Bienpesca, insuficiente para paliar la precariedad del sector pesquero

Bienpesca es el único sobreviviente de los programas de subsidio al sector pesquero, de 22 que existían hasta el sexenio anterior. El ac...
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Bienpesca es el único sobreviviente de los programas de subsidio al sector pesquero, de 22 que existían hasta el sexenio anterior. El actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador apostó solo por este apoyo económico de 7 mil 200 pesos anuales.

Algunos pescadores ven en este programa una oportunidad para obtener un ingreso por primera vez, pues antes habían sido excluidos de los programas de subsidio. Para otros, la actual política de austeridad está dando el tiro de gracia a la pesquería artesanal.

Ernesto Gastélum, pescador de Puerto Peñasco, Sonora, afirmó en entrevista que Bienpesca es insuficiente para un sector con tantas carencias.

Gastélum sale al mar a las seis de la mañana, cuando aún no sale el sol y regresa antes del atardecer, a las cinco de la tarde. Está dedicado al mar, de ahí obtiene el sustento familiar, pero no quiere que sus hijos se dediquen a esta actividad. La razón es la inseguridad y las condiciones económicas cada vez más adversas.

La actividad pesquera es menos rentable que hace cinco años, contó.

Entre los programas que desaparecieron están los incentivos para la compra de combustible, modernización de flotas pesqueras; desarrollo de acuacultura; obras y estudios; inspección y vigilancia; fortalecimiento de capacidades; cadenas productivas; fomento al consumo; así como transformación y comercialización de productos.

Además de la eliminación de subsidios, el gobierno federal, a través de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca), se ha retrasado en la entrega de recursos este año, si se considera que la distribución en los ejercicios anteriores de 2020 y 2021 comenzó desde el mes de marzo.

Debido al proceso de Consulta de Revocación de Mandato, la Federación anunció un adelanto en los programas de apoyo que entrega la Secretaría del Bienestar. Sin embargo, en el caso del sector pesquero, el panorama no es claro.

Asimismo, el programa presenta debilidades operativas, pues en el caso de los Padrones de Beneficiarios para los Ejercicios Fiscales de 2019 y 2020 los datos de las personas beneficiadas, como nombre, sexo y entidad federativa, no están completos, de manera que no es posible verificar si los montos fueron destinados efectivamente a las personas del sector conforme a las Reglas de Operación.

Gastélum trabaja en una de las zonas de mayor producción pesquera en México, la mayoría de las comunidades cercanas a Puerto Peñasco dependen de esta actividad para subsistir.

A nivel nacional, la pesca emplea a más de 213 mil personas, en los más de 11 mil 122 kilómetros de litoral costero, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Sin embargo, la mayoría de los pescadores ribereños viven “al día”. La organización internacional Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés) realizó una evaluación del impacto social de la pesca ribereña en el noreste de México. Los resultados arrojan que los pescadores tienen en promedio siete años de escolaridad y en muchas comunidades sus viviendas no cuentan con servicios.

La eliminación de subsidios, aseguró Gastélum, pone a los pescadores mexicanos en una desventaja competitiva frente a los mercados extranjeros.

“En Perú, por ejemplo, el diésel está subsidiado para los pescadores, lo compran al equivalente a 8 pesos mexicanos por litro. Aquí está en casi 25 pesos. Y cuando llega el producto peruano pues evidentemente lo venden más barato, porque el costo de producción es menor”, comentó

Para muchos, apunta, la falta de apoyo es el tiro de gracia para abandonar la actividad.

Uno de los principales programas de subsidio que existían era el de apoyo para la renovación de motores de embarcaciones.

“El gobierno federal daba una tercera parte del costo del motor, el Gobierno estatal daba otra parte y uno como productor ponía la otra. O sea, si yo antes pagaba 100 mil por un motor nuevo, hoy tengo que pagar 300 mil. Muchas veces no hay para renovarlos y eso incrementa los accidentes, que muchos se queden varados en el mar porque los motores dejan de funcionar”, detalló

Mayri Beatriz Espedas, pescadora de Chuburná, Yucatán, coincide, salir al mar con motores gastados o averiados representa un riesgo para la seguridad de los pescadores y los ingresos no son suficientes para adquirir uno nuevo.

Aunque la cooperativa de mujeres de Chuburná pesca en la laguna La Carbonera, sus esposos deben salir a alta mar.

“Si pusiera 50% el gobierno para el motor ya es una ayuda muy grande, ya el pescador puede ver cómo poner la otra parte, porque sí es un riesgo para ellos salir así”, dijo.

Para Espedas, otro punto en el que es necesaria la presencia gubernamental es en la capacitación de los pescadores, para garantizar la subsistencia de recursos pesqueros en el largo plazo y mejorar las cadenas de producción.

El gobierno federal destinó 1,472.9 millones de pesos al programa Bienpesca en 2021, de acuerdo con el presupuesto aprobado. Al último informe del tercer trimestre de ese año, el monto único de 7 mil 200 pesos se entregó a 175 mil 502 beneficiarios.

Para el 2022, la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) no ha hecho anuncios sobre la dispersión de recursos en este Ejercicio Fiscal.

Santos Ignacio Ramos, pescador ribereño de Playa Sur, en Sinaloa, no tiene una percepción negativa de la política gubernamental de la actual administración. Su actividad la ha desempeñado siempre como ayudante, no como permisionario, por lo que nunca antes había accedido a beneficios económicos por parte del Gobierno.

“Yo nomás veía pasar los billetes y nunca tocaba nada. Ahorita si nos dan a todos un apoyo”, indicó.

Aunque reconoce que los subsidios son menos que antes, confía en que será verdad el rumor de un incremento a 10 mil pesos del programa Bienpesca.

 Inseguridad, el peor de los males

Otro de los programas que fueron eliminados por la actual administración es el de inspección y vigilancia, que consistía en la colaboración con autoridades para resguardar las zonas pesqueras y áreas naturales protegidas de los pescadores furtivos.

Tanto Ernesto Gastélum como Santos Ignacio Ramos refirieron que cada vez tienen que recorrer distancias más largas mar adentro para poder obtener recursos, pues ya es notable la baja en las poblaciones, por lo que la pesca ilegal, que no respeta vedas ni tallas, es uno de los principales problemas.

La inseguridad es uno de los principales problemas que aquejan al sector pesquero, no solo por los pescadores ilegales, sino también por la presencia del crimen organizado.

En Yucatán, Mayri Beatriz Espedas afirmó que se han registrado múltiples robos a pescadores en altamar. Les roban el motor y los dejan a la deriva solo en la lancha. Otras veces les roban toda la lancha y nada más los dejan colgados de una boya, según expuso.

“Ahorita ya no hay vigilancia como antiguamente teníamos. Ahorita tu te vas con el riesgo de que te asalten en el mar, que te quiten el equipo de trabajo y te dejan allá tirado. Son nuestros hijos, nuestros esposos, los que han sufrido esas agresiones”, dijo.

En Sonora y Sinaloa el crimen organizado ha dado un paso más lejos, pues los pescadores deben pagar derecho de piso por trabajar.

Pescadores con los que Periodismo Causa Natura conversó explicaron que están obligados a vender su producto a bajo costo a determinadas cooperativas, a fin de no tener problemas con la delincuencia.

“Si yo antes vendía el kilo de producto en 20 pesos, actualmente el kilo de ese mismo producto lo tengo que vender en 15 pesos y ellos te dicen a quién. Los cinco pesos de diferencia son la utilidad del crimen organizado. La persona que te lo compra lleva un control”, refirió.

Replantear subsidios, no eliminar

José Luis Carrillo, de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (CONMECOOP), reconoció que era necesario hacer un reajuste de los recursos que se distribuían, pero no eliminar todos.

“Si era necesario hacer un balance, verificar qué impacto social tenían, hacer un reacomodo, pero valorar qué programas deben permanecer, aquellos que ayudan a la mejora y competitividad del sector”. afirmó.

Para el líder pesquero, los recursos deben distribuirse sin descuidar cuatro ejes principales: la renovación de motores, que es inaccesible para los pequeños productores; la ayuda de combustible, para mejorar la competitividad con otros mercados; inspección y vigilancia, para contrarrestar la pesca ilegal y la delincuencia; así como el fortalecimiento de la investigación aplicada.

Otro de los pendientes urgentes, añadió, es el ordenamiento pesquero.

“Es un tema pendiente, no es de esta administración, sino de varias anteriores. Necesitamos hacer un análisis de las diferentes pesquerías, ver cuáles se necesitan realmente, hacer un reajuste de permisos y en cuáles se puede dar a quienes realmente les corresponden”, concluyó.


Escrito por

Alejandro Castro

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