En el medio ambiente las mujeres también han sido las encargadas de los cuidados. Acarreando agua para sus familias, accionando sobre el cambio climático o defendiendo el territorio de proyectos extractivos. Pero al igual que el trabajo doméstico, otro tipo de cuidado, aún falta la visibilidad y el respaldo para realizarlos, señalan mujeres como Beatriz Olivera, directora de Engenera (Energía, Género y Ambiente) A.C.
“Podemos hablar del trabajo de cuidados desde lo que sea que estemos haciendo. […] En temas de medio ambiente, las mujeres realizan un cuidado que debe permitir su participación en esos espacios”, explicó Olivera.
Engenera A.C. nació en enero pasado. Se especializa en el enfoque de género y medio ambiente; la participación de las mujeres defensoras del territorio ante proyectos extractivos, principalmente energéticos; y la acción social en comunidades de Oaxaca, principalmente con mujeres, niñas y niños.
Su primer análisis “Las mujeres en el PPEF 2022”, que analiza el Anexo 13 “Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres” del Presupuesto de Egresos de la Federación, evidenció cómo el aumento del 64% respecto al 2021 no se enfoca en atención a las mujeres, sino al Programa para el Bienestar para Personas Adultas Mayores (un 91% del total del incremento).
“Funcionarios deben garantizar que el presupuesto atienda problemáticas relacionadas a la salud de las mujeres y la falta de un sistema de cuidados”, señaló el análisis.
- ¿Por qué es importante hablar sobre género, en específico el papel de las mujeres, cuando se trata de medio ambiente?
Vemos organizaciones de derechos humanos que sólo trabajan en derechos humanos; organizaciones ambientalistas que no ven derechos humanos; organizaciones feministas que no ven el medio ambiente, aunque está el ecofeminismo. La propuesta que tenemos (en Engenera A.C.) es empezar a ver al género dentro de las problemáticas del medio ambiente. Nos interesa mucho hacer análisis con este enfoque.
Es interesante señalarlo porque, por ejemplo, las mujeres sí tenemos una relación muy importante con el cuidado de la naturaleza. En parte, se vincula a que socialmente se nos ha encasillado en el papel de cuidadoras, somos las mujeres quienes estamos sacando adelante el trabajo doméstico y de cuidados.
- Sobre esa posición de cuidadoras ¿consideras que la participación de las mujeres en el medio ambiente se ha desarrollado y visibilizado?
Creo que todavía nos falta muchísimo. La participación de las mujeres no ha crecido tanto como podría. Se habla de paridad y es positivo, hay que señalar que los espacios donde se están tomando decisiones sean cada vez más paritarios. Lo hemos visto desde nivel federal, pero no llega a lo local. Aún hay asambleas comunitarias donde la mayor parte la hacen los hombres. Las mujeres todavía no pueden participar en igualdad de circunstancias. ¿Por qué? Porque están enfocadas en otros cuidados como el de la casa y los asuntos políticos siguen afuera.
No voy a decir que ya no hay casos en los que se nos dice “ustedes no, por mujeres”, pero también se debe a que las mismas condiciones hacen que tú como mujer te quedes en la casa. Los hombres en lo público, las mujeres en lo privado.
Recuerdo que cuando la tribu yaqui estaba decidiendo sobre el acueducto Independencia, nos contaban las compañeras que estuvieron afuera del recinto sagrado donde no se les permite la entrada a mujeres, allí se realizó la consulta y ellos salían a preguntar que como veían lo que se discutía.
- ¿Qué podemos decir que falta desde la política pública para respaldar a las mujeres que cuidan, las ambientalistas o las defensoras de territorio?
Nos falta avanzar hacia el sistema de cuidados que permita que las mujeres podamos tener acceso a participar en estas tareas sin que sea una carga más, hacerlo más equitativo. Falta hacer ese trabajo de conciencia y educación.
En el tema de la defensa del territorio hay una gran deuda con los y las defensoras. Ni siquiera tenemos una comisión que investigue sobre las amenazas, desapariciones o cualquier agravio. En el Acuerdo de Escazú que habla sobre participación y acceso a la información no se ha instrumentalizado, no vemos que haya avances, ni siquiera se ha homologado la legislación a nivel nacional, menos local.
También hace falta que el tema de presupuesto se comience a reflejar en acciones contra el cambio climático en vinculación al género, políticas mucho más participativas, programas que se enfoquen a las mujeres prioritariamente.
Foto: María José Martínez/ Cuartoscuro
- Tras el análisis que realizaron sobre el Presupuesto 2022, ¿cuál es el panorama para las mujeres el próximo año?
Es un presupuesto enfocado en el bienestar de las personas adultas mayores. Y eso no está mal, sólo que está en el lugar equivocado. Si es para personas adultas mayores en general no tendría que estar en un presupuesto cuyo capítulo se destina a las mujeres, o bien, habría que cambiar las reglas para que este programa pueda entrar en el apartado. Me refiero a cambiar las reglas de operación para hacer explícitos los impactos que tendrá en las mujeres de la tercera edad. Pero eso no está, sólo es un programa que a todas luces se conoce como uno de los programas estrella del presidente.
Es complicado porque se dejan de lado cuestiones muy importantes para las mujeres como es el tema de la violencia, el tema de la salud, el tema del medio ambiente. Todo eso se dejó descobijado. Los aumentos que se dieron son mínimos, ni siquiera creo que valga la pena señalar que hubo aumentos porque los porcentajes de incremento son ridículos.
Respecto al medio ambiente, hay diversos estudios y uno de ellos (de la Organización de las Naciones Unidas) señala que las mujeres, niñas y niños tienen 14 veces más probabilidades de morir en un desastre de origen meteorológico que los hombres. Por la vulnerabilidad; por el cuidado, por ejemplo, si se trata de una inundación son las mujeres las que sostienen a niños y niñas; y por la información que no llega igual a los hombres que a las mujeres. Me contaron el caso de una mujer que durante el desbordamiento de un río corrió en la misma dirección, llevaba dos niños de la mano y los arrastró. Ella no tuvo acceso a la información para saber qué hacer en estos casos y en el presupuesto no hay ninguna mención a campañas informativas para mujeres.
- Más allá de lo institucional, ¿cómo podría haber mayor involucramiento de la sociedad en la tarea de cuidados que llevan las mujeres con el medio ambiente?
En la sociedad civil podemos hablar del trabajo de cuidados desde lo que sea que estemos haciendo. Desde la participación que estamos teniendo en algunos grupos, no dejemos de lado la importancia de las mujeres. En cuestiones del cuidado, también me parece que hay que hacerlos cada vez más equitativos. La educación de las niñas y los niños no debe seguir reproduciendo esos roles que encasillan a las mujeres en una posición de mamá – ama de casa – espacio privado.
Por supuesto en el tema de las defensoras de territorio hay una deuda muy importante. No se puede desaparecer personas defensoras como si nada pasara, como si fueran un número más. Esto es una cuestión que el gobierno no se está tomando en serio, no hay comisiones para resolverlo, pero socialmente lo podemos exigir.
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