Más de 148 mil toneladas anuales de botellas, bolsas de frituras, envases de alimentos, utensilios desechables, entre muchos otros residuos, llegan masivamente a los mares mexicanos a través de 12 ríos.
Las desembocaduras de estos representan los puntos de contaminación plástica más críticos para los océanos en México, de acuerdo con análisis realizados por la ingeniera Alethia Vázquez Morilla, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
A través del río Ruíz, que es la desembocadura del río Grande de Santiago, en el estado de Nayarit, llegan al mar cada año aproximadamente 77 mil 592 toneladas de plásticos al Pacífico mexicano. En esta zona se adhieren otras 3 mil 275 toneladas del río San Pedro.
El río Pánuco y Guayalejo, que forma parte de la cuenca del río Moctezuma y Tula, donde se drenan las aguas residuales de la Ciudad de México, contribuye con 26 mil 719 toneladas de residuos plásticos al Golfo de México, entre las costas de Tamaulipas y Veracruz.
A través del río Colorado, en Baja California, llegan al mar 9 mil 950 toneladas de plásticos; desde el río Suchiate, en Chiapas, 8 mil 731; el río Verde, que forma parte del sistema de drenaje río Atoyac, en Oaxaca, 5 mil 297 toneladas y el desde el río Coatzacoalcos, en Veracruz, 4 mil 846.
El conglomerado del Golfo, conformado por los ríos Tuxpan, Cazones, Nautla, Actopan y La Antigua, todos en Veracruz, contribuye con 12 mil 307 toneladas de residuos al mar cada año, según los resultados preliminares.
Estos datos fueron presentados como información base del Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica, que forma parte del Plan Nacional de Acción sobre Residuos Marinos y Contaminación Plástica (PlanRemar), un proyecto conjunto entre entre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El programa fue lanzado el pasado 27 de abril. Busca generar información basada en ciencia, que se traduzca en políticas públicas para prevenir y mitigar el impacto de los plásticos en los océanos, explicó Izarelly Rosillo, especialista en derecho ambiental y coordinadora general del proyecto.
La también académica de la Universidad Autónoma de Querétaro explicó que, en el marco de la cooperación internacional, Semarnat solicitó ayuda a la ONU para el desarrollo de este ambicioso plan.
El proyecto, dijo, tiene como antecedentes el Programa Mares Regionales que lanzó la ONU desde 1974, con el objetivo de recolectar información sobre los ecosistemas marinos y costeros.
Asimismo, en 2012 se lanzó la Alianza Mundial sobre Basura Marina, donde países firmantes compartieron conocimientos y experiencias en busca de soluciones.
México también es parte de los convenios de Protección del Medio Marino en la región del Caribe y el de Cooperación para la Protección de Desarrollo Sostenible en Zonas Marinas y Costeras del Pacífico.
“Estos dos convenios son punta de lanza importante en el análisis de obligaciones internacionales que México ha adquirido para la protección de la vida marina”, expuso.
Para la elaboración del el PlanRemar se está trabajando con otros académicos expertos, organizaciones de la sociedad civil y el sector público y privado.
De acuerdo con datos dados a conocer durante la presentación del Plan, cada mexicano consume en promedio 66 kilos de plástico al año, de los cuales entre 43 y 59 se vuelven residuos, es decir, que no se reciclan ni se reutilizan.
De los residuos, señalan, el 38% están mal manejados, esto es, que no van a un sitio de disposición adecuado, sino que terminan en tiraderos clandestinos o, en su caso, en el mar.
En entidades como el Estado de México, Chiapas, Puebla, Veracruz y Oaxaca se estima que más de 500 toneladas de plásticos no se recolectan cada año.
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