Aguinaldos, mantenimiento de equipos o fotocopias: todo entra en el presupuesto de Combate al Cambio Climático

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para el Ejercicio Fiscal 2023 prevé destinar más de 187 mil 968 millones de...
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El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para el Ejercicio Fiscal 2023 prevé destinar más de 187 mil 968 millones de pesos en recursos para la adaptación y mitigación de los efectos del Cambio Climático. 

Sin embargo, una buena parte de los recursos que se contemplaron en este eje transversal no guardan relación con la mitigación y combate al cambio climático. Seguros médicos, aguinaldos, mantenimiento de equipos, también son parte de ese presupuesto.

Se trata de uno de los nueve Anexos Transversales del programa presupuestal previstos en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, en los que convergen recursos de varias dependencias públicas destinados a un fin específico. 

De acuerdo con el Centro de Estudios para las Finanzas Públicas (CEFP), se trata de la integración de recursos monetarios que pueden contribuir a resolver y atender de modo integral una problemática específica o a un determinado grupo de población. 

Cuando se habla de una solución integral es posible hablar de más de una institución atendiendo un mismo fin desde distintas áreas, en este caso el Cambio Climático. 

En el desglose publicado por el gobierno federal para el Ejercicio Fiscal hay gastos que son de índole operativo de las propias dependencias públicas y no necesariamente contribuyen al combate del Cambio Climático. 

Por citar algunos ejemplos, en el presupuesto de Combate al Cambio Climático se incluye una partida etiquetada como “Premios, estímulos, recompensas, becas y seguros a deportistas”, por parte del Instituto Politécnico Nacional, por un monto de 410 mil pesos. 

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) tiene un presupuesto de 76 mil pesos para la partida “Productos alimenticios para el personal en las instalaciones de las dependencias y entidades”. 

Esta institución también incluyó en el gasto ambiental pasajes aéreos y terrestres, así como arrendamientos, por 1.5 millones de pesos. 

Diversas instituciones que no se relacionan directamente con el medio ambiente, como universidades y colegios, también agregaron bonos de fin de año, gratificaciones y pagos a la seguridad social de trabajadores. Estos montos suman más de 437 millones de pesos. 

La Secretaría de Marina, por su parte, anotó 13 millones de pesos para emplear el poder naval de la federación para “salvaguardar la soberanía y seguridad nacionales”. 

Dichos gastos están dentro del Anexo Transversal, aunque la Ley especifica que sólo deben ser incluidas las previsiones que correspondan a la mitigación de los efectos del cambio climático. 



En el desglose por rubro que brinda el Anexo, la mayor cantidad de recursos para el combate al cambio climático estará destinada a construcciones de ingeniería civil y obra pesada, con 82 mil millones de pesos asignados. 

Otras áreas que consumen gran parte del presupuesto son los subsidios de producción y los combustibles de exportación para plantas productivas, con 35 mil y 16 mil millones de pesos, respectivamente.

Para la construcción de obras para el abastecimiento de agua, petróleo, gas, electricidad y telecomunicaciones se contemplan 1 mil 987 millones de pesos. Para compensaciones garantizadas se prevén 402 millones de pesos y asignaciones adicionales a sueldos, 228 millones de pesos. 

El Anexo Transversal del PEF en Materia de Cambio Climático (AT-CC) está previsto en la Ley General de Cambio Climático y desde el 2013 integra los programas presupuestarios dirigidos a ese objetivo. 

Sol Pérez Jiménez, doctora en Geografía Ambiental e investigadora del programa de Tierra y Territorio de la organización civil Fundar , expuso que la composición del presupuesto no permite comprender de qué manera se relacionan los gastos de los programas con los objetivos del anexo transversal, que es el combate al cambio climático. 

“Como no hay información suficiente o un desglose de qué medidas de mitigación o adaptación al cambio climático complementan estos programas, pues es muy difícil evaluar, si a ciencia cierta están atendiendo este problema”, dijo la experta. 

Pérez Jiménez agrega que más allá de concentrar el presupuesto en los municipios que son más vulnerables al cambio climático, existen estos presupuestos de mejoramiento urbano o de pintura que no necesariamente están contribuyendo al anexo. 

En diciembre de 2017 se publicó la primera evaluación estratégica de este Anexo, a cargo del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. Ahí que refiere que si bien se realiza cumpliendo con la normatividad presupuestaria, su diseño no considera criterios transversales de cambio climático documentados y aplicados de manera sistemática.

Asimismo, apunta que no se apega a la práctica recomendada internacionalmente de contar con consensos básicos entre las áreas sustantivas que ejecutan los programas y las áreas administrativas que planean y programan los recursos para el proceso de asignación y aplicación del gasto.

Otra de las preocupaciones planteadas por la investigadora de Fundar es que una parte importante del presupuesto para combatir el cambio climático en 2023 está destinada a las energías fósiles, lo que va en contra de las metas de descarbonización derivadas del Acuerdo de París. 

“Aunque parezca un gran presupuesto a cambio climático, sigue siendo absolutamente dispar con el presupuesto destinado a Pemex y CFE, eso significa que el modelo energético que están agravando, la crisis climática, siguen siendo mucho más privilegiadas”, aseveró la especialista. 

Escrito por

Alejandro Castro

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