mantener el cuidado ambiental.
”No es una situación que digamos que sólo afecta o beneficia a los ejidatarios o los campesinos, va mucho más allá de eso. Estamos hablando de temas medioambientales, del recurso hídrico. Lo que se busca en este proceso es que se proteja y se garantice el derecho al agua de las generaciones que vienen”, señaló.
Delimitación del ANP. Fuente: Estudio Previo Justificativo para la declaratoria del Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco.
La revisión de los daños
El lago de Texcoco comenzó su declive ambiental desde la conquista en 1521, cuando los españoles reconstruyeron la infraestructura hidráulica, cuya deficiencia documentada en las obras propició el inicio de un proceso de desecación.
En 2001, el gobierno del presidente Vicente Fox anunció la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México. Se optó por desarrollar el proyecto en la zona federal del lago de Texcoco, a pesar de las negativas de ambientalistas e investigadores que, desde los años 60, evidenciaban la crisis hídrica de la cuenca mexiquense.
La inconformidad llegó hasta las movilizaciones que terminaron en enfrentamientos entre ejidatarios y la Policía Federal Preventiva durante ese año. El proyecto se suspendió en agosto de 2002, un mes después de la muerte de José Espinoza Juárez, habitante de Texcoco que participó en las protestas.
Fue hasta septiembre de 2014 que el presidente Enrique Peña Nieto anunció que se impulsaría nuevamente el NAICM.
"La construcción de infraestructura (pistas, estacionamiento, vialidades de acceso, zona hotelera y comercial) sellará con cemento una importante zona de infiltración y recarga de agua de lluvia, tan importante para mitigar la crisis hídrica que condena a la Ciudad de México y la Zona Metropolitana.", expuso Greenpeace en ese tiempo.
Algunos otros impactos ambientales que se enlistaban eran la mala calidad del aire, el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, la quema de combustible fósil por los aviones y la afectación del hábitat de las aves migratorias y playeras.
Además de que el lago de Texcoco funciona como un regulador de posibles inundaciones en el Valle de México.
Con el Estudio Previo Justificativo publicado en diciembre se confirman algunas de las consecuencias de la construcción del aeropuerto. Destaca la desecación de las lagunas Xalapango, Texcoco Norte, Cola de Pato y parte de la Ciénega de San Juan por la construcción de un canal colector; y la devastación de 60 cerros en 15 municipios.
Por su parte, el proyecto Manos a la Cuenca también ha dialogado con autoridades de la Semarnat y Conanp para que se consideren los daños de obras complementarias que llegaron con el proyecto aeroportuario, por ejemplo, la autorización de minas en la región.
“La zona lacustre siempre es lo más visible, pero conocemos que las afectaciones también están en la parte alta de la cuenca, y es lo que se está revisando (en el proyecto), qué figuras de protección pueden ser más acordes. […] Seguimos insistiendo en también desmantelar todos esos proyectos que llegaron con el aeropuerto”, agregó César Del Valle.
Los próximos pasos
Mientras el procedimiento hacia el decreto continúa, las comunidades afectadas que conforman el proyecto Manos a la Cuenca trabajan en actividades de planeación para mantener el lago de Texcoco y las regiones colindantes.
En lugares como Santa María Tecuanulco se analiza la propuesta de un programa de reforestación, mientras que organizaciones comunitarias como Guardianes de los Ríos monitorean la situación hídrica.
“Se ha estado luchando contra la inercia de las desecaciones del lago de manera constante. Estamos en este momento de la historia que si logramos parar eso, ese despojo del agua, ese despojo de nuestras formas de vida como laguneros, estaremos parando más de 500 años de desecación”, declaró Del Valle.
En diciembre de 2021 la titular de Semanart, María Luisa Albores, indicó que el planteamiento era poder tener ese decreto el 24 de febrero.
Sin embargo, en una conversación el 13 de enero con la Radio de la Universidad Autónoma de Chapingo, la bióloga Gloria Tavera, directora de la Región Centro y Eje Neovolcánico de la Conanp, explicó que apenas se iniciaría la elaboración del decreto oficial, con espacios para intercambio de información con sectores involucrados previo, antes de su firma por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hasta el cierre de esta publicación, dicha ANP aún no ha sido declarada.
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